“Para lograr nuestra tan ansiada independencia financiera, es menester gestionar nuestra dependencia emocional en la toma de decisiones financieras”
Hace muy pocos días nos llega la noticia respecto a una gran pérdida para el mundo intelectual, me refiero al profesor Daniel Kahneman (1934-27/03/2024). Sus aportes son de enorme valor y su legado nos quedará para siempre en una obra fundamental, como en el caso del libro “Pensar rápido, pensar despacio” y también en otro más pequeño y muy poco conocido: “La falsa ilusión del éxito”.
En el primero, nos expone dos sistemas de nuestra mente y los llama Sistema 1 y Sistema 2. Así lo describe textualmente:
Sistema 1 “opera de manera rápida y automática, con poco o ningún esfuerzo y sin sensación de control voluntario”.
Sistema 2 “centra la atención en las actividades mentales, incluidos los cálculos complejos. Las operaciones del Sistema 2 están a menudo asociadas a la experiencia subjetiva de actuar, elegir y concentrarse”.
Luego el autor es más específico al expresar que “cuando pensamos en nosotros mismos, nos identificamos con el Sistema 2, con el yo consciente, racional, que tiene creencias, hace elecciones y decide qué pensar y qué hacer. Aunque el Sistema 2 crea estar donde está la acción, el protagonista del libro es el automático Sistema 1. Describo al Sistema 1 como el que, sin esfuerzo, genera impresiones y sentimientos que son las fuentes principales de las creencias explícitas y las elecciones deliberadas del sistema 2”.
Gracias a los aportes del profesor Kahneman, podemos mejorar la base de análisis respecto la insoslayable necesidad de una amplia alfabetización financiera que nos incluya a todos, desde la niñez hasta la edad adulta, y muy significativamente en la economía plateada.
Una posible guía es aquella que denomino como las 5 C :
-Conciencia: desde un marco reflexivo, un espacio de autoconocimiento, es menester lograr explorar nuestro nivel de responsabilidad en el manejo de finanzas personales y en nuestro mecanismo de toma de decisiones. Abarcando desde los gastos, consumos y endeudamiento hasta la imperiosa necesidad de ahorrar a lo largo de toda nuestra actividad profesional hasta nuestra etapa de retiro. Ahorro para objetivos de corto plazo, también mediano y largo plazo.
-Conocimiento: lo primero es conocernos a nosotros mismos, qué motivaciones tenemos, cómo decidimos, cómo organizamos nuestras finanzas. Es fundamental lograr la mayor certeza respecto nuestro perfil de inversor. Esto es, conocer nuestra preferencia y los instrumentos de ahorro e inversión disponibles a tal fin. Sea que transitemos una etapa de construcción de capital o de conservación, poder lograr claridad respecto los instrumentos pertinentes para cada etapa, sea que hablemos de un seguro de vida, con o sin ahorro, un seguro de retiro, fondos comunes de inversión, bonos, acciones ETF, etc.
Siempre debemos conocer nuestra tolerancia al riesgo, nuestra preferencia de plazos y nuestra necesidad primaria, repito: construir un capital o conservarlo, cuando ya lo acumulamos.
-Consideración: una vez que logramos conocer nuestra necesidad de gestión de finanzas personales, nuestro perfil de inversor, si iniciamos ahorro por goteo (construcción de capital) o ahorro de capital ya acumulado (conservación de capital), seguramente con el apoyo de asesores profesionales e idóneo debemos iniciar la selección de las mejores opciones. No se trata de un “ahorro aventura”, sino de canalizar nuestro flujo de dinero hacia instrumentos que los reconozcamos relacionados con nuestro tan personal perfil de tolerancia al riesgo.
-Compromiso: es muy personal y de estricto análisis individual lograr una actitud de compromiso con uno mismo que abarque toda la temática de gestión de finanzas personales, sea considerada como responsabilidad nuestra y no dejado al factor de aleatoriedad de la suerte. En finanzas personales, podemos tomar todo tipo de decisiones, pero lo que nunca podremos evitar son las consecuencias, una vez decidido. A veces, los errores de cálculo requieren tiempo, esfuerzo y paciencia para ser superados. Qué propósito le asignamos a nuestras finanzas personales…. Es una pregunta recurrente que siempre debemos hacernos y entonces reconocer el valor de protección personal y familiar a través de seguros de vida y retiro.
-Confirmación: una vez transitada cada etapa detallada precedentemente, debemos poner en acción nuestro plan bien concreto, habida cuenta todo el análisis previo. Seguramente logremos certezas respecto que no nos da lo mismo un instrumento de inversión que otro, un asesoramiento que otro, y ya podemos decidir de acuerdo a lo que creemos mejor para nosotros, nuestra familia, nuestros objetivos y nuestras necesidades. Así como cada uno de nosotros tiene un talle determinado de indumentaria y calzado, podemos conocer nuestro talle inversor, y nunca es lo mismo cualquier talle. Tener un plan de ahorro e inversión no significa nunca revisarlo y, si es necesario, hacer correcciones.
Iniciaba mi columna de opinión con mi reconocimiento al profesor Daniel Kahneman. Justamente las 5 C analizadas reconocen el funcionamiento del Sistema 1 y Sistema 2. Seguramente bajo la apariencia de sentirnos absolutamente racionales en nuestro esquema de toma de decisiones financieras, se esconden cuestiones emocionales que tratamos de soslayar.
Cierro con esta mirada textual del experto: “La mayoría de la gente es sumamente optimista la mayor parte del tiempo. Los estudios sobre cognición humana atribuyen este exceso de optimismo a numerosos motivos. Uno de los más poderosos es la tendencia de los individuos a exagerar el propio talento, a creer que están por encima de la media en su asignación de capacidades y habilidades positivas”.
Ernesto Scardigno
Financial coach
Productor Asesor de seguros Matriculado SSN
Magister Políticas Públicas