Lionel Messi jugará finalmente en el Inter Miami de la MLS. Se cayó definitivamente la posibilidad del regreso del campeón del mundo al FC Barcelona y también la opción de jugar en Arabia Saudita. Leo pasará a ser jugador del equipo de David Beckham y por ende residente fiscal en los Estados Unidos. Por lo tanto, ¡hay mucho para planificar!
Y ustedes dirán: ¿por qué me puede interesar la planificación patrimonial del mejor jugador del mundo? Porque Messi y el Inter de Miami son la excusa: todos pueden (necesitar) estructurar sus bienes; todos pueden (necesitar) mudarse de país.
Por eso, no tomen este texto como una crítica o discusión sobre lo que Messi haya hecho o pueda llegar a hacer. Es, antes que nada, un juego. ¿Jugamos a ver qué podría pasar con Leo?
El acuerdo que firmó Messi con el Inter de Miami, cuyos aspectos más salientes han ido trascendiendo poco a poco, ha sido el mejor que ha subscripto en su dilatada y exitosísima carrera profesional. Se trata de una combinación entre el que firmó en su momento Michael Jordan con Nike (gracias al cual hoy es el ex deportista con el mayor patrimonio del mundo) y el que firmó Beckham con Los Ángeles Galaxy, y seguramente lo confirme como uno de los atletas con mayor patrimonio mientras viva.
A través de este contrato, Leo se asegura mantener su relevancia y alcanza además una buena diversificación, dos de los mayores retos que tienen artistas y deportistas de élite a la hora de retirarse.
Sin embargo, tener un buen contrato, o muchos buenos contratos dentro de un gran acuerdo, no hace al éxito. Porque Estados Unidos tiene un sistema que hay que conocer y entender, y al cual hay que prestarle atención.
El tema impositivo
El sistema tributario de Estados Unidos descansa sobre tres impuestos principales:
- Impuesto a la renta (income tax): a nivel federal (que es el único relevante para Messi ya que en Florida no existe el impuesto a la renta estatal para personas físicas), oscila entre el 10% y el 37% de los ingresos. Se trata de un impuesto de carácter mundial, por lo que todo pagador de impuestos estadounidense lo paga tanto por los ingresos obtenidos dentro de Estados Unidos como fuera del país. Lo máximo que se puede hacer aquí es tratar de diferir estos pagos en el tiempo, que no es poco dadas las cifras de las que estamos hablando.
- Impuesto a las ganancias de capital (capital gains): en este caso, las alícuotas oscilan entre el 15% y el 20% (más 3.8% de impuesto adicional a los ingresos de inversiones) de las ganancias obtenidas. También se trata de un impuesto que se calcula a nivel global y que Messi va a pagar por las rentas pasivas que obtenga de sus inversiones financieras (otras rentas pasivas, como intereses, alquileres y dividendos de empresas extranjeras van por la tarifa ordinaria correspondiente al income tax, no en esta de capital gains). También se puede aplicar a la venta de alguno de sus múltiples negocios.
3. Impuesto a la herencia (estate tax): superado el “mínimo no imponible” de US$12.92 millones para individuos y US$25.84 millones para las parejas casadas, la tasa máxima de este impuesto federal sobre la herencia, que también aplica a las donaciones, es del 40% sobre el valor de una herencia que supere esa cantidad. Los mayores ahorros que puede lograr Leo en la estructuración patrimonial doméstica que decida realizar tienen que ver con este impuesto.
Dado que probablemente va a ingresar al país con una Visa de no inmigrante (O1) y no va a pasar más de 183 días en el país en 2023, habría tiempo hasta fines de este año para avanzar por ese lado. La solución, seguramente pase por establecer un non-grantor trust doméstico y combinarlo con un producto de seguros. Si bien Leo nunca buscó aprovechar regímenes impositivos preferenciales durante su carrera deportiva, entendemos que es hora de analizar bien a fondo las oportunidades que brinda el sistema norteamericano. En caso de no querer establecer un trust, que sería la opción más inteligente por muchas razones, la familia debería al menos contemplar contratar seguros de vida que cubran el monto del impuesto a la herencia a pagar.
Resueltas las cuestiones impositivas, quedan varios temas más para resolver. Y, nuevamente, no me estoy refiriendo solo a Messi sino a toda persona que decida venir a vivir a Estados Unidos. Me refiero, en concreto, y yendo de lo más simple a lo más complejo, a las siguientes:
Sujetar la propiedad en la cual van a vivir al régimen de protección conocido como homestead exemption o exención de vivienda familiar.
- Contratar un umbrella insurance que cubra cualquier evento de responsabilidad civil.
- Analizar cada sociedad de inversión que ha establecido para determinar si conviene, o no, re-domiciliar cada sociedad operativa o de inversión a Estados Unidos o a alguna otra jurisdicción, o hacer elecciones que eviten la doble o triple tributación.
- Distribuir las utilidades retenidas en las distintas corporaciones en las que participa como accionista antes de fin de año.
- Establecer un living revocable trust en el cual él actúe como trustee y que se coloque “por encima” de todos los activos que integran su patrimonio (con excepción de la propiedad que haya sujetado al régimen homestead).
- Reemplazar cualquier testamento que pudiera tener (recordemos que los testamentos se rigen por la ley del domicilio del testador) por un pour over will, que determine que cualquier activo que no esté en el trust revocable que mencionamos el punto anterior pase al mismo al momento del fallecimiento.
- Actualizar toda la documentación relacionada con la designación de tutores para los chicos, de guardianes para los casos de incapacidad y/o que se refieran al acceso a información y toma de decisión en cuestiones médicas por documentos que sean válidos en el Estado de Florida.
Este es, a grandes rasgos, el escenario en materia de planificación patrimonial al que se enfrenta el número uno. Y podría pasarle al número dos, al número cien o al número un millón, porque la información sirve para cualquiera.
Como digo siempre, lo ideal es que cada paso sea acompañado de un asesoramiento profesional. Mientras tanto, la buena noticia es que seguiremos disfrutando de ver a Messi jugar al fútbol. En mi caso –y eso me pone muy contento–, muy cerca de casa.