Contrariamente a lo que dicen los titulares de las noticias, creemos que la gestión activa tiene fuerza para sobrevivir. De hecho, cuando acabe el actual mercado alcista, la capacidad de generar retornos que batan a los índices será aún más importante. Muchos inversores se enfrentan a un creciente número de desafíos, desde los menores horizontes temporales hasta la mayor sensibilidad a los costes y aún más restricciones a la inversión. Los gestores activos tendrán que adaptar su enfoque de inversión para satisfacer las cambiantes demandas de los inversores.
¿Cuál es el valor de combinar la objetividad del análisis cuantitativo con el juicio subjetivo y humano involucrado en el análisis fundamental? Una gama de oportunidades más amplia, mayores niveles de convicción y posiblemente, mayor eficiencia. Es un poco como el uso de ‘cobots’, es decir, robots colaborativos que trabajan junto a las personas en las fábricas.
En un estudio realizado por investigadores del MIT en una fábrica de BMW, el trabajo en equipo de ‘cobots’ y trabajadores humanos redujo el tiempo de ociosidad de los trabajadores en un 85%. Las máquinas, o en el caso de la gestión de activos, los modelos cuantitativos, pueden analizar rápidamente cantidades masivas de datos, lo que ayuda a identificar oportunidades y riesgos.
Sin embargo, los modelos y las máquinas carecen a menudo de la flexibilidad o de la visión de los humanos para llegar a adoptar las mejores decisiones. La combinación de un análisis fundamental, que tiende a desempeñarse mejor en mercados volátiles y en torno a puntos de inflexión, con un análisis cuantitativo, que puede aprovechar distintos factores en los mercados de tendencias, crea una cartera que puede navegar en una amplia gama de entornos de mercado.
Algunos investment managers ya desarrollan esto desde hace años. A principios de este mes, sin embargo, la publicación Barron’s señaló un aumento en la tendencia de portfolio managers que combinan los conocimientos cuantitativos con el análisis fundamental, principalmente como una forma de mejorar el rendimiento y rebajar los costes.
En MFS tuvimos la previsión de hacer esto hace 16 años. Al combinar el análisis fundamental con el análisis cuantitativo altamente sistemático y un proceso de construcción de cartera basado en el riesgo, creamos nuestra capacidad que nosotros denominamos ‘Blended Research’, análisis combinado.
Nuestra capacidad provino de una perspectiva muy diferente. Fue fruto del desarrollo de productos avanzados, no la frustración con la gestión activa. Creemos que los inversores siempre quieren buscar alfa, y es probable que en un entorno de bajas rentabilidades, sea necesario.
Mediante el análisis combinado, hemos encontrado la oportunidad de desplegar nuestras habilidades de gestión activa fundamental de una manera que potencialmente puede abordar ciertos objetivos de inversión y proporcionar soluciones de gestión efectivas desde el punto de vista de los costes, que no se encuentran en los enfoques tradicionales de inversión.
¿Por qué ofrecer capacidades combinadas y fundamentales? En nuestra opinión, una capacidad combinada de análisis coexiste de forma muy sensata con nuestras estrategias fundamentales activas porque trae algo diferente a la mesa. Ciertamente, la combinación sistemática de dos procesos independientes de valoración de acciones -cuantificación fundamental y cuantitativa- ofrece fortalezas complementarias en la búsqueda de rendimientos ajustados al riesgo, especialmente para aquellos inversores con plazos cortos y límites más estrictos.
Pero para los inversores con horizontes temporales más largos y más flexibilidad de inversión, las estrategias activas fundamentales más tradicionales –con niveles típicamente más altos de riesgo activo y generación alfa a través de un ciclo de mercado– suelen ajustarse mejor.
Después de más de 90 años como gestores activos, no hay duda de que estamos comprometidos con nuestro oficio. Aún creemos que la gestión activa es la mejor manera de ayudar a los clientes a cumplir sus metas a largo plazo. Es probable que los días de un enfoque único para la gestión de inversiones hayan terminado. Aquellos gestores capaces de encontrar el enfoque de inversión adecuado a las necesidades de cada inversor individual estarán mejor posicionados para obtener buenos resultados.
Joseph C. Flaherty es CIO de riesgos de MFS Investment Management.