En este artículo vamos a transmitir nuestra opinión sobre el entorno económico actual, nuestras perspectivas de inversión y cómo nos estamos preparando para las posibles actuaciones por parte de los bancos centrales en los próximos meses.
En Estados Unidos los dos retos que más preocupan actualmente son los debates sobre el déficit y la reducción de los estímulos fiscales. Los debates sobre el déficit se han prorrogado hasta febrero de 2014, cuando deberán aprobar el nuevo techo de deuda. En octubre los demócratas y republicanos llegaron a un acuerdo parcial para reabrir el Gobierno. El pacto permitió elevar el límite hasta mediados de febrero y desbloquear el presupuesto federal para reabrir la Administración hasta el 15 de enero. Pero Estados Unidos podría llegar al techo de la deuda de nuevo a principios de febrero, por tanto, mientras no lleguen a un acuerdo, se va a generar volatilidad e incertidumbre en los mercados.
Estados Unidos será el primer país en subir los tipos de interés ya que la Reserva Federal ya ha empezado a reducir los estímulos. Janet Yellen sustituyó a Bernanke al mando de la Fed y va a seguir adoptando una política muy similar. Yellen defiende la política actual de recompra de bonos mientras la recuperación económica siga siendo frágil. No obstante, el programa de compra de deuda no va a durar para siempre, creemos que la Fed irá reduciendo los estímulos y que la primera subida de tipos será en 2015.
Por lo tanto, estamos desinvertiendo de la renta fija americana, sobre todo de los bonos con larga duración, y aumentando la exposición a renta variable americana en empresas que vean beneficiadas sus inversiones por una posible subida de los tipos de interés. Ejemplos de estas empresas pueden ser aseguradoras que generen mucho flotante, bancos con gran cantidad de depósitos o empresas que generen mucha caja.
La recuperación económica en Europa irá consolidándose en 2014, pero con un crecimiento a dos velocidades. Esta diferencia de crecimientos es el principal riesgo en la zona euro actualmente. Por un lado, Alemania con un crecimiento del PIB esperado del 1,4% para 2014, según datos del FMI. Alemania y Europa central podrían querer un cambio de política del Banco Central Europeo a final del 2014, para que suban los tipos de interés y frenar sus presiones inflacionistas. Además, el paro en Alemania es el más bajo en los últimos 10 años, alrededor del 5,5%, lo que provoca que tampoco haya incentivos por parte del desempleo para continuar con la política de tipos de interés bajos.
Por otro lado, se encuentran los países periféricos, como Italia, España y Portugal, que este año tienen crecimientos del PIB negativos y que se espera que sean ligeramente positivos el año que viene. Estos prefieren mantener la política de bajos tipos de interés para terminar de sanear sus empresas. Prevemos que el Banco Central Europeo va a continuar con las políticas de relajación monetaria para impulsar el crecimiento de los países periféricos, con bajos tipos de interés y aportando mucha liquidez al sistema.
Por tanto, vamos a reducir la exposición a renta fija de larga duración e invertir en la parte corta de la curva para evitar el riesgo de una posible subida de los tipos de interés en el medio plazo. En renta variable, vamos a aumentar la posición en empresas europeas, que se verán favorecidas por un euro más débil, ya que serán más competitivas.
En Abaco Capital apostamos por un dólar fuerte respecto al euro. La recuperación de la economía americana se ve cada vez de forma más clara y empieza a verse la retirada de estímulos del país. Impulsado por un crecimiento esperado del PIB para 2014 alrededor del 2,58%, según datos del FMI, la bajada del desempleo a niveles del 7% y la reactivación del sector inmobiliario.
En conclusión, cuando Estados Unidos retire los estímulos a la economía y deje de comprar 85.000 millones de dólares al mes en bonos del tesoro americano –un primer paso que ya se ha dado recientemente- y el Banco Central Europeo mantenga los tipos de interés bajos, provocará una apreciación del dólar respecto al euro.
En Japón se han realizado reformas estructurales y estímulos monetarios y fiscales para poner fin así a dos décadas de dificultades económicas y salir de la espiral de deflación. A principios de 2013, el Banco de Japón aplicó una política económica expansiva, inyectando liquidez en el sistema, bajando los tipos de interés y con un objetivo de inflación del 2%. Prevemos que va a continuar con esta política hasta que alcance un crecimiento suficientemente sostenible.