El potencial de la renta fija de cara a 2015 ha sido puesto en entredicho por el mercado, pero la realidad es que las oportunidades están ahí, aunque hay que ser muy selectivo y saber encontrar el valor. No obstante, siempre hay algunos sectores que entrañan mayor potencial a priori y otros que, por el contrario, no cuentan con tanta proyección.
En este sentido, el sector financiero presenta buenas perspectivas. Desde 2009, las entidades han avanzado mucho, ahora tienen una mayor recapitalización y la deuda subordinada constituye un buen activo para invertir en este sector, aunque hay que ser cuidadoso en la elección de los bancos. También las utilities son interesantes. Este tipo de compañías suelen contar con un negocio estable y una generación de flujo de caja predecible. Es un sector con visibilidad. Asimismo, el sector inmobiliario, que se encuentra en plena fase de recuperación, también ofrece oportunidades de inversión.
Por el contrario, creemos que es mejor estar infraponderados en empresas de telecomunicaciones por los mayores riesgos a los que están expuestas. Es un sector con una gran actividad en el que los movimientos corporativos tienen impactos muy significativos en los diferenciales de los bonos.
Este escenario, sin embargo, está muy condicionado en el caso de Europa a la actuación del Banco Central Europeo y las medidas que adopte en sus próximas reuniones. Si finalmente se ve forzado a poner en marcha un QE, con compras de deuda corporativa, y no se conforma solo con el programa TLTRO que está en funcionamiento, las perspectivas para los bonos corporativos serán aún mejores.
Muy distinta es la situación en Estados Unidos, donde la atención del mercado también está puesta en su banco central, aunque por motivos totalmente diferentes. En este caso, la clave estará en cuándo comenzará a subir los tipos la Reserva Federal y en el impacto que tendrá en el mercado, y no solo en el americano, los mercados globales se verán afectados por la decisión de la Fed. Nosotros creemos que dicha alza llegará en el segundo semestre del año y de esta manera, y dado que no existen presiones inflacionistas, continuará fortaleciendo el crecimiento económico.
En lo que respecta a los países emergentes, es más importante que nunca analizarlos de manera individual y no como una región homogénea, ya que sus cuadros macroeconómicos son muy diferentes entre sí y, además, se ven afectados de manera desigual por la evolución de los precios de las materias primas y también del dólar.
Columna de Nicolás Trindade, co-gestor del fondo AXA WF Global Strategic Bonds