Es probable que la Reserva Federal eleve los tipos de interés antes de final de año. En Nikko AM, pensamos que esto podría ocurrir ya en septiembre y que podría haber una segunda subida poco después, posiblemente, también antes de que acabe 2015. Sin embargo, creemos que esto tendrá un efecto mínimo sobre los bonos estadounidense a largo plazo, incluyendo los bonos del Tesoro a 10 años, que continuarán moviéndose en gran medida por lo que hagan los bonos alemanes.
La Fed ha declarado que aumentará los tipos de forma gradual y esto seguirá dependiendo de los datos. Si las cifras económicas comienza a deteriorarse tras el primer incremento desde 2006, esto podría desviar a la Fed de sus previsiones, pero si la economía de Estados Unidos sigue fortaleciéndose, podríamos ver subidas de tipos más rápidas de lo que el mercado descuenta. De cualquier manera, el impacto en los bonos del Tesoro a 10 años y el extremo más largo de la curva de rendimiento de EE.UU. se atenuará por las bajas rentabilidades de la deuda en Europa y Japón, dos países que tratan de reactivar sus economías mediante programas de expansión cuantitativa.
El QE ayudará a mantener a la baja el euro y el yen y al alza al dólar, algo que podría limitar de alguna manera el crecimiento de la economía estadounidense y hace que la subida de tipos vaya a ser solamente gradual. El riesgo de este escenario es que si la situación en Europa mejora de forma inesperada, la rentabilidad de los bonos europeos subirá y tras eso, la de los bonos de Estados Unidos, algo que podría debilitar al dólar. Sin embargo, en nuestra opinión, esto es poco probable, sobre todo dada la persistencia de la crisis griega.
Ligados a Alemania
El movimiento en la rentabilidad de los bonos estadounidenses en lo que va de año pone de relieve sus estrechos vínculos tanto con Europa, a través de la deuda alemana, como con las materias primas, especialmente con los precios de la energía. En la primera parte de 2014, los bonos estadounidenses a 10 años cayeron inmediatamente después del movimiento bajista de la rentabilidad de los bonos alemanes, ya que el mercado anticipó el inicio inminente del QE en Europa.
Las expectativas y la puesta en marcha de un programa de expansión cuantitativa en Europa puso presión alcista en el dólar, sobre todo desde que la Fed abandono su propio QE y los fuertes datos de la economía aumentaron las probabilidades de una subida de tipos en 2015. Esto permitió a la deuda del Tesoro a 10 años a permanecer bien respaldada, alcanzando un mínimo en su rentabilidad en el nivel de 1,60% cuando el precio del petróleo se derrumbó (ver gráfico 1).
La evolución de 2015 se revirtió rápidamente cuando los precios del petróleo comenzaron a subir de nuevo. Entonces, la deuda del Tesoro estadounidense sufrió un segundo revés en mayo cuando la deuda alemana subió gracias a la fortaleza de la cifra de la inflación en Europa. La estabilización de los bunds alemanes vista después ha mantenido los bonos del Tesoro a 10 años cotizando en un estrecho rango entre 2,20% y 2,50%.
El hecho de que la Fed esté a punto de subir los tipos de interés no tendrá mucho impacto en la deuda a 10 años, que está más ligada a los movimientos del bund alemán. Esto está dando lugar a un aplanamiento de la curva de rendimiento de Estados Unidos, ya que los tipos a corto plazo están subiendo a la espera de que la Fed suba los tipos de interés oficiales.
Muchos analistas del mercado han comparado la subida de la deuda japonesa a 10 años ocurrida en junio de 2003 con la oleada de ventas de los bunds a 10 años de Alemania, vista desde mayo.
Actualmente estamos viendo un patrón similar y los bonos del Tesoro estadounidesne se están viendo más afectados por la deuda pública alemana que por las expectativas de tipos de interés de la Fed. En nuestra opinión, esto se debe a la prima de los bonos del Tesoro en comparación con la de los bunds.
La clave es prima por plazo o term premium
La rentabilidad de la deuda del Tesoro proviene de dos componentes: las expectativas de la trayectoria futura de sus rendimientos a corto plazo y la prima por plazo. En el taper tantrum de 2013, hubo un aumento drástico en la prima de plazo para los bonos del Tesoro a casi el 2,5%, mientras que en 2014 el rally de los bunds alemanes lo vio caer otra vez. La reciente ola de ventas la ha rebajado a una tasa muy baja, de 0,5%.
Es probable que cualquier oleada de ventas en la deuda estadounidense provoque un aumento de la prima por plazo o term premium. Los bonos del tesoro de Estados Unidos son actualmente relativamente atractivos en comparación con otros deuda soberanas, incluido la alemana que ofrece una rentabilida mucho más baja. Cualquier aumento en la rentabilidad de los bonos estadounidesnses a 10 años, es probable que se deba más a un aumento de los tipos de interés en los mercados extranjeros que a la Fed.
Tribuna de opinión de Roger Bridges, jefe de estrategia global de Nikko AM para tipos de interés y divisa.