Conforme la gestión del dinero se vuelve cada vez más complicada, el énfasis debe permanecer en lo que funciona mejor a lo largo del tiempo, la convicción. Realizar una investigación fundamental robusta, examinando cuidadosamente las ideas y teniendo la paciencia de permitir que las buenas ideas se conviertan en buenas inversiones. Como se ha visto en los recientes titulares, sin embargo, algunos gestores activos están mejor posicionados que otros para ello.
A los gestores activos se les paga para tener convicción, para diferenciarse de su índice de referencia y perseguir retornos distinguiendo una buena inversión de una mala inversión. Esto no es tan simple como disponer de una ventaja en materia de información, algo que la tecnología ha destrozado al proporcionar a los inversores acceso instantáneo a la misma información. En lugar de ello, la convicción tiene que proceder del análisis de la ventaja – una ventaja decisiva que ayuda a los inversores a revelar oportunidades en el mercado y protegerse contra los riesgos que todavía no son obvios para el resto del mercado.
Un verdadero análisis de la ventaja requiere una perspectiva global a largo plazo, junto con una cultura que une todo por completo. Muchos gestores activos pueden desarrollar buenas ideas a través de un robusto análisis. Pero las ideas no son tan buenas como la habilidad de asegurarse de que son sólidas y la paciencia para que se desarrollen. Aún así, muchos gestores de inversiones siguen basando su sistema de compensación en medidas de rendimiento a corto plazo. Por otro lado, disponer de una cultura que precisa de un pensamiento colaborativo con información compartida compensa a los miembros del equipo basados en los resultados a largo plazo, que pueden convertir el análisis de una ventaja en un mejor resultado de inversión.
Los gestores medios, o bien no pueden construir un verdadero análisis de la ventaja, o no tienen la disciplina para permitir el tiempo que necesitan sus buenas ideas para desarrollarse. Pero los gestores activos experimentados y con pericia si la tienen. Y con su habilidad de gestión activa pueden proporcionar a los inversores su mejor defensa, dadas las condiciones que vemos en el horizonte.
En los próximos 10 años, los retornos serán más difíciles de obtener. También esperamos que la volatilidad en los mercados aumente, tanto en su conjunto como en los términos de dispersión en los precios de las acciones. Además, creemos que ciertos mercados tienen unas mayores valoraciones y están preparados para una corrección. Este es típicamente el caso cuando más brillan los gestores activos.
De hecho, un entorno de bajos rendimientos impone una prima a la habilidad de generar alfa. La mayoría de los inversores no serán capaces de alcanzar sus objetivos a través de los rendimientos logrados por el índice de referencia. Tras nueve años en el actual mercado alcista, con una corrección inevitable en algún punto, creemos que se puede incurrir en mucho riesgo intentando conseguir ese alfa.
En la caída de los mercados, una gestión activa puede ser un aliado. Durante los periodos de volatilidad en los mercados, los gestores activos han tenido históricamente un desempeño superior dada su habilidad para encontrar buenos puntos de entrada para las inversiones y su gestión del riesgo en mercados bajistas. Como evidencia, desde 1990 hasta 2017, el cuartil principal de los gestores activos globales ha generado un 7,2% en exceso de rendimiento en relación con el índice MSCI World en entornos de mercados bajistas.
Donde quiera que las próximas condiciones del mercado nos lleven, una cuestión es segura: la asignación de capital no será más fácil. Y, si los inversores y los gestores siguen buscando en sus cajas de herramientas tratando de encontrar un modo mejor para ganar la batalla por los retornos, siempre se encontrarán a la defensiva. Una buena toma de decisiones se basa en un proceso que continua su trabajo a lo largo del tiempo, no un giro hacia lo que puede estar funcionando en el momento. La convicción puede ser elusiva para algunos, pero para aquellos gestores activos con habilidad, cultura y paciencia para desarrollarla, la oportunidad para superar el rendimiento del mercado está ahí para tomarla.
Tribuna de Michael W. Roberge, director ejecutivo de MFS Investment Management