¿Pueden salir beneficiados países como Brasil y Argentina (grandes exportadores de soja) de la pulseada entre los dos gigantes?
Hace una década, EE.UU. suministraba el 38% de la soja a China comparado con el 34% de Brasil. Ahora Brasil suministra el 57% de las importaciones chinas frente al 31% de EE.UU., según la Administración General de Aduanas de China. La soja es el primer producto en valor importado por China desde EE.UU. El año pasado fue por un monto superior a los 12.400 millones de dólares. En volumen, fueron 36 millones de toneladas.
En los últimos tres años China viene reduciendo sus compras de Estados Unidos, y elevando sus compras de soja de Brasil. Por otro lado, China autorizó la importación de 100.000 toneladas de aceite de soja procedentes de Argentina y ha ido liberando los aranceles a la importación de harinas de soja. También viene desarrollando numerables aperturas de plantas de etanol.
China importa unos 120 millones de toneladas de granos y oleaginosas por año donde la soja representa un 80% de volumen total. Asimismo, se estima que durante el 2018 importará un millón de toneladas de carne vacuna y 1,6 millones de toneladas de carne porcina. En el caso de la carne porcina China se autoabastece en un 97% y el restante 3% de importaciones está muy distribuido en varios países, por lo que el impacto en precios locales es insignificante.
La soja que China produce no va a la molienda, son porotos para tofu, comestibles y no modificados genéticamente. Los rendimientos son bajos, de alrededor de 1,7 toneladas por hectárea, y la rentabilidad está muy por debajo del maíz. No hay manera de que puedan reemplazar 20 o 30 millones de toneladas de importaciones de soja de los Estados Unidos. Produce solo el 4% de la oferta global de soja, alcanzando solo para cubrir seis semanas de su necesidad de consumo.
En conjunto, el esfuerzo arancelario en China, ha inflado el costo de la carne de cerdo de EUA en el país asiático en un 88%. Los márgenes de producción de cerdo de China están en su nivel más bajo de 5 años y los precios de cerdo en China en su nivel bajo de 4 años. En esencia, esto ayuda a la causa doméstica en China a mantener un producto con bajo precio para competir, mientras aumenta el soporte interno para el productor de cerdo en China.
Desde el inicio de la guerra comercial, los importadores de China iniciaron un movimiento de cancelaciones de contratos ya firmados para la importación de la soja estadounidense.
En cuanto a la logística internacional, la menor demanda de China por el poroto estadounidense se deriva a puertos del Brasil. La mayor demanda por el poroto de soja de dicho país hizo aumentar fuertemente el precio FOB de la oleaginosa en el puerto de Paranaguá
Obtener soja del productor brasilero se está convirtiendo en un problema. Entre 3.20 dólares y 4.65 dólares sale cada bushel de soja enviado a puerto como pago de flete debido a las nuevas tarifas. El costo de envío del productor al puerto en EUA es de $1.50. Esto presenta un problema para China y el productor brasilero. China tendrá que pujar en los puertos para obtener soja en niveles que estimule la venta del productor brasilero y este pierde una gran porción de los altos niveles de bases debido a las altas tarifas de fletes.
El día en que comenzó a regir el arancel chino del 25% para la soja importada desde los Estados Unidos, el valor de la oleaginosa trepó un 4,6% en la Bolsa de Chicago. El precio había caído al nivel más bajo de los últimos diez años. La tendencia de baja de la CBOT fue reafirmada en la jornada del lunes con una baja cercana a los 8 dólares/tn. Los fondos tienen ya casi 54 mil contratos vendidos. Sin noticias vinculadas a un acercamiento comercial entre China y Estados Unidos.
La Asociación de Productores de Soja de EE.UU. (American Soybean Association) volvió a solicitar, tal como vienen haciendo de manera sistemática en las últimas semanas, que el gobierno de Trump elimine el arancel adicional del 25% aplicado a productos industriales chinos para así evitar una represalia equivalente por parte de la nación asiática contra productos estadounidenses. La Comisión de Créditos para los Commodities (CCC) fundada por Roosevelt en 1933, dependiente del USDA está autorizada a generar líneas de asistencia por hasta U$S 30 mil millones para establecer, respaldar y proteger los ingresos y los precios de los productos agrícolas.
Hoy se habla de importación de soja de Estados Unidos a Brasil, teniendo como características la reorganización de ventas a China. Argentina ya contabiliza en sus libros soja de Estados Unidos. Las ventas en Brasil por parte de los productores llegan a casi el 78% de la cosecha contra 67% de la campaña anterior, en la Argentina se comercializó el 68% de la producción estimada en 36 millones de toneladas.
El diferencial de los precios de la soja de EE.UU. versus la del Mercosur debería cubrir al menos el costo del flete, seguros y Arancel Externo Común del Mercosur (10% del valor FOB). Parte de esa brecha podría arbitrarse circunstancialmente con importaciones argentinas de soja estadounidense –las cuales fueron habilitadas recientemente por el gobierno de Mauricio Macri– de manera tal de compensar el faltante de oferta generado por la sequía registrada en el ciclo 2017/18 (además de corregir el creciente déficit proteico del poroto argento).
En la Argentina, a diferencia de la soja ingresada de Paraguay, la proveniente de EE.UU. debe abonar un derecho de exportación extrazona del 8,0% sobre el valor FOB (por tratarse de una importación realizada por fuera del Mercosur). Y también un flete marítimo que actualmente se encuentra en torno a 28 dólares /tonelada. Considerando un valor FOB actual de referencia de 331 dólares /tonelada para el poroto estadounidense versus un FOB argentino de 365 dólares /tonelada, aún resta generar un diferencial de unos 20 dólares/tonelada para que puedan volver a arbitrarse ambas posiciones, es decir, para que pueda ser nuevamente viable económicamente la importación argentina de soja originada en EE.UU.
Al tratarse de una operación comprendida en el régimen de admisión temporaria, la normativa vigente permite deducir el costo total de importación del poroto de soja (CIF + aranceles) de la base imponible resultante de la venta externa de aceite, biodiesel y harina de soja (de manera tal que la retención sólo se aplica sobre el agregado de valor local y no sobre el insumo importado.
Ricardo Passero es Senior Risk Management Consultant en el área de Commodities para INTL FCStone Argentina