¿Recuerdan la historia de los ciegos y el elefante? Un hombre agarrala cola; otro, el tronco; otro, un colmillo y sin embargo nadie sabe cómo es el animal. El riesgo de liquidez es como elelefante. Es fácil no entenderlo bien y administrarlo mal.
No es que los inversores no sean conscientes del riesgo. Los gestores de renta fija prestan cada vez más atención a la liquidez, y parte de lo que están haciendo y recomendando a sus clientes es bueno. Pero, como hemos señalado con anterioridad, hay muchas razones por las que la liquidez ha huído del mercado de bonos y existen varias tendencias que podrían hacer que la situación empeore.
Los gestores que no entienden todas las implicaciones del riesgo o que solo adoptan un enfoque sistemático en la gestión de la liquidez en los portafolios de sus clientes, están jugando a un juego peligroso.
Pero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de no ver el panorama al completo? Aquí van un par de ejemplos.
Centrar la atención en los traders no en el trading
Algunos gestores ven la disminución del iquidez en el mercado de bonos, ante todo, como una cuestión regulatoria. En otras palabras, lo atribuyen a las nuevas normas que exigen a los bancos mantener más capital y limitan su capacidad de negociar en para su cuenta propia.
No hay duda de que estos cambios han reducido la liquidez del mercado, aunque no son la única razón. Aún así, muchos gestores estiman que pueden hacer frente a ella ampliando su grupo de potenciales contrapartes de trading. Esto significa utilizar los brokers más pequeños para complementar el número de proveedores de liquidez más tradicionales, como los bancos y los operadores primarios.
No hay ningún problema con este enfoque, pero no va lo suficientemente lejos. Desde nuestro punto de vista, lo mejor que pueden hacer las firmas en relación a las fuentes de liquidez es reforzar sus propias filas comerciales.
Dado que los bancos desempeñan ahora un papel más pequeño en la negociación de bonos, es más importante que nunca contar con traders cualificados y con experiencia para encontrar liquidez cuando es escasa y aprovechar las oportunidades que esto puede ofrecer. En el pasado, los operadores de firmas en el buy-side tendían simplemente a ejecutar órdenes. Ese enfoque no funcionará más.
Con el tiempo, la negociación electrónica, es decir, las plataformas de negociación «all-to-all» que pueden casar grandes órdenes de compradoresy vendedores pueden ayudar a abordar estas cuestiones. Pero la experiencia interna en trading es crítica.
Cash: ¿Oportunidad o coste de oportunidad?
Los gestores reconocen el valor de saber mantener efectivo en la mano en un entorno de baja liquidez. Pero gran parte de ellos la ve simplemente como una manera de satisfacer los reembolsos a un gran número de inversores que de repente quieren recuperar su dinero.
Ser capaces de satisfacer los reembolsos es importante, por supuesto. Pero centrarse sólo en esto, a menudo pasa por alto otro de los beneficios de tener efectivo: la capacidad de actuar con rapidez para aprovechar las ventajas cuando la liquidez cae. Cuando la liquidez se secó durante el «taper tantrum» en 2013, los inversores que consiguieron evitar las partes del mercado más concurridas y mantener algo de dinero en efectivo fueron capaces de lanzarse en picado y comprar activos a precios atractivos. Hay que pensar en ello como una compensación por la provisión de liquidez cuando tantos otros la necesitaban.
Por supuesto, con tasas de interés en niveles tan bajos, hay un coste de oportunidad asociado a tener dinero en efectivo. Pero hay una manera de compensar en parte la rentabilidad que esto elimina: utilizar derivados relativamente más líquidos para obtener exposición a valores «sintéticos».
Mirando más allá de la volatilidad
Después de haber soportado la extrema volatilidad de la crisis financiera mundial, no es de extrañar que muchos gestores hayan adoptado estrategias de «alerta de riesgo» y usen técnicas de gestión de la volatilidad o valor en riesgo (VaR) en un intento de garantizarse protección en las caídas.
Sabemos por qué este enfoque puede parecer atractivo a primera vista. Pero el número de inversores que utilizan estas estrategias se ha disparado en los últimos años. Eso significa que hay un montón de gente haciendo lo mismo al mismo tiempo. Los gestores que ven estas estrategias como la panacea no se dan cuenta de que su comportamiento puede agravar una crisis de liquidez.
¿Por qué? Porque cuando la volatilidad aumenta, los gestores que usan estas técnicas basadas en VaR en general tienen que vender activos para recortar el riesgo de sus portafolios. Eso puede ser malo para la rentabilidad individual y para ampliar la liquidez del mercado (vendes cuando todo el mundo lo hace).
Siempre es útil estar atento a la volatilidad en la gestión del riesgo. Pero un mejor enfoque, en nuestra opinión, es el que permite a los inversores comprar activos cuando se abaratan y venderlos cuando se aprecian. Esto sólo se puede hacer alargando el horizonte de inversión.
Navegar en el mercado de bonos hoy día requiere de un conocimiento profundo de la dinámica de la liquidez, tanto de los riesgos como de las posible oportunidades. Creemos que los gestores que solo están tanteando este problema en la oscuridad, tal y como hacían los ciegos que examinan al elefante, pueden encontrar dificultades para mantener el nivel de rentabilidad en llas carteras de sus clientes.
Columna de opinión de
Douglas J. Peebles, CIO de renta fija de AllianceBernstein, y Ashish Shah, director de Crédito Global.