A medida que Estados Unidos se acerca a sus próximas elecciones, una infinidad de desafíos e incertidumbres se ciernen sobre el panorama político y económico. El electorado profundamente dividido, caracterizado por opiniones polarizadas y encuestas ajustadas, sienta las bases para un resultado electoral potencialmente polémico. Esta división no solo complica el proceso electoral, sino que también crea una incertidumbre significativa sobre cómo reaccionarán los mercados.
La creciente dependencia de los sistemas de votación por correo puede prolongar el proceso de conteo, oscureciendo aún más el panorama político. Esta incertidumbre se ve agravada por la posibilidad de reclamaciones en las votaciones a través de demandas y procesos legales, lo que podría llevar a una mayor volatilidad del mercado. Los inversores se ven atrapados lidiando con las implicaciones de estas incertidumbres, mientras intentan predecir el comportamiento del mercado en respuesta a los diferentes resultados electorales. Actualmente, Trump lidera las encuestas en Polymarket. Sin embargo, hay cuatro escenarios que valorar:
- Una victoria total de los republicanos en la presidencia y las dos cámaras del congreso (Senado y «House»), a esto se le llama el «Republican Sweep».
- Una victoria total de los demócratas en la presidencia y las dos cámaras del congreso «Democrat Sweep».
- Una victoria de los republlicanos en la presidencia y el senado, y de los demócratas en la cámara de representantes («House»).
- Una victoria de los demócratas en la presidencia y la cámara de representantes, y de los republicanos en el senado.
La respuesta del mercado al resultado de las elecciones también estará influenciada por los cambios de las políticas fiscales de cada partido. Se espera que una victoria republicana, particularmente bajo Trump, favorezca a ciertos sectores debido a las políticas fiscales acomodaticias y la eliminación de determinadas regulaciones. Los sectores clave que pueden beneficiarse incluyen:
- Energía tradicional: La posición de Donald Trump sobre la transición energética es bien conocida. La victoria republicana puede acabar con muchas trabas actuales a las nuevas prospecciones y aumentar la confianza del sector para que pueda aumentar su inversión.
- Industriales: una de las consecuencias del cambio en las políticas de transición energética sería un menor coste energético, que favorecería directamente al sector industrial. Las expectativas de expansión fiscal bajo una administración republicana probablemente llevarían también a un aumento en la demanda de bienes y servicios industriales.
- Defensa: ambas partes están incentivadas a gastar más en seguridad nacional, pero una victoria republicana podría llevar a aumentos aún mayores en el gasto en defensa.
- Farma, banca, inmobiliaria: son sectores con mucho peso de su negocio en EE.UU. y vía reducción de impuestos se beneficiarían relativamente más que otros.
Por el contrario, una victoria demócrata podría favorecer a los sectores alineados con políticas progresistas:
- Energía renovable: una administración demócrata priorizará las iniciativas contra el cambio climático (lnflation Reduction Act), lo que llevará a un aumento en las inversiones en energía renovable y tecnologías relacionadas con estas.
- Infraestructuras: la inversión en infraestructuras relacionadas con la transición energética y con salud deberían tener un impulso bajo mandato demócrata.
- Tecnología: aunque ambos partidos apoyan el avance tecnológico, una administración demócrata podría impulsar nuevas regulaciones que beneficien a las empresas tecnológicas con un enfoque en la responsabilidad social y la privacidad de los datos.
En el mercado de deuda soberana, una victoria demócrata parcial podría llevar a menores tasas de interés debido a la incertidumbre y crecimiento económico más lento. Sin embargo, una victoria republicana, con políticas fiscalmente expansivas, podría aumentar las tasas de interés debido a las expectativas de una mayor inflación y las tensiones geopolíticas.
El resultado de las elecciones tendrá un impacto significativo en el dólar. Una victoria republicana, con control tanto de la presidencia como del Congreso, se espera que fortalezca el dólar debido a la expansión fiscal. Una victoria demócrata total podría tener implicaciones mixtas, con posibles restricciones fiscales compensadas por el apoyo a la independencia de la Reserva Federal. Un gobierno dividido tendría efectos limitados, pero una presidencia de Kamala con un Congreso dividido podría ser negativa para el dólar por la incertidumbre política.
En conclusión, las próximas elecciones presentan unos complejos desafíos e incertidumbres que impactarán significativamente al mercado global tanto de renta fija como variable, afectando a determinados sectores mayormente, y al mercado de divisas. El electorado profundamente dividido, los potenciales diferentes resultados y las diversas implicaciones de estos crean un entorno volátil en el mes de noviembre. En última instancia, la capacidad de los mercados para navegar estas complejidades dependerá de la claridad de la dirección política y de la capacidad de respuesta de la Reserva Federal ante las condiciones económicas.
Tribuna de Jorge Borbón, analista de Ibercaja Gestión