Se abre el año 2017 con una nueva reforma tributaria -para no perder la costumbre colombiana de tener el récord mundial en reformas tributarias “estructurales” aprobadas cada dos años -, y es importante mencionar los efectos que, desde el punto de vista del consumidor final, puede tener este hecho.
Ya existe suficiente ilustración sobre las consecuencias que en las cuentas fiscales del país tendrá la reforma, y en el recaudo que traerá la misma. Pero el consumidor final sí va a ser afectado y en gran medida por los efectos de la nueva ley.
En primer lugar, está el aumento del IVA en tres puntos, que, si bien deja con tributación cero a un grupo de bienes y servicios, sí toca a otros que son de alto consumo para una persona del común en su día a día. Obviamente, un aumento del impuesto con un reajuste de precios debido a inflación, sube el valor final al comprador el cual, inmediatamente, sentirá una sensación de pobreza, que lo llevará a restringir el consumo de ciertas cosas. Para evitar los malos entendidos: obviamente un mayor impuesto deja menos recursos en los bolsillos de las personas y en ese sentido sí tienen menos capacidad de compra, pero la sensación de pobreza experimentada, puede ser mayor al impacto propio del impuesto.
Esta es una acción natural de todo ser humano, ampliamente estudiada por ciencias como la psicología y las neurociencias, que han encontrado que todos los humanos, ante una sensación de pobreza, prefieren tomar decisiones económicas muchos más cautas (este efecto se ve también, por ejemplo, cuando bajan los precios de activos financieros o como cuando bajó el precio de la vivienda en USA tras la crisis de 2008…¿o por qué creen que el consumo norteamericano no reaccionaba a pesar de las toneladas de dinero que inyectó la Fed a la economía?).
Pero el efecto impositivo es mucho más complejo: muchas personas naturales también verán afectado su impuesto de renta (pagando más desde este año), por lo que el impacto podría ser aún mayor. Si bien el gran titular fue que no se tocó la tabla del impuesto de renta y que no tributarán los colombianos de menores ingresos, sí hay una afectación que se debe mencionar: al disminuir el monto máximo de exenciones y deducciones que puede tomar un contribuyente para bajar su base gravable, muchos empezarán a pagar impuestos mayores. Una aclaración que se torna válida: la tabla de declaración de renta es sobre la base gravable, no sobre los ingresos brutos, por lo cual al tener una base gravable mayor (producto de lo explicado anteriormente), el impuesto será mayor.
Y no precisamente los de ingresos más altos serán los más afectados, pues estos contribuyentes ya en muchos casos veían un tope máximo de restas en sus bases gravables. Así las cosas, la mente del consumidor con el impacto de la reforma, jugará un papel fundamental en el desarrollo de algunas variables en los próximos meses.
Las posiciones expresadas son a título personal del autor, y no representan necesariamente la posición de Old Mutual sobre los temas tratados.
Opinión de Manuel García Ospina, vicepresidente de wealth management de Old Mutual Colombia.