Las perspectivas económicas son mixtas, con previsiones de aumento del PIB para 2023 pero anticipando un crecimiento modesto en 2024. Los tipos de interés han subido, acercándose potencialmente a su impacto máximo en los consumidores. La confianza está disminuyendo tras la crisis de Covid, pero el empleo sigue siendo sólido. Los inventarios se normalizan tras las perturbaciones causadas por Covid, y el crecimiento salarial supera la inflación. Los costes de los insumos empresariales están disminuyendo, lo que apunta a un periodo de subidas de precios moderadas en lugar de deflación, acompañadas de una recuperación de la demanda.
En el mundo de la alimentación y las bebidas, los cambios en la dinámica de la demanda y las incertidumbres en el panorama macroeconómico han llevado a reconsiderar unas previsiones de ingresos demasiado optimistas a principios de 2023. Las diferencias regionales desempeñan un papel importante, lo que subraya la necesidad de un enfoque ascendente en 2024. A pesar de la preocupación por los medicamentos contra la obesidad que afectan a la demanda de alimentos, el entorno de costes -especialmente para las cerveceras- está mejorando y se espera que el impacto general sobre las empresas de alimentación diversificada sea mínimo.
En el sector minorista, los rápidos descensos de la inflación en partidas clave como las materias primas, el transporte y la energía están permitiendo una gestión eficaz de los costes en 2024, con la excepción de los alquileres y los salarios. Aunque se espera que el mercado sea en general competitivo en precios, ciertas categorías, como la moda y la electrónica, podrían experimentar una recuperación de la demanda impulsada por un crecimiento positivo de los salarios reales.
Sin embargo, las categorías más caras podrían sufrir una menor demanda debido a las difíciles comparaciones tras las fuertes ventas de la época de la pandemia. Las empresas de productos domésticos y personales, tras haber experimentado un crecimiento de los ingresos superior a la media y una mejora de los márgenes de beneficio en 2023, prevén ahora un crecimiento más lento de las ventas en el futuro. A pesar de ello, se espera que se acelere la mejora de los márgenes brutos y que los beneficios se reinviertan en iniciativas comerciales para estimular el crecimiento del volumen.
El tema clave para el lujo en 2024 es la normalización del crecimiento de los ingresos, especialmente en el primer semestre, impulsado por los consumidores de los mercados desarrollados. Aunque el consumo chino en el extranjero sigue siendo fuerte, las empresas están dando prioridad a la inversión en marcas, lo que se traduce en reducciones previstas de los márgenes. El sector ha retrocedido, pero se recomienda cautela. La normalización de la demanda es evidente entre los consumidores de lujo estadounidenses, europeos y japoneses, mientras que las perspectivas de crecimiento de China parecen favorables, apoyadas por los viajes. Los vientos favorables de los precios y una combinación de nuevos productos a precios más elevados ofrecen oportunidades. A pesar de los retos, el gasto en lujo del consumidor estadounidense se ha mantenido por encima de los niveles de 2019 desde el primer semestre de 2020. La demanda china de lujo superó las expectativas en 2023, con una previsión de crecimiento del 10% en 2024.
El sector de la confección experimenta un cambio positivo tras centrarse en reducir el exceso de inventarios en 2023. Las marcas y los minoristas, que planean con cautela expansiones en 2024, muestran tendencias positivas en los pedidos, un aumento del gasto y una reactivación de los planes de tiendas. La disminución de los costes, especialmente los de transporte e insumos, podría allanar el camino para una mejora de los márgenes brutos, haciendo de 2024 un año potencialmente más normalizado. En el sector de viajes y ocio, la sólida demanda de alojamiento impulsada por la recuperación del ocio contrasta con una demanda empresarial estructuralmente inferior a 2019. La demanda internacional se enfrenta a desafíos debido a las tensiones en Oriente Medio, y los inversores desconfían de las tendencias de las tarifas medias por habitación en un entorno macroeconómico incierto, lo que se traduce en una perspectiva negativa para el sector. Los datos de Bank of America muestran un descenso del gasto de los consumidores en aerolíneas y alojamiento, lo que indica un alejamiento del gasto en viajes. Se espera que este cambio de comportamiento impulse tendencias positivas para el sector del comercio electrónico en el próximo año.
Cautela en relación con el sector de los videojuegos
El sector de los videojuegos podría enfrentarse a desafíos debido al debilitamiento de la confianza de los consumidores, lo que llevaría a los jugadores a quedarse con franquicias conocidas. Se espera que las valoraciones del sector sigan siendo desiguales. Entre los juegos más destacados figuran Assassins Creed Codename Red, Star Wars Outlaws y actualizaciones de franquicias deportivas. Un entorno de consumo tibio en la primera mitad del año puede empujar a los jugadores hacia las franquicias establecidas. A pesar de los problemas económicos, se prevé que los ingresos mundiales del sector del videojuego crezcan entre un dígito bajo y uno medio en 2024, con una posible reaceleración en 2025. Se espera que franquicias clave como EA FC, Madden, Grand Theft Auto Online, NBA 2K y Assassin’s Creed experimenten un crecimiento similar.
Ubisoft en el punto de mira con lanzamientos como Assassins Creed Codename Red, Star Wars Outlaws y otros. Electronic Arts podría renovar sus franquicias deportivas y lanzar EA Sports College Football. Es probable que Take-Two actualice NBA 2K y WWE 2K, con especial atención a Grand Theft Auto VI en 2025. Las actividades de Microsoft en 2024 podrían revelar planes para las propiedades de Activision Blizzard.
Las empresas chinas podrían introducirse en los juegos de consola en 2024 con títulos como Black Myth: Wukong. Se espera que el desarrollo de la IA generativa en los juegos se acelere en 2024-25, mejorando las interacciones de los personajes no jugadores, los activos dentro del juego y los diseños de niveles. Esta tecnología se considera más una herramienta para acelerar el desarrollo que la clave del éxito de un juego. Se espera que el uso de la IA generativa aumente significativamente en los juegos a partir de 2025.
Tribuna de Daniel Maier, jefe de inversión temática, gestor de cartera senior de Vontobel Conviction Equities.