En nuestra opinión, Estados Unidos y Europa se encuentran en fases distintas del ciclo crediticio. Las empresas estadounidenses presentan algunas de las características típicas del comportamiento de final del ciclo, entre ellas un deterioro de la calidad crediticia y operaciones más agresivas de fusión y adquisición que suelen venir acompañadas de fuertes emisiones de deuda y son menos “favorables a los titulares de bonos”. Por contra, las empresas europeas en generan se hallan en fase de recuperación, haciendo esfuerzos por sanear sus balances financieros y reconstruir los flujos de caja disponibles.
El impulso positivo en las condiciones crediticias en Europa se refleja en la evolución de las calificaciones. Como indica el gráfico siguiente, agosto supuso el tercer mes consecutivo en el que los ascensos de calificación superaban los descensos, y también el primer período de deriva sostenida de calificaciones positivas en Europa desde que estalló la crisis financiera.
La composición estructural de los índices de alto rendimiento a cada orilla del Atlántico también revela algunas diferencias importantes. De media, la composición del mercado europeo es de mayor calidad. El índice europeo tiene un mayor porcentaje de empresas con calificación BB (65% frente al 47% para EE.UU.) y más “ángeles caídos” (34% frente al 12% para EE.UU.)*.
Los “ángeles caídos” son empresas previamente calificadas con grado de inversión que han sido descendidas a grado high yield, generalmente debido a problemas específicos del sector o de la empresa. El estudio realizado por Moody’s sugiere que hay una posibilidad ligeramente más alta de que un “ángel caído” regrese a la calificación de investment grade (la denominada “estrella en ascenso”), a que un “ángel no caído” con calificación similar lo haga.
Chris Bullock es analista de Crédito y co-portfolio manager del Euro Corporate Bond Fund y Euro High Yield Bond Funds de Henderson.