Enfrentados a la cuestión de si deben emplear estrategias activas o pasivas para obtener exposición a una determinada clase de activos, muchos inversores tratan de determinar ahora cuándo es preferible el valor añadido que ofrece una gestión activa. Creemos que ambos enfoques cumplen su función, pero es necesario ser selectivos. Algunos gestores de Henderson emplean técnicas a menudo asociadas con la inversión basada en criterios ESG (medioambientales, sociales y de gobierno corporativo) y que están omitidas en el enfoque de gestión pasiva.
La valoración de una empresa, en su mayoría, no puede explicarse exclusivamente por parámetros financieros. Por lo tanto, existen diversas técnicas que los gestores activos emplean para evaluar la calidad de las empresas y, a su vez, intentar generar un valor añadido a favor de los inversores.
A la hora de realizar un análisis más profundo sobre una oportunidad de inversión, muchos gestores en Henderson utilizan diversos métodos. A nivel de sectores, algunas de estas técnicas se agrupan bajo el concepto de inversión basada en criterios ESG (medioambientales, sociales y de gobierno corporativo). Aunque la mayoría de los equipos de inversión de Henderson no gestionan explícitamente productos para ajustarse a criterios ESG, algunas técnicas contribuyen a crear una imagen tridimensional de una empresa, y permiten diferenciar cada vez mejor la composición de las carteras activas y pasivas en distintos sectores.
En Henderson, estamos convencidos de que existe una lógica subyacente en la razón de ser de ESG: las empresas que se embarcan en prácticas comerciales insostenibles o poco éticas, con equipos directivos cortoplacistas e inexpertos probablemente no generen rendimientos sostenibles para los inversores. De hecho, la investigación realizada por Deutsche Bank, HSBC y Harvard Business School indica que adoptar un enfoque más versátil ayuda a producir mejores resultados, al ser una parte importante de la inversión que pasan por alto muchos fondos pasivos.
Valorar adecuadamente los riesgos
Son muchos y variados los factores que se consideran importantes a la hora de evaluar a las empresas, entre ellos el impacto del cambio climático, el uso de energías y tecnologías limpias, el cambio demográfico y el uso de la inteligencia artificial, pasando por los estudios de sostenibilidad dentro de la cadena de suministro.
El riesgo reputacional comporta un peso significativo en los mercados financieros, y el modo en que los gestores de inversión se implican con las empresas puede tener notables repercusiones en los rendimientos que genere la cartera. Incorporar estas cuestiones dentro de un enfoque pasivo es complicado. En Henderson la inmensa mayoría de gestores tienen en cuenta estos factores y conceden un gran valor a las reuniones que mantienen con directivos de las empresas para valorar adecuadamente los riesgos.
La inversión basada en criterios ESG, que es totalmente diferente de la inversión socialmente responsable –ISR– basada en la exclusión, es un valioso prisma que empleamos para evaluar el modelo operativo de un emisor. Esta herramienta nos permite medir si los inversores se ven suficientemente compensados por estos riesgos inherentes, además de los identificados a través del análisis convencional.
Impacto de la inversión ESG
Existen distintos estudios sobre el impacto de la inversión ESG en renta fija; uno de ellos es un informe de 2015 elaborado por Barclays1 en el cual se demuestra que incorporar los criterios ESG en el proceso de inversión puede producir ventajas de rentabilidad pequeñas pero constantes. Otros han indicado que los factores de gobierno corporativo normalmente presentan la correlacion más fuerte con la solvencia de una empresa.
A medida que la evaluación basada en criterios ESG se vuelve más habitual, entraremos en una etapa en donde las empresas que obtengan una mala puntuación en las métricas ESG más visibles incurrirán en costes financieros más altos que sus competidores. Además de eso, las empresas que posean unas credenciales ESG mediocres podrían recibir calificaciones crediticias más bajas, ya que los factores ESG se están integrando ya en la metodología de las principales agencias de rating, como Moody’s y S&P.
Un ejemplo de ESG en la práctica fue nuestra participación en el bono híbrido 1T 2017 inaugural (telecomunicaciones) de Telia. A pesar de la investigación por corrupción que se estaba llevando a cabo sobre la división uzbekistana de Telia, estábamos tranquilos por su inminente conclusión y por la venta de esa división en particular, que continúa avanzando según lo previsto.
Sin embargo, en abril de 2017 surgieron nuevas dudas basadas en aspectos relacionados con ESG tras ser sometidas a investigación las operaciones de Telia desarrolladas en el mercado de telefonía móvil sueco. Pensábamos que estos temores resentirían la tesis de inversión, por lo que procedimos a vender la posición, obteniendo una plusvalía. Esto demuestra que mantener una perspectiva basada en ESG para todas nuestras posiciones es sumamente importante.
John Bennett, gestor del Henderson European Selected Opportunities Fund.