Desde que el primer ministro chino, Li Keqiang, declaró en su informe del año pasado sobre la labor de su gobierno que “debemos declarar la guerra a la contaminación y no cejar en nuestro empeño hasta alcanzar los objetivos que nos hemos marcado”, China ha puesto en marcha una serie de medidas destinadas a combatir la contaminación y reforzar la protección del medio ambiente. Consideramos que la protección medioambiental es una tendencia de gran trascendencia que dará lugar a multitud de oportunidades para los inversores.
La contaminación es la causa principal de inestabilidad social
En los últimos 30 años, el gobierno chino se ha centrado en lograr un rápido crecimiento económico. El precio que ha tenido que pagar por ello el medio terrestre, atmosférico y acuático ha sido muy elevado. Según la Academia China de Ciencias Sociales, la preocupación sobre cuestiones relacionadas con el medio ambiente ha sido el motivo del 50% de las manifestaciones a gran escala que han tenido lugar en China en 2014. Eso supone que, en la China continental, la contaminación constituye ya la principal fuente de inestabilidad social.
Desde el punto de vista económico, el exceso de capacidad productiva que ha ido acumulándose a lo largo de la última década se debe en parte a la incapacidad de las autoridades de obligar a los productores marginales a respetar las normas medioambientales de producción. Por ejemplo, en 2013, las pequeñas acerías de China representaban aproximadamente el 20% de la producción total de acero del país, pero el 72% de las emisiones de dióxido de azufre de todo el sector.
Así, la introducción de tecnologías innovadoras y la transición hacia un modelo de crecimiento más sostenible podrían servir para alcanzar los objetivos de protección del medio ambiente y eliminar paulatinamente a la vez a los productores distales más contaminantes, lo que ayudaría a acelerar el proceso de transición económica. A medida que el gobierno vaya endureciendo más los requisitos de respeto al medio ambiente y haciendo cumplir la ley con más firmeza, la mayor parte de los pequeños productores privados se irán viendo presionados por el incremento de sus necesidades de capital y sus gastos de explotación. Como resultado de ello, se agilizará el proceso de consolidación industrial y se irá aliviando el problema del exceso de capacidad.
Los modelos mixtos público-privado mejoran la eficiencia
Con el fin de “declarar la guerra a la contaminación”, las autoridades chinas están poniendo en marcha una serie de medidas legislativas y planes de actuación. El 1 de enero de este año, entró en vigor la reforma de la “Ley de protección medioambiental”. Así mismo, el primero de enero del año próximo, se pondrán en marcha el “Plan de acción para la prevención y control de la contaminación atmosférica” (conocido como “Plan de diez puntos para la atmósfera”) y la “Ley para la prevención y control de la contaminación atmosférica”.
En abril de este año, el Consejo de Estado anunció también el “Plan de acción para la prevención y control de la contaminación de aguas” (conocido como “Plan de diez puntos para el agua”). Este documento es una guía de actuación para la prevención de la contaminación de los acuíferos en todo el país. Igualmente, está previsto que en un futuro próximo se establezcan planes para la prevención de la contaminación del medio terrestre. Todas estas nuevas leyes y normativas son mucho más rigurosas que las promulgadas anteriormente. Y, lo que es más importante, el gobierno central ha incorporado ya criterios sobre protección del medio ambiente a los baremos para la evaluación de los cargos públicos de los gobiernos locales.
En nuestra opinión, esto ayudará a reforzar el cumplimiento de la legislación en el ámbito local, y prevemos que la protección del medio ambiente será un componente clave del decimotercer plan quinquenal.
Según vayan comenzando a aplicarse las nuevas leyes y normativas, probablemente los productores marginales más contaminantes de cemento, acero, metales y productos químicos irán cesando su actividad, lo que servirá para atajar el problema de raíz.
Aparte de las leyes y normativas, la introducción de nuevos planes de financiación para proyectos de protección del medio ambiente también representara un papel muy importante. El modelo anterior de inversión pública directa en proyectos de protección ambiental ha resultado ineficiente. La introducción de capital privado en ellos no sólo servirá para mejorar la eficiencia de la protección ambiental en China, sino que también suscitará una saludable competencia en el mercado.
Esto puede desarrollarse de dos formas: La primera es a través de asociaciones entre entidades públicas y privadas. Además de aliviar la presión fiscal sobre los gobiernos locales, estas asociaciones alentarán la inversión por parte del conjunto de la sociedad en la protección ambiental. Por otra parte, los gobiernos pueden vender las participaciones que actualmente poseen en activos de protección medioambiental como fuente de financiación, mientras que el capital privado puede servir para cubrir las posibles necesidades adicionales (por ejemplo, inversiones en nuevas instalaciones o mejora de las existentes). La segunda forma sería permitir a los productores contaminantes externalizar la gestión de sus residuos a proveedores externos de servicios de tratamiento. Este modelo permite a las autoridades mejorar la efectividad de sus labores de supervisión y seguimiento sobre el sector industrial.
Oportunidades de inversión en los residuos
Actualmente no existen demasiadas inversiones directamente ligadas a la contaminación atmosférica. Sin embargo, sí existen oportunidades de inversión atractivas en los segmentos de tratamiento de aguas residuales y desechos. Tomemos como ejemplo el caso de las aguas residuales: Existe una persistente escasez de agua potable en China, que cuenta con el 20% de la población mundial, pero solamente dispone del 7% del agua del planeta. Sucede así mismo que los vertidos ilegales de aguas residuales sin tratar han contaminado más del 60% de los acuíferos subterráneos del país, el 50% de sus lagos y el 33% de sus aguas fluviales. En nuestra opinión, las autoridades van a seguir apoyando con decisión al sector del tratamiento de aguas, a través de diversas medidas. En el futuro no solamente pueden surgir más oportunidades de inversión en nuevos proyectos, sino que la introducción de ajustes sucesivos en los precios del suministro de agua ayudará a aumentar los niveles de tratamiento de aguas residuales.
Por otro lado, el tratamiento de residuos sólidos está dividido en dos grandes categorías: residuos sólidos urbanos y residuos industriales/peligrosos. Los residuos sólidos urbanos están aumentando rápidamente en China. Consideramos que la creciente proliferación de los núcleos urbanos y el aumento de la renta per cápita impulsarán un incremento en la generación de residuos por habitante. Nuestra previsión es, por tanto, que los residuos sólidos urbanos seguirán aumentando en China. Sin embargo, en la actualidad, la penetración en el mercado es elevada y el mercado se encuentra fragmentado. Por tanto, si se ponen en marcha nuevos proyectos en el futuro, las únicas beneficiadas serán las grandes empresas públicas, con reducidos costes de financiación y sólidas relaciones con los gobiernos municipales. Lo lógico sería que las empresas buscaran crecer a través de fusiones y adquisiciones.
En lo que respecta a los residuos industriales/peligrosos, quienes más contaminan son las acerías, las plantas eléctricas, las explotaciones de minería y metalurgia y la industria química. Se calcula que la tasa de crecimiento compuesta de los residuos industriales/peligrosos fue del 13,8% entre 2001 y 2011 y del 11,4% entre 2001 y 2013. Desde el punto de vista de la inversión, actualmente la penetración en el mercado de procesamiento de residuos industriales/peligrosos es baja. Nuestra previsión es que las empresas más profesionales y tecnológicamente avanzadas del sector de procesamiento de residuos deberán impulsar su crecimiento orgánico en el futuro, debido a su considerable rentabilidad.
En general, teniendo en cuenta el firme apoyo del gobierno, creemos que van a surgir oportunidades de inversión muy importantes en el sector de la protección ambiental en China, sobre todo en los ámbitos de tratamiento de aguas y procesamiento de residuos. Así mismo, a medida que el sector de la protección ambiental china vaya evolucionando de un modelo de explotación dirigido principalmente por el gobierno hacia otro más orientado al mercado, la rentabilidad del mismo irá aumentando también.
Victoria Mio es co-directora de Robeco para China y Asia Pacífico y gestora del fondo Robeco Chinese Equities.