El profesor estadounidense Campbell Harvey descubrió que los fondos de pensiones pierden miles de millones al reequilibrar automáticamente sus carteras. Casi la mitad de los hogares estadounidenses tienen cuentas de jubilación individuales. Varios millones más participan en planes públicos de pensiones o planes de jubilación con beneficios empresariales.
Es probable que en ese país de Norteamérica, quienes forman parte de este grupo tengan sus aportes jubilatorios asignados con un objetivo específico, como un 60% en acciones (renta variable) y un 40% en títulos de renta fija (bonos). Sin embargo, a medida que cambian los valores de los activos, las carteras 60/40 pueden desequilibrarse (por ejemplo, pasar a 65/35) simplemente debido al cambio en el valor de mercado de los activos subyacentes.
Cuando esto sucede, los fondos de pensiones necesitan “reequilibrar” sus carteras, lo que significa comprar o vender acciones, explica el profesor Campbell Harvey, de la Escuela de Negocios Duke Fuqua. Según él, la mayoría de los fondos tienen reglas automáticas para este reequilibrio. Pero este reequilibrio automático puede generar importantes pérdidas de inversión para los fondos de pensiones, como lo demuestra una nueva investigación en coautoría del profesor Harvey con Alessandro Melone, de la Universidad Estatal de Ohio, y Michele Mazzoleni, de Capital Group.
En el nuevo estudio, titulado “Las consecuencias no deseadas del reequilibrio”, los investigadores explican que la mayoría de los inversores institucionales reajustan sus carteras en períodos regulares –mensualmente (cuando los fondos necesitan liquidez para pagar beneficios) o trimestralmente– o cada vez que las carteras se alejan del ratio objetivo. Estos ajustes basados en calendarios o umbrales predefinidos crean señales predecibles para otros inversores, como los fondos de cobertura.
“Supongamos que el fondo de previsión se ha desviado a una proporción de 65/35. Necesita vender algunas acciones. Los operadores del mercado con un alto grado de sofisticación lo saben y comienzan a vender los mismos valores antes de tocar fondo (anticipan la negociación), reduciendo los precios de las acciones”, explica Harvey. “Esto significa que el fondo tiene que venderse a un precio más bajo, y los que sufren son los jubilados”.
Una estimación de los costos de reequilibrio
Los investigadores calcularon las desviaciones de una cartera 60/40 utilizando datos de mercado entre 1997 y 2023. Asumiendo métodos de reequilibrio basados en calendarios y umbrales (fáciles de calcular y disponibles en tiempo real), descubrieron que estos ajustes reducen significativamente los rendimientos de la cartera.
“El costo es económicamente significativo considerando que 20 billones de dólares en activos de jubilación en Estados Unidos están sujetos a reequilibrio”, dice Harvey. “El salario medio anual en Estados Unidos es de unos 63.700 dólares y los empleados ahorran alrededor del 7,4% de sus ingresos para la jubilación, aproximadamente 400 dólares al mes. Estimamos las pérdidas totales en 16 mil millones de dólares al año, lo que significa que, en promedio, cada jubilado pierde 200 dólares al año debido al reequilibrio automático, y nuestras estimaciones son conservadoras”, destaca Harvey. “Para muchos jubilados, esto equivale a perder un mes entero de cotizaciones, y en 24 años, esto representa el equivalente a dos años de cotizaciones”, añade.
Una reunión confidencial con gestoras de fondos de pensiones
Para validar sus hallazgos, los investigadores organizaron una mesa redonda con un grupo que representa una red global de fondos de pensiones públicos, que administran aproximadamente 2 billones de dólares en activos. Los participantes, incluidos los directores de inversiones, confirmaron que son conscientes de los costos asociados con políticas de reequilibrio predecibles.
Una fuente mencionó la dificultad de convencer al comité de inversiones para que cambie la política de reequilibrio. Mientras tanto, un fondo explicó que es más fácil dejar que sus “equipos alfa” (responsables de generar rendimientos superiores) exploten la previsibilidad del reequilibrio automático. «Es extraordinario que un fondo de pensiones anticipe efectivamente sus propias operaciones y también las de otros fondos de pensiones», comentó Harvey.
Hacer que el reequilibrio sea menos predecible
Los investigadores destacan que el reequilibrio es esencial para mantener la diversificación de la cartera y gestionar los riesgos. “Sin reequilibrio, una cartera equilibrada de acciones y bonos 60/40 podría virar hacia 80/20 en aproximadamente 10 años”, señalan. Sin embargo, los autores afirman que el reequilibrio mecánico es “imprudente” y genera costes innecesarios.
«El problema es que las negociaciones son predecibles», explica Harvey. “Estos fondos gestionan billones de dólares y sus acciones pueden mover el mercado. “Nunca es buena idea anunciar tu operación con antelación. Algunos inversores saben que los fondos de pensiones comprarán o venderán y se anticipan al movimiento”, afirma.
Harvey señala que su estudio tiene como objetivo descubrir el problema y que se necesita más investigación para desarrollar soluciones. Pero subraya que no es difícil resolver esta cuestión. “¿Por qué no hacer que el reequilibrio sea menos predecible? Es necesario repensar este modelo de fin de mes o trimestre”.
Esta historia no puede volver a publicarse sin el permiso de la Escuela de Negocios Fuqua de la Universidad de Duke. Por favor contacte a bruno.saviotti@viveiros.com.br para obtener información adicional.
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La Escuela de Negocios Duke Fuqua es una institución privada ubicada en Durham, Carolina del Norte, considerada por Bloomberg como una de las escuelas de negocios líderes en el mundo. Logró gran relevancia al traer vidas e investigaciones sobre temas que anticipan temas de la economía mundial, negocios, finanzas, marketing, entre otros temas.