El número de personas que viajan en avión sigue aumentando, pese a la reciente desaceleración de la economía mundial y a otros factores externos que, en principio, podrían considerarse negativos. Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), el sector de las aerolíneas mantiene una tasa de crecimiento anual a largo plazo del 5,5%.
El fabricante de aviones Boeing estima que el tráfico aéreo crecerá más de un 4,5% anual durante los próximos veinte años y que la flota mundial de aviones duplicará su tamaño. Probablemente, los principales motores de este crecimiento seguirán siendo el aumento de las rentas y la expansión de las clases medias en los mercados emergentes.
Aunque estas cifras pintan un escenario favorable para las aerolíneas, comprar aviones sale caro. Hace años, las aerolíneas se financiaban principalmente con préstamos bancarios de bancos comerciales europeos, pero esta fuente empezó a agotarse tras la crisis financiera. La incertidumbre económica mundial y las crisis de la deuda soberana europea llevaron a algunos bancos a abandonar por completo el mercado y el acceso a este tipo de financiación se volvió aún más difícil después de que los bancos saneasen sus balances.
En este contexto, empezaron a ganar popularidad otras formas de financiación como el leasing operativo, un tipo de arrendamiento que consiste en que la aerolínea le alquila un avión a la empresa de leasing durante un determinado periodo de tiempo. Si las condiciones de mercado resultan favorables al vencimiento del contrato, la aerolínea puede negociar un nuevo arrendamiento; en caso contrario, puede devolver el avión.
Las empresas de leasing asumen dos riesgos: el primero, que la aerolínea siga siendo solvente, y el segundo, que el valor del avión en el mercado de segunda mano cumplirá las expectativas. El beneficio que obtienen por asumir estos riesgos es que la cantidad total pagada por el arrendamiento de la aeronave es superior al coste de comprarla directamente. Esto es cada vez más habitual: según la base de datos sobre flotas de CAPA – Centre for Aviation, la mitad de la flota mundial de aviones comerciales está sujeta a contratos de leasing.
Cómo convertir un avión en un activo de inversión
Las empresas de leasing suelen comprar los aviones directamente del fabricante. Al ser clientes importantes para estos, algunas de las firmas más grandes pueden negociar descuentos muy interesantes. Para financiar sus compras, utilizan tanto capital como deuda (es habitual una ratio préstamo-valor del 60-75%).
Con frecuencia, estas empresas crean fondos para atraer a inversores externos y así captar capital. En el Reino Unido, el primer fondo de arrendamiento de aeronaves se lanzó en 2010. En la actualidad, cinco de estos fondos cotizan en la bolsa de Londres (LSE) con una capitalización de mercado conjunta de 1.500 millones de libras. Estos fondos invierten en aviones de doble pasillo y se los alquilan a aerolíneas como Emirates, Etihad, Norwegian Air o Thai Airways, entre otras. Las empresas de leasing usan el dinero de los arrendamientos para repagar su deuda, cubrir los costes del fondo y distribuir dividendos.
La mayoría de los fondos que cotizan en la LSE invierten en el A380, un avión de fuselaje ancho que no es tan habitual y que acaba de aterrizar en el mercado secundario. Los aviones más comunes tienden a generar rentabilidades más bajas (o requieren endeudarse más para obtener las mismas rentabilidades) porque ya se conoce su valor en el mercado de segunda mano.
Cambios recientes
Hasta finales de 2017, no había finalizado ningún contrato de leasing del A380, por lo que el comportamiento de este avión en el mercado secundario era objeto de especulación. Actualmente, cinco contratos han vencido y los aviones han sido devueltos a sus respectivos dueños. Algunos fueron al desguace y se arrendaron solo los motores; y otro ha sido alquilado. Estos movimientos respaldan la solidez del mercado secundario del A380 de cara al futuro.
Airbus ha anunciado recientemente que tiene la intención de parar la producción de estos aviones en 2021. Emirates, su principal cliente, ha cancelado algunos pedidos dado que está teniendo dificultades para llenarlos en algunas rutas. Se está especulando sobre el efecto que tendrá en los fondos cotizados en la LSE. Algunos consideran que esta decisión podría impactar en los valores residuales, mientras que otros estiman que existe una mayor probabilidad de que Emirates los re-alquile para mantener la capacidad de su flota.
El arrendamiento de aeronaves es un negocio cada vez más competitivo. Las empresas de leasing pagan más por los aviones y las aerolíneas están negociando mejores condiciones contractuales, por lo que es más difícil mantener las rentabilidades a los niveles actuales. Para compensarlo, algunas empresas se están planteando adquirir aviones más antiguos para arrendárselos a contrapartes con menos calidad de crédito.
En nuestra opinión, invertir en leasing de aeronaves en el momento adecuado del ciclo puede mejorar la rentabilidad ajustada al riesgo de una cartera diversificada. No obstante, es importante seguir monitorizando los acuerdos alcanzados por las empresas de leasing, la salud del mercado secundario de aviones de doble pasillo y la solvencia de las aerolíneas.
Tribuna de Mike Brooks, responsable de multiactivos diversificados en Aberdeen Standard Investments