Los recientes movimientos de mercado han recordado a los inversionistas que el mercado de renta fija se enfrenta a un cambio secular, que ocurre después de un período de 30 años de mercado alcista impulsado por el declinar constante de las tasas de interés. Creo que los anuncios respecto de la muerte de la renta fija como una clase de activo son exagerados, y para enfrentar la nueva realidad, es necesario que los inversores de renta fija y los encargados de la asignación de activos adopten un enfoque distinto.
¿Qué ocurre con la inversión de renta fija?
Con probabilidad, los bonos siempre ocuparán un lugar en las carteras de los inversores, pero no será el mismo lugar que antes. Por un lado, todavía tenemos los inversores a largo plazo que necesitan igualar sus pasivos a largo plazo. Y la llamada «búsqueda del rendimiento» que ha caracterizado la demanda del sector minorista de productos de inversión en los últimos años no está destinada a terminar pronto, dada la falta de crecimiento de los ingresos en el mundo desarrollado. Por otro lado, los inversores de renta fija, que en conjunto poseen más de $5 billones de activos¹, no están acostumbrados a las pérdidas de capital después de 30 años de un mercado alcista. Los eventos recientes han demostrado cuán violentas pueden ser las salidas de la clase de activo en las fases de volatilidad.
Oportunidades para los inversores de renta fija
La experiencia histórica nos dice que, incluso en tendencias a largo plazo, las tasas de interés no se mueven en una línea recta, y hay fases cíclicas de mercados alcistas y bajistas a corto plazo que pueden explotarse.
Entre otras opciones de inversión de renta fija se incluyen las siguientes:
1. La importación de técnicas de «inversión alternativa» en el ámbito de inversión principal; ya hemos mencionado la presupuestación de riesgos, los candidatos más obvios son la inversión a corto y largo plazo en créditos y la inversión global macro.
2. Ampliar el alcance de la clase de activo de renta fija a una definición más amplia de activos de renta que proporcionan rendimiento, pero están menos correlacionados con las macro tendencias en las tasas de interés, y más con las tendencias estructurales a largo plazo: infraestructuras y bienes raíces.
3. Aumentar el apalancamiento de la cartera para aumentar las bajas rentabilidades de la renta fija (enfoque de paridad del riesgo); es una opción que no nos agrada particularmente, debido a los riesgos que conlleva en caso de sucesos de liquidez adversos.
Predicciones para el próximo ciclo de mercado
Además de la renta fija, no creo que el panorama económico y financiero en el mediano a largo plazo sea particularmente favorable para los activos financieros en general. Los impulsos de la declinación de las tasas de interés seculares y de la expansión crediticia no estarán presentes para ayudar en el nuevo ciclo. En el caso de los encargados de la asignación de los activos, considero que será clave alejarse de una interpretación del mercado dominada por los bancos centrales e impulsada por la liquidez, y acercarse a una que se base más en un análisis del escenario a largo plazo, con una aceptación y administración proactivas de la volatilidad del mercado a corto plazo. Los inversores tendrán que ser muy cuidadosos en la elección que hagan de su gerente/asesor de renta fija: debe ser ágil y flexible, y tener conocimiento de las nuevas técnicas de inversión que hay disponibles para ayudarlos a navegar las aguas turbulentas de la mejor manera posible.
¹Los datos hacen referencia a los inversores individuales y al plan de contribución relacionado con la renta fija de los EE. UU. When the Tide Turns: Building Next Generation Fixed Income Managers. Casey Quirk: Mayo de 2013.