A veces surgen datos interesantes de evaluar en los mercados financieros, que brindan una nueva perspectiva de la actividad de los mismos. El que me llamó recientemente la atención fue el valor global de los activos de financieros, que para el año 2012 se estimó en 209 trillones de dólares. Esto es cerca de cuatro veces el valor de los activos financieros en 1990, cuando su valor era de 51 trillones de dólares.
Me sorprendió sobremanera el crecimiento que ha tenido dentro de este número, el valor de la deuda pública vigente, que totaliza cerca de 45 trillones de dólares, que se ha convertido en el activo de más rápido crecimiento en monto a nivel global. Las acciones en conjunto valen cerca de 52 trillones de dólares, y si bien siguen siendo el activo más grande e importante, comenzaron 1990 de una base mayor, por lo cual su crecimiento ha sido más moderado.
Pero la deuda pública muestra la realidad que viene enfrentando el mundo, y es que cada vez encontramos países más endeudados, que han recurrido a los mercados financieros para poder cubrir las obligaciones derivadas de gastos crecientes, desregulaciones en muchos sectores, y una falta absoluta de claridad para cuadrar las finanzas públicas. No se puede explicar de otra forma el valor alcanzado por la deuda pública en todo este tiempo.
Obviamente los países desarrollados han tenido una gran explicación de este fenómeno, pues han venido recurriendo recientemente a emisiones más grandes para financiar los costos que desató la crisis de 2008. Pero eso no lo es todo: los jugadores más grandes en inversiones a nivel internacional son los fondos de pensiones que, en conjunto, tienen algo más de 33 trillones de dólares en activos; seguidos con los fondos mutuos con 26 trillones. Un estudio muy reciente de la firma Towers Watson, mostró que entre 1995 y 2012, la participación de los bonos dentro de los portafolios de los fondos de pensiones ha pasado del 40% al 33%, y parece ser que van a seguir con tendencia decreciente. Esto es lógico, pues los bonos dan cada vez menor tasa, y la obligación de un fondo de pensiones es, precisamente, pensionar gente. Con tasas de Tesoros a 10 años en el 2%, no lo van a lograr nunca.
Por eso dije que, a veces, los datos sorprenden; pues estamos enfrentados a una realidad bien compleja: los bonos se van a tener que seguir vendiendo, pero no se sabe los compradores hasta cuando los querrán seguir comprando. Esto justificaría, por ejemplo, que siguieran por un buen tiempo las expansiones monetarias de muchos bancos centrales que se convierten en un comprador clave en momentos en que otros agentes no lo quieren hacer. Con las consecuencias que esto tendría para otras variables, como inflación o, más recientemente, se ha especulado de una burbuja de los bonos corporativos.
Sea lo que sea, lo cierto es que esta dinámica que hemos visto en los últimos años dista de ser la perfecta para el mercado, y podría estar creando complicaciones que aún no se vislumbran…pero así comenzaron todos los problemas del mercado alguna vez, como una suposición que parecía sin fundamento.