Este año, el crecimiento económico mundial podría no cumplir las expectativas creadas, lo que deja al mercado vulnerable frente a las decepciones. Según la opinión de Jupiter AM, ahora que los activos de riesgo están caros, es momento de ser cauteloso y así lo expresa en esta tribuna de opinión Ariel Bezazel, gestor del Jupiter Dynamic Bond Fund, que celebra su quinto aniversario.
Las recetas económicas de Trump, China, el Brexit y las posibles subidas de la inflación y los tipos de interés son las cuestiones con las que el mercado está intentando lidiar desde comienzos de año. Desde el lanzamiento del fondo en mayo de 2012, las turbulencias provocadas por el fin de la relajación cuantitativa en Estados Unidos, la crisis de la zona euro, un flash crash y un buen puñado de elecciones han dejado unos años bastante ajetreados.
En este periodo, el Jupiter Dynamic Bond Fund ha vivido condiciones de mercado muy diferentes y ha generado rentabilidades a partir de una amplia gama de fuentes, sin dejar de gestionar el riesgo de caídas. Desde su lanzamiento, el fondo ha ganado un 34,5% en euros, frente al 14,2% del sector Global Flexible Bond EUR Hedged de Morningstar.
De cara al futuro, creo que gestionar el riesgo de tipos de interés mediante la duración y las exposiciones globales a deuda corporativa será más importante que nunca. En este contexto, considero que los bonos del Tesoro de Estados Unidos están comenzando a ser atractivos de nuevo. Después de que el tipo del bono del Tesoro de Estados Unidos a 10 años alcanzara el 2,6% en febrero, frente al 1,3% de julio del año pasado, y que el tipo del título a 30 años se situara en el 3%, creo que las valoraciones ya descuentan unas considerables mejoras macroeconómicas derivadas de las expectativas de reformas políticas, pero no tienen en cuenta la posibilidad de que la administración Trump no cumpla.
En vista de ello, mi equipo y yo retocamos la cartera a comienzos de año para ampliar la duración total del fondo, desde algo más de un año hasta aproximadamente 3,5 años actualmente. Lo llevamos a cabo aumentando la exposición del fondo a los bonos del Tesoro de Estados Unidos a 10 y 30 años y elevando la duración de nuestra posición en deuda pública australiana.
Sin embargo, estamos manteniendo las posiciones cortas del fondo en deuda pública europea debido al riesgo político existente, la mejora del crecimiento y el dinamismo económico que sigue mostrando el viejo continente. De esta forma, la duración total del fondo sigue siendo relativamente baja, pero también tiene en cuenta la posibilidad de que surjan decepciones en EE. UU.
En cuanto al resto de regiones, soy muy optimista sobre la India. A pesar de la volatilidad reciente a consecuencia de la política de desmonetización, creo que la coyuntura económica y política a largo plazo es favorable. Estructuralmente, la India no tiene mucha deuda denominada en dólares, mientras que el gobierno actual apuesta claramente por promover la actividad empresarial y ha conseguido pisar el acelerador de las reformas durante el último año aproximadamente.
Deuda corporativa
Con el tiempo, los factores que más impulsan las rentabilidades cambian dependiendo de las oportunidades y riesgos que detecta mi equipo. Cuando pusimos en marcha la estrategia, la deuda corporativa ofrecía un gran atractivo después de la crisis financiera. En los años en los que las condiciones macroeconómicas se deterioraron, generamos la mayor parte de la rentabilidad del fondo con apuestas macro en duración, antes de volver a dar más peso a la deuda corporativa durante los siguientes años.
Generar valor con la deuda corporativa sigue siendo fundamental y, en este sentido, hemos incorporado varias inversiones nuevas durante el pasado año para mejorar las rentabilidades y diversificar el riesgo, como posiciones en bonos convertibles de empresas extractoras de oro, así como posiciones en deuda pública india. El equipo sigue incorporando inversiones en áreas más especializadas del mercado, por ejemplo los pubs británicos.
La diversificación en una extensa gama de títulos de renta fija, regiones y vencimientos, así como en un amplio espectro de calificaciones crediticias, desde investment grade hasta high yield, ha sido otro factor positivo para el fondo (véase gráfico debajo).
Desglose de la atribución histórica de las rentabilidades anuales totales del fondo
La capacidad para invertir en cualquier mercado me permite fusionar la selección de títulos por fundamentales con una asignación de activos macro más estratégica en diferentes países y sectores.
En mi opinión, es esta libertad, junto con un enfoque riguroso del análisis crediticio, la que ha permitido al fondo aportar valor frente a un conjunto de fondos de renta fija tradicionales, además de labrarse un historial de rentabilidad atractivo que le ha llevado a batir a su categoría de fondos desde el lanzamiento.
Tribuna de Ariel Bezalel, gestor del fondo Jupiter Dynamic Bond.