La inquietud generada en torno a la expansión del contagio del COVID-19 (coronavirus) provocó una brusca caída en los mercados durante la última semana de febrero. La tendencia continúa en la primera semana de marzo, con ventas acompañadas de un aumento de la volatilidad que ha llevado al índice VIX (índice de Volatilidad del Chicago Board Options Exchange) a rozar los 40 puntos.
Los mercados están anticipando el impacto que la propagación del virus puede tener en la economía, con los inversores deshaciendo posiciones o moviéndose hacia activos refugio como el oro y otros metales preciosos. Pero el protagonista de la mayor escalada en el precio de los metales preciosos ha sido sin duda el paladio, que ya el pasado año generaba un retorno del 77% y que, a pesar de la interrupción de la fabricación de coches en China, alcanzaba un máximo de 2.887 dólares el pasado 27 de febrero. Según estimaciones de Goldman Sachs, podría llegar a alcanzar los 3.000 dólares antes de comenzar a retroceder. Los inversores están trasladando sus posiciones en Bolsa a la seguridad de los metales preciosos, incluyendo oro y paladio.
Este comportamiento estelar del paladio ha sido a consecuencia de la expectativa de que unas normas ambientales más estrictas en China estimulen una mayor demanda de este material para la fabricación de automóviles, agotando una oferta global que está ya teniendo dificultades para satisfacer la demanda de este metal. El paladio es un componente clave de los mecanismos de control de polución de coches y camiones, lo que le ha llevado a alcanzar una cotización que supera a la del oro.
De los fondos que invierten en materias primas, el más rentable en los últimos tres años es la clase FC de DWS Invest Gold and Precious Metals Equities con una revalorización del 29,28%, frente a un retroceso del 1,06% en la rentabilidad en el mismo periodo de la categoría VDOS de Materias Primas en que se encuadra.
Invierte al menos el 70% del patrimonio en acciones de emisores globales cuyos beneficios procedan principalmente de la búsqueda, obtención y procesamiento de oro, plata, platino u otros metales preciosos. Toma como referencia el índice S&P Gold & Precious Metals Mining. El objetivo de inversión del DWS Invest Gold and Precious Metals Equities es lograr una apreciación lo más alta posible del capital invertido en dólares estadounidenses invirtiendo globalmente en empresas del sector de metales preciosos que se consideran prometedoras.
Scott Ikuss es el gestor principal de la cartera, supervisado por Darwei Kung. Juntos son plenamente responsables de las decisiones de inversión y del rendimiento de la cartera. Scott Ikuss asume la responsabilidad de la gestión, tomando las decisiones de inversión relevantes con total libertad. Esta flexibilidad incluye el porcentaje total invertido, la asignación por sector y tamaño, la selección de valores individuales y sus ponderaciones en la cartera, el estilo de inversión o el uso de derivados, todo ello respetando la legislación y normativa correspondientes.
Scott cuenta con el apoyo de los considerables recursos de la plataforma de activos reales líquidos de la entidad gestora, incluida la plataforma de Materias Primas. El equipo de materias primas está formado por cuatro gestores de cartera totalmente dedicados y un analista. Incorporado a DWS en 2008, Scott Ikuss forma parte del equipo de materias primas desde hace ocho años, dando cobertura a los sectores de metales y materias primas. Ha sido responsable del análisis y construcción de carteras específicas para fondos de oro, así como otros productos de materias primas, incluyendo las estrategias mixtas de materias primas y la estrategia global de recursos naturales.
El equipo gestor construye la cartera identificando el momento en que se encuentran las empresas individuales dentro de sus respectivos ciclos de producción y de CAPEX y aplicando un sólido marco de riesgo a su proceso de toma de decisiones de inversión. El proceso de construcción de la cartera es una combinación única de análisis fundamental bottom-up y varias capas de análisis de riesgo cualitativo top-down. Los temas macro a largo plazo y las tendencias globales actúan como ‘referencias de navegación’ para el proceso de selección activo de valores. El análisis fundamental propietario constituye la base de su proceso de selección de valores, demostrando ser un motor de rendimiento decisivo de la cartera.
La naturaleza de su proceso de construcción de carteras actúa como control imparcial de las opiniones de cualquier gestor individual. Han realizado pruebas sobre el proceso seguido y los resultados obtenidos han sido positivos. La posición de los distintos activos dentro del marco establecido por el proceso de inversión tiene una influencia en la construcción de carteras, ya sea táctica en el caso de una posición individual o de variación en la exposición a los diferentes sectores.
Por ejemplo, si una compañía que les gusta toma la decisión de proceder con una iniciativa de crecimiento de inversión de capital, pasando a formar parte del grupo generador de alto margen/flujo de caja al grupo de margen comprimido/inversión de capital, buscarán reducir la exposición a este valor de forma oportunista, a menos que haya una razón cualitativa específica para no hacerlo. De esta manera, el proceso inversor influye en la construcción de carteras independientemente de los puntos de vista específicos del gestor de cartera.
La disciplina de compra se basa en el seguimiento de conceptos como que el valor se negocie con un descuento excesivo respecto a su valoración; se revisen al alza las expectativas de ganancias y flujos de caja, vía producción o mejora de costes; revisiones al alza de la valoración de activos, consecuencia de exploración o aumento de recursos; y ratio favorable de riesgo/retorno que reduzca la volatilidad general de la cartera, diversificando el riesgo macro.
Inversamente, la venta de activos se considera en caso de que la compañía tenga una valoración excesiva, por encima de la valoración objetiva media, haya una revisión a la baja de las expectativas de flujos de caja vía producción o mejora de costes, una revisión a la baja de las valoraciones como consecuencia de la exploración u otros factores, mala ejecución de la estrategia de la empresa, riesgo/retorno desfavorable, un cambio en la tesis de inversión o la identificación de una oportunidad mejor.
La cartera incluye entre sus principales posiciones acciones de Newmont Corporation (9,90%), Barrick Gold Corp (9,50), Franco Nevada Corp (9%), Agnico Eagle Mines Ltd (6,30%), Wheaton Precious Metals Corp (4,60%), Anglogold Ashanti Ltd (4,20%), Kirkland Lake Gold Ltd (3,60%), Kinross Gold Corp (3,40%), B2gold Corp (3,20%) y Northern Star Resources Ltd (3%). Por sector, las mayores ponderaciones corresponden a oro (80,90%), plata (8,90%) y metales preciosos (5,70%).
El fondo se posiciona por rentabilidad entre los mejores de su categoría (primer quintil) en 2016, 2018, 2019 y 2020. A tres años, su dato de volatilidad es del 19,17% y de 24,79% en el último año. En este último periodo, su Sharpe es de 1,15 y su tracking error, respecto al índice de su categoría, del 15,34%. La suscripción de la clase FC (institucional) en dólares requiere una inversión mínima de 2 millones de dólares, aplicando una comisión fija de hasta 0,75%.
Según el equipo gestor, la evolución del mercado de metales preciosos probablemente vendrá también determinada por el impacto económico del contagio del coronavirus, las medidas de política de los bancos centrales que podrían tomarse como resultado de este impacto y las tensiones comerciales adicionales relativas a Estados Unidos/China y el Brexit. El resultado de las elecciones en Estados Unidos también tendrá profundas implicaciones políticas en todos los sectores de materias primas, considerando la notable disparidad en los puntos de vista de los diferentes candidatos, lo que puede contribuir a una mayor volatilidad a medida que nos acerquemos a noviembre.
Mientras tanto, las empresas mineras y de metales continúan centrándose en flujos de caja y pago de dividendos en lugar de en inversiones de capital para lograr un crecimiento que quede reflejado en los informes trimestrales o semestrales, lo que debería resultar favorable en lo que a equilibrio de la oferta futura se refiere. Si bien la propagación del coronavirus ejerce presión en otros aspectos, esperan que el virus haya aumentado la probabilidad de que los tipos de interés sigan siendo favorables para la cotización del oro y de las compañías mineras.
La excelente evolución por rentabilidad del fondo de DWS en los últimos tres años, respecto a su coste por volatilidad, lo hace merecedor de la calificación cinco estrellas de VDOS.
Tribuna de Paula Mercado, directora de Análisis de VDOS