En el último bienio se ha producido un alza en el sector de los artículos de lujo, a medida que prosigue la expansión de la economía mundial. Las ventas en China siguen una tendencia al alza con un repunte del crecimiento en Japón y en Europa. Las valoraciones también son interesantes: el sector exhibe un ratio precio/beneficio (PER) que ronda las 23 veces, aunque si se excluye Hermès, cuyo elevado PER de 40,53 distorsiona el resultado, el PER es de 20-21. Este múltiplo se compara con un intervalo histórico de 18-20 veces.
En los artículos de lujo, se han dado valores ganadores y perdedores. La joyería ha superado en rentabilidad a la relojería, y en todos los espectros, salvo en contados casos, las marcas francesas han revelado mejor comportamiento que las italianas.
Kering fue la empresa cuyos resultados despuntaron el año pasado, con François-Henri Pinault al mando. Su éxito se debe en gran parte al nuevo director general de Gucci, Marco Bizzari, y a un nuevo director creativo, Alessandro Michele. Este equipo transformó la marca de la empresa y lanzó nuevos productos, lo que desembocó un impresionante crecimiento de las ventas.
LVMH, con 70 marcas y la mejor dirección de su categoría, siguió cosechando buenos resultados. El consejero delegado, Bernard Arnault, y el director financiero, Jean-Jacques Guiony, impulsaron el grupo hacia la expansión de una serie de adquisiciones acertadas y rentables para producir una rentabilidad sistemática, a pesar incluso de la opinión de los pesimistas que afirmaban que esas adquisiciones eran demasiado caras.
La rentabilidad del sector muestra que este ámbito de la distribución minorista ha experimentado una recuperación en cuanto a su volumen. El volumen se antepone al precio; por tanto, si persiste la estabilidad económica y los acontecimientos geopolíticos no se desvían de la tendencia, deberíamos asistir a una cierta vuelta del poder de fijación de los precios. Por ejemplo, ¿cuánto pagaría una persona por un bolso? Según algunos artículos periodísticos, un bolso de segunda mano se vendió por 380.000 dólares en Christies, en Hong Kong. Por tanto, es posible que el poder de fijación de los precios ya haya llegado.
Principales riesgos
Existen tres riesgos fundamentales en cuanto al crecimiento futuro del sector. China representa el primero. En el año 2012, cuando el presidente Xi Jinping prohibió las dádivas extravagantes en las operaciones comerciales, las ventas de relojes sufrieron un revés; en algunas zonas, estos «regalos» representaban un 30% del mercado. Desde esta prohibición, el mercado se ha normalizado, pero resulta poco probable que volvamos a los máximos anteriores. Si en China se repite este tipo de medidas, los efectos serían igual de perniciosos. Sin embargo, dado que el Gobierno chino se centra más en el consumidor, parece poco probable que volvamos a esta situación.
En segundo lugar, se está produciendo una rotación hacia las experiencias de lujo en detrimento de la propiedad. Los viajes constituyen un sector especialmente agraciado, una tendencia que podría suponer una amenaza para las ventas de los artículos de lujo. Ahora bien, estos se encuentran más afectados por la amenaza de la desestabilización geopolítica o las alarmas sanitarias.
En tercer lugar, las modas cambian. El temor de los fabricantes de artículos de lujo estriba en que el consumidor ya no muestre predilección por los productos de una marca. Por suerte, estos cambios están claramente señalizados y el ciclo de esta moda cuenta con un recorrido razonablemente largo.
Fusiones y adquisiciones
Kering, LVMH y otros valores han demostrado que la agregación de marcas en una empresa produce economías de escala, lo que catapulta las ventas y la rentabilidad. Por tanto, prevemos la salida masiva en algunos valores pequeños (el proceso de consolidación propicia que el sector tenga robustez y madurez para asegurar el éxito de la inversión).
Estrategia de futuro
Hemos sido testigos de la expansión de algunas empresas en determinadas áreas lucrativas de la moda, como la entrada de Moncler en los artículos de punto, y conviene vigilar esta tendencia. Asimismo, las nuevas ideas del equipo directivo entrante también pueden favorecer a algunas empresas. Por ejemplo, la colección «Genius» de Moncler dada a conocer en la Semana de la Moda de Milán rompe con el ritmo de nuevos lanzamientos en el sector, dos veces al año, para presentar colecciones una vez al mes.
Apostamos por que la joyería seguirá superando a la relojería, y observamos signos prometedores de innovación en esta área. Se espera que Pandora, conocida por las pulseras y los abalorios en plata, saque su nueva colección «Shine» de joyería bañada en oro, que puede atraer a nuevos compradores así como a los clientes existentes.
Por último, estamos también observando los accesorios de lujo (moda y marroquinería de alta gama), que aprovechan un periodo intenso y continuo de auge.
Ann Steele es gestora de carteras senior de renta variable europea de Columbia Threadneedle.