Octubre ha sido un claro punto de inflexión en el mercado de renta fija. A comienzos del mes, y casi tres años después de haber puesto fin a su programa de compras de activos, la Reserva Federal comenzó a adelgazar su balance. La reacción de los mercados fue tibia y los inversores prefirieron concentrarse en las previsiones de tipos de los miembros del banco central, que siguen apuntando a una subida en diciembre, seguida de tres el próximo año. El mensaje de endurecimiento monetario a corto plazo transmitido por los miembros de la Reserva Federal contrastó con las previsiones de tipos de los inversores.
Desde Mirabaud Asset Management esperamos que en este cuarto trimestre se produzca un incremento de la pendiente de la curva a causa de los tipos largos. En realidad, la subida ya comenzó a materializarse a finales de septiembre a raíz de la reducción de los riesgos políticos y los avances en relación con el plan de aumento del gasto público en Estados Unidos. Prevemos un escenario en el que aumentará la prima a plazo debido a la reducción de los programas de compras de activos y a la revisión al alza de las previsiones de inflación por parte de los inversores. A esto se suma la posible designación de un nuevo presidente de la Reserva Federal, que también provocará volatilidad en los tipos a corto plazo durante el mes de octubre.
Un contexto global que nos ha llevado a continuar reduciendo en nuestras carteras en libras esterlinas, la exposición a la deuda pública británica, situándola en una infraponderación fuerte tras el cambio de tono del Banco de Inglaterra. Tras que este, prácticamente, haya telegrafiado una subida de los tipos de interés a corto plazo debido a la aceleración de la inflación, la balanza ha dejado de estar inclinada hacia una flexibilización de la política monetaria.
En cualquier caso, no esperamos un ciclo de endurecimiento monetario; sí una única subida de tipos para compensar el recorte aplicado tras el referéndum del Brexit. Por otro lado, las valoraciones están extremadamente caras debido a los tipos de interés reales negativos. En el resto de Europa, los tipos deberían seguir creciendo moderadamente, en paralelo al resto de países desarrollados.
En este escenario del mercado de renta fija, el equipo de bonos convertibles de Mirabaud Asset Management recomienda a los inversores aprovechar el ajuste post-estival para aumentar el peso de los bonos convertibles en sus carteras. Pero la aproximación ha de hacerse siempre mediante la gestión especializada en este tipo de activos. Mirabaud cuenta con un equipo destinado exclusivamente a los bonos convertibles, tango globales como europeos, manteniendo nuestros productos entre los primeros de su categoría desde el punto de vista de rentabilidad/riesgo, que es lo que realmente busca el inversor en bonos convertibles.
Actualmente, los fundamentales subyacentes al crédito no son motivo de preocupación porque las tasas de incumplimiento siguen siendo bajas; aumenta el apalancamiento pero el coste de la deuda sigue siendo leve y los niveles de beneficios aún son altos. Es probable que la selección de bonos se convierta en el principal impulsor del rendimiento y el aumento de la dispersión dentro de mercados concretos siga generando oportunidades.
Si nos atenemos a los datos históricos, contar con un 10% de bonos convertibles en una cartera equilibrada (renta variable más bonos) optimiza el retorno ajustado por el riesgo, es decir, supone para el inversor mayor rendimiento sin incrementar el riesgo. Una propuesta atractiva en un contexto en el que aumentan los tipos y la volatilidad de los mercados.
Raimundo Martín es director general de Mirabaud Asset Management para España, Portugal y Latinoamérica.