El primer desafío que enfrenta cualquier inversor al construir una cartera es cómo darles sentido a miles de compañías, industrias y mercados en un mundo siempre cambiante. Hay varias maneras diferentes de hacerlo, cada una con sus propios beneficios.
El enfoque tradicional «top down» agrupa a las empresas por una amplia área de operación – finanzas o tecnología de la Información, por ejemplo – y analiza cómo los factores macroeconómicos como el crecimiento del PIB y la inflación pueden impulsar su rendimiento como grupo.
El enfoque «bottom-up» se centra en los fundamentales de una empresa, como la relación precio/beneficio, el rendimiento del capital, la cuota de mercado y el crecimiento de las ventas, identificando las empresas prometedoras de un sector sin examinar demasiado las condiciones del mercado y los indicadores económicos.
Y hoy en día existe una conciencia cada vez mayor de un tercer enfoque: uno que los inversores minoristas e institucionales orientados al futuro están utilizando cada vez más para basar su estrategia de inversión. Este enfoque da un paso más hacia atrás, observando primero las «megatendencias» globales que están remodelando el mundo ante nuestros ojos, y luego analizando cómo afectarán a las empresas a lo largo del tiempo. Esto se denomina inversión temática, y es una forma simple pero poderosa de construir carteras a largo plazo que podrían prosperar en un mundo de rápidos cambios.
¿Qué es la inversión temática?
La inversión temática es una especie de enfoque “top down” que se centra menos en los indicadores económicos tradicionales como la inflación y el crecimiento del PIB y da más énfasis a las tendencias estructurales a largo plazo en el mundo, que podrían impulsar el rendimiento de manera que los inversores tradicionales aún no pueden darse cuenta.
Éstas podrían ser geopolíticas, como el aumento del poder y la riqueza en las economías emergentes, o tecnológicas, como el impacto transformador de la tecnología disruptiva y la digitalización, o sociales, como la forma en que la aceleración de la urbanización expandirá las ciudades del mundo muchas veces en las próximas décadas. El cambio climático y la escasez de recursos es otra de esas «megatendencias» que se extenderá en cascada a través de las empresas globales en los próximos decenios, un cambio que un enfoque tradicional de inversión a corto plazo tal vez no pueda incorporar.
La visión global y a largo plazo de las inversiones temáticas no se ve limitada por las categorías geográficas o sectoriales de los enfoques de inversión tradicionales. Su objetivo es identificar las empresas, dondequiera que se encuentren en el mundo, que puedan estar en condiciones de beneficiarse de los temas emergentes que se desarrollarán a lo largo de años o incluso décadas, y no sólo en el próximo trimestre financiero.
Este enfoque de inversión con visión de futuro analiza la forma en que los cambios tectónicos aportarán a algunas empresas un gran éxito y a otras una lucha existencial. Las empresas líderes del mañana pueden ser desconocidas hoy en día, operando en áreas que llegarán a revolucionar algún aspecto de la vida cotidiana, ya sea la inteligencia artificial, la tecnología carbono neutral, los vehículos totalmente autónomos o los hogares inteligentes.
A la inversa, los ganadores de hoy -las empresas más grandes del mundo, preferidas sistemáticamente por los fondos ponderados por capitalización de mercado- pueden tener dificultades en un nuevo entorno de energía verde, transformación digital y tecnología disruptiva dirigido por los millennials.
Cómo capturar temas en las carteras de inversión
La inversión temática no es un concepto nuevo. Algunos inversores activos han practicado este enfoque durante décadas, utilizando un control de calidad basado en el ser humano y una selección dinámica de acciones. Esto ha ido acompañado a menudo de mayores costes de gestión y de una falta de transparencia. La novedad de la inversión temática en los últimos años es la democratización y la reducción de los costes de la estrategia: la introducción de tecnologías avanzadas y de vehículos de inversión pasiva de bajo coste en un espacio que antes estaba reservado a la gestión activa.
Lyxor se ha asociado con el gigante de la indexación y datos MSCI para crear un nuevo conjunto de índices que cubren algunas de las mayores tendencias de inversión temática de nuestro mundo. Estos combinan la supervisión humana activa, la implementación pasiva y las últimas tecnologías de ciencia de datos para construir carteras que deberían prosperar en el futuro, por una fracción del precio de la mayoría de los fondos activos estándar.
Los cinco nuevos ETFs temáticos cubren lo que creemos que son los temas de inversión emergentes más importantes de nuestra época: el crecimiento de la economía digital y la tecnología disruptiva, el cambio urbano con la movilidad del futuro y las ciudades inteligentes, y los hábitos de compra de millennials.
La economía digital se refiere a la actividad económica resultante de las conexiones digitales entre empresas, dispositivos y personas. Incluye áreas establecidas como el comercio electrónico, los pagos online y la publicidad digital, así como campos en rápido desarrollo como la ciberseguridad, la tecnología financiera (fintech) y la economía de intercambio.
Respecto a la movilidad futura, las revoluciones en el transporte han transformado el mundo en los últimos 300 años. La red de canales, la creación de los ferrocarriles, los barcos de vapor, la introducción de motores de combustión interna de gasolina y diésel en los coches, y la invención del vuelo fueron los mayores avances. La movilidad futura captura las siguientes etapas del transporte humano, que volverán a poner en marcha nuestras vidas.
Las ciudades ya albergan a la mitad de los habitantes de la Tierra, y se espera que otros 2.500 millones de personas se unan a ellas hasta 2050. El 90% de este aumento será en África y Asia. Las ciudades inteligentes abordan desafíos como la urbanización y el cambio climático con nuevas tecnologías como la automatización, el Internet de las Cosas y las redes inteligentes.
La nueva tecnología disruptiva ofrecerá soluciones más simples, más accesibles y a menudo más rentables para muchos de los mayores desafíos que enfrenta la humanidad. Esto es a veces llamado «la cuarta revolución industrial», una revolución que transformará la forma en que vivimos y trabajamos. Las empresas que adoptan la tecnología disruptiva tienen el poder de reinventarse a sí mismas y crear nuevos mercados.
Por último, los millennials o la Generación Y, como también se les conoce, están destinados a tener un enorme impacto en la economía mundial. Sus decisiones de gasto y ahorro significarán la desaparición de algunos modelos de negocio establecidos desde hace tiempo y el surgimiento de otros nuevos. Los millennials incluyen a los 2.400 millones de personas nacidas en los años 80 y 90. Constituyen casi un tercio de la población mundial y ya están tomando el relevo de los «baby boomers» y de la Generación X que impulsaron la economía en las últimas décadas.
Cada uno de nuestros ETFs temáticos combina el conocimiento humano, la ciencia de datos de vanguardia y las técnicas de inteligencia artificial de una manera única para identificar las empresas que más importan, y asegurar que su cartera se mantiene un paso por delante. Como proveedor pionero de ETF con una historia de innovación, hemos ido más allá para construir algunos fondos verdaderamente de vanguardia para una nueva mentalidad.
Tribuna de Pedro Coelho, responsable de ventas de productos de Lyxor ETF para España, Portugal y Latinoamérica