Creemos que los inversores deberían considerar a la India como una asignación separada de renta variable de la misma forma en que muchos miran a China. La oportunidad de inversión en este activo está respaldada por el tamaño y el potencial de crecimiento de una economía doméstica de buen tamaño y por los recientes cambios que eliminarán muchas de sus ineficiencias históricas. Además, su mercado de valores ofrece una amplia gama de empresas atractivas.
La India tiene un mercado de capital grande y relativamente abierto, lo que permite a los inversores extranjeros participar en un gran número de oportunidades de crecimiento local. El mercado bursátil local es dinámico, con un gran conjunto de compañías cotizadas con un historial de crecimiento rentable y proporciona un gran potencial para diversificar una cartera global.
Esto ha animado a los inversores globales (tanto en varios países como en un solo país) a asignar considerables sumas de capital a la India. En los últimos 20 años, los inversores extranjeros han sido vendedores netos de activos de la India solo dos años, uno de ellos fue el año de la crisis financiera mundial.
Es cierto que las bolsas tienen un valor relativamente elevado, pero desde nuestro punto de vista lo merece y anticipamos un importante crecimiento de las ganancias de cara al futuro. No es probable que la profundidad y amplitud del mercado de renta variable de la India, y, por lo tanto, su posible potencial de crecimiento, se reflejen plenamente en una ponderación limitada dentro de un mandato global o regional o mediante una exposición indexada.
La característica más destacable de las acciones indias –que también hace que este mercado sea un territorio fértil para una gestión activa– es la escala y el dinamismo de los sectores de pequeña y mediana capitalización, que no están plenamente representados en los benchmarks mundiales.
Para abordar este desequilibrio en las carteras globales, recomendamos que las exposiciones a empresas indias de gran capitalización se complementen con una inversión independiente que pueda explotar todo el espectro de oportunidades en el mercado de acciones. Aunque la volatilidad es alta, los beneficios de la diversificación de agregar una asignación sustancial a las acciones indias mejoran la eficiencia de las carteras, según lo expresado por el índice de Sharpe.
A pesar del rápido crecimiento en los últimos 20 años, la India sigue siendo un país de bajos ingresos y tiene una clasificación pobre en varios parámetros. Esto es particularmente evidente en la comparación del ingreso per cápita con el de otras economías avanzadas y emergentes.
Después de un período de turbulencia entre 2010 y 2014, la economía se está moviendo hacia un camino de crecimiento sostenible más alto. La recuperación cíclica se está combinando ahora con las reformas estructurales emprendidas por el gobierno en los últimos años, que incluyen la mejora de la integración financiera, la mayor facilidad para hacer negocios y la implementación de un impuesto a los bienes y servicios.
Un reciente análisis de Schroders reveló que a menudo existe una brecha significativa entre el crecimiento del PIB y el crecimiento de las ganancias en las economías emergentes. Sin embargo, esperamos que en los próximos años el crecimiento económico de la India aumente gracias a unos beneficios empresariales mayores. Los recientes desafíos económicos han dejado a las ganancias corporativas en un nivel bajo cíclico con relación al PIB y hay espacio para que el crecimiento de las ganancias supere el crecimiento económico nominal.
La naturaleza informal e intensiva en el uso de cash de la economía lastra la India en términos de ineficiencias y es un factor que ha frenado el crecimiento. Sin embargo, este escenario está cambiando drásticamente. La tecnología está impulsando mejoras sustanciales en la productividad.
India es líder entre los emergentes en el uso de la tecnología para transformar su sistema financiero, incluida la autentificación electrónica, la inclusión financiera y la infraestructura de pagos, brindando a toda su población la oportunidad de participar en la economía formal. Se estima que la digitalización podría agregar 50-75 puntos base a la tasa de crecimiento del PIB.
La tecnología también está permitiendo cambios drásticos en la infraestructura de pagos. En un país donde el efectivo es el rey, los pagos digitales basados en dispositivos móviles están cambiando completamente el panorama.
Conclusión
Todos estos factores hacen que a medida que India avanza hacia el corazón de la economía global, los inversores ya no pueden darse el lujo de ignorar el tremendo potencial de sus mercados. Su bolsa está relativamente cara, pero desde nuestro punto de vista lo merece, y anticipamos un importante crecimiento de las ganancias futuras.
Ashwin Patni es responsible de productos y fund manager de Axis Mutual Fund, que forma una joint venture con Schroders.