No son tiempos corrientes. Las incertidumbres han llegado en masa: bancos centrales mundiales que ya planean retirar sus programas de expansión cuantitativa, estancamiento económico estructural, altos niveles de deuda, tendencias demográficas adversas, disfunción política, tensiones geopolíticas elevadas y la irrupción de nuevas tecnologías.
Al mismo tiempo, los precios de los activos han aumentado y la volatilidad del mercado sigue siendo baja. Los retornos esperados son los más bajos de una década. Los inversores son notablemente optimistas, a pesar de la complejidad y la incertidumbre del entorno actual y están llevando a cabo estrategias de alto riesgo en la búsqueda de rendimientos. En nombre de esta búsqueda, los inversores también se apresuraron a comprar acciones que se comportan como bonos, lo que ha llevado a altos precios y baja rentabilidad de dividendos para estos activos.
El deseo de captar ingresos, combinado con un repunte en el crecimiento global, ha dado lugar a un fuerte interés de los fondos de pensiones y otros inversores institucionales por la deuda corporativa tanto high yield como investment grade. Esto ha llevado a que los diferenciales de los bonos corporativos estadounidenses caigan a niveles por debajo de sus mínimos posteriores a la crisis financiera y que el precio de los bonos suba.
Las empresas ahora pueden recaudar dinero en algunos mercados de bonos estadounidenses a un coste más bajo, en relación a los bonos del gobierno, de lo que lo han hecho en la última década. El ambiente favorable también ha creado el contexto para que las compañías emitan bonos de mayor duración.
El resultado es que los mercados crediticios parecen «descontar la perfección» en un contexto que está lejos de ser ideal. Dada la multitud de factores estructurales que pesan sobre la economía mundial y la posibilidad de que podamos entrar en las últimas etapas de un ciclo económico, la inversión en renta fija debe centrarse en la prudente preservación del capital. Un inversor en este mercado lo que necesita ahora mismo es preservar el principal y ya luchará otro día.
Los mercados de crédito parecen aún más forzados cuando se evalúan sobre una base de calidad y sensibilidad a los tipos de interés. Los inversores deben ampliar sus oportunidades y seleccionar activamente valores con miras a una gestión prudente del riesgo para asegurar una compensación adecuada. Después de todo, invertir consiste en asegurar que la prima de riesgo capturada compense adecuadamente los riesgos asumidos.
James Swanson es investment officer y estratega jefe de MFS Investment Management.