En los mercados emergentes, cada vez más gente paga con su móvil en vez de con efectivo o con tarjeta, una tendencia que parece estar acelerándose: se estima que, en 2019, el 85% de los pagos electrónicos de China se realizarán con el teléfono móvil.
La magnitud de esta tendencia sitúa a China a la cabeza de la mayoría de los mercados occidentales. Entre enero y octubre de 2017, las transacciones electrónicas en China alcanzaron los 12,77 billones de dólares mientras que PayPal realizó operaciones por valor de 451.000 millones de dólares en un periodo de tiempo similar.
En algunas zonas de África, durante mucho tiempo, si querías hacer una llamada tenías que viajar doce horas hasta el teléfono más cercano. Ahora, en toda África puedes operar en línea, comprar ganado o acceder a servicios financieros desde el móvil. Esto nunca habría sucedido si se hubiesen tenido que construir redes de telefonía fija en todo el continente.
Construir redes de telefonía fija resulta difícil en muchos de estos países, donde las distancias geográficas pueden ser enormes y la orografía, complicada. Es mucho más sencillo construir torres de telefonía móvil y este tipo de negocios resultan tremendamente rentables gracias a las menores necesidades de capital y al robusto perfil de crecimiento.
La desintermediación está siendo excepcionalmente rápida. Ya no se construyen industrias tradicionales. En muchos países de mercados emergentes, las entidades no cuentan con oficinas en cada pueblo porque la presencia física ya no es tan importante. De repente, un montón de sectores que hemos desarrollado en Occidente deben reinventarse si quieren funcionar en los mercados emergentes.
Sasha Evers director general de BNY Mellon para España y Latam.