Una vigilante Reserva Federal estadounidense ha creado un entorno boyante para las bolsas. El índice S&P 500 va camino de registrar su año menos volátil desde 1964. Además, la volatilidad anticipada medida por el VIX está cerca de mínimos históricos.
Aunque la falta de volatilidad anticipada en el S&P 500 se refleja en el VIX, la distribución de los rendimientos que sugieren las opciones –que proporcionan estimaciones extremadamente eficientes de la evaluación del riesgo a corto plazo– indican que en el mercado no están sonando las alarmas sobre la probabilidad de una severa corrección a corto plazo.
Esto también es cierto para los mercados de renta variable de Europa, Reino Unido, Asia y en las economías de los países emergentes. Mientras el recurrente «está tranquilo, casi demasiado tranquilo» suele estar seguido por algún evento turbulento, las opciones indican que las condiciones pacíficas continuarán en casi todas partes por el momento y las bolsas seguirán con el mismo tono.
Las perspectivas para los bonos parecen mejores que para las acciones. Las opciones indican que los bonos del gobierno de Estados Unidos con vencimiento más largo tienen una relación de riesgo ‘upside-to-downside’ más alta que la renta variable, aunque la relación no indica un gran atractivo, ya que se sitúa justo por debajo de los niveles promedio a largo plazo. Esto sugiere que los riesgos para los bonos están elevando gradualmente los tipos reales, que tienen mucho menos impacto en el largo plazo de la curva de rendimientos que en el corto plazo, ya que los precios de las opciones también indican que los riesgos de inflación están contenidos.
El oro y el petróleo tienen un riesgo limitado de upside-to-downside, indican los precios de las opciones. Esto también es consistente con la probabilidad de que el riesgo de inflación pase desapercibido y de tener unas tasas reales más altas, lo que desafiaría los activos físicos como el oro y el petróleo.
Con la inflación de Estados Unidos en el 1,9% y una baja tasa de desempleo situada en el 4,4%, puede ser que el mercado crea que la Fed está, o planea estar, por delante de la curva, tras haber desaparecido el riesgo de una inflación desbocada que requeriría un ajuste agresivo.
Eso podría inclinar la economía hacia una desaceleración y hacer que las bolsas sufran una corrección. Pero dado que vemos un bajo riesgo inflacionista, no creemos que se vaya a producir un endurecimiento de corte agresivo que podría desbaratar el crecimiento económico. Esto es consistente con el denominado bajo riesgo de cola negativa para las acciones, tal como está implícito en los precios de las opciones.
Sin embargo, cualquier aumento gradual de las tasas reales también sería un contratiempo para las acciones, aunque ligero, tal y como indican los precios de las opciones.
Las opciones señalan que este no es el momento de adoptar riesgos exagerados debido, si acaso, a la falta de potencial alcista más que a la posibilidad de un gran retroceso en los mercados.
Las bolsas parecen estar operando bajo la premisa de que la baja volatilidad que ha impulsado la evolución en 2017 continuará sin disminuir. El mercado de opciones, sin embargo, parece estar más preocupado de que las subidas serán bastante limitadas durante algún tiempo y señalan un mayor riesgo de una trayectoria descendente más que ascendente.
Ashwin Alankar es director global de asignación de activos y gestión de riesgos en Janus Henderson Investors.