La esperada aprobación del ETF de bitcoin por parte del regulador estadounidense marca un hito en la evolución del sector de las criptomonedas. Este evento puede llevar a muchos inversores tradicionales a volcarse finalmente hacia estos activos digitales en 2024.
Junto con otros avances del sector, como la implementación de estrictas medidas de compliance y regulatorias, se refuerza la confianza de los inversores y se prepara también el terreno para una mayor adopción de las criptomonedas por parte de los inversores institucionales. Con las instituciones financieras ahora habilitadas para invertir en bitcoin de manera más ágil y regulada, podríamos ver un flujo constante de capital institucional hacia el mercado de criptomonedas. Además, a medida que se acerca la fecha del halving de bitcoin -prevista para aproximadamente el 12 de abril del 2024-, la especulación sobre el precio futuro comienza a incrementar.
Todos nuestros indicadores de referencia en CommonSense nos auguran un buen punto de partida para el bitcoin, aunque, como es habitual, puede venir acompañado con períodos de alta volatilidad. Nuestro pronóstico del precio del bitcoin al 31 de diciembre de 2024, es que no esperamos un precio inferior a 35.000 dólares ni superior a 378.000 dólares.
La aprobación del ETF de bitcoin también tendrá implicaciones significativas para las altcoins (todas aquellas criptomonedas que no son bitcoin). Durante 2024 esperamos que los inversores empiecen a volcarse hacia estos cripto activos de mayor riesgo, proyectos más precoces y algunos de ellos con gran proyección en el medio plazo.
Los matices de los ETFs americanos en los mercados europeos
Al igual que ocurre con el resto de fondos cotizados, estos ETFs americanos de bitcoin van a necesitar de un KID number para poder ser comercializados en Europa. Este número, que atiende a la normativa europea (ESMA), básicamente aporta información sobre el fondo. Muchos de estos ETFs americanos no cumplen esta norma, así pues para que un inversor europeo no profesional pueda comprar estos ETFs de bitcoin tendrá que disponer de este número de acuerdo a la normativa europea.
Esta cuestión normativa pone al inversor europeo en una desventaja porque solo le permite acceder a una tipología de producto que es el que está aprobado por el regulador europeo, provocando que el inversor de aquí acabe comprando un producto un poco más caro que su versión original y con menos volumen. Digamos que el inversor retail no puede comprar la mayoría de ETFs americanos que se aprobaron la semana pasada en Estados Unidos. No obstante, normalmente las gestoras más grandes, como es el caso de BlackRock, suelen sacar una versión europea del ETF, que suele ser el mismo producto pero permitido para cotizar en una bolsa europea, como el Euronext o Xetra.
En resumen, la aprobación del ETF de bitcoin representa un paso adelante en la integración de las criptomonedas en los mercados financieros tradicionales. Aunque no está exento de desafíos, este hito allanará el camino para una adopción más amplia y establecer nuevas oportunidades para los inversores y proyectos dentro del sector cripto.
Tribuna de Eduardo Forte, CEO y cofundador de CommonSense.