La abundancia de información financiera hoy en día ha creado un mundo complejo para los inversores. Algunos de los hechos y datos podrían no basarse en la verdad. Aunque los mercados siempre han tenido que lidiar con información falsa, el creciente uso de la tecnología ha permitido una difusión exponencial de historias discutibles. Como resultado de ello, en la actualidad nuestras sociedades tienen que hacer frente a una realidad en la que ciertos hechos se interpretan para servir los intereses de determinadas partes. A este clima sociopolítico se le llama “posverdad”. Considerando este contexto, los inversores necesitan una fuente de información fiable para navegar por las diferentes situaciones de mercado y evitar sucumbir a los cantos de sirena de las noticias y declaraciones falsas.
Como todo inversor sabe, si algo suena demasiado bien para ser verdad entonces casi seguro que no lo es.Los inversores deben confiar en asesores acreditados para tomar decisiones sobre dónde colocar su dinero. Más aún en el mundo de hoy día, donde la información crece de forma exponencial. Cuando surgen crisis y las noticias se hacen ubicuas durante épocas de agitación económica y política, tomar decisiones de inversión juiciosas puede parecer una empresa titánica. Los inversores pueden perderse con facilidad en el laberinto de la complejidad informativa.
La proliferación de canales de medios de comunicación y páginas web que ofrecen información financiera ha creado un número prácticamente ilimitado de fuentes de asesoramiento y oportunidades de inversión. Casi cualquiera puede afirmar que posee perspectivas y opiniones valiosas. Además, es esta época de “posverdad” y “hechos alternativos”, la información y las declaraciones falsas pueden convertirse con facilidad en una bola de nieve. Nuestro mundo está lleno de datos dudosos.
Es objeto de debate habitual el hecho de que algunas páginas web y fuentes de información publican titulares sensacionalistas y noticias falsas para atraer visitas e impulsar los ingresos publicitarios, el llamado “cebo de clics” (“clickbait”). Aunque Mark Zuckerberg ha dicho recientemente que Facebook se esforzará por reducir las noticias falsas, los perpetradores pueden crear páginas nuevas con tanta rapidez como se cierran las antiguas. Por otro lado, los algoritmos que dirigen las redes sociales pueden crear cámaras de resonancia que transmiten a los usuarios lo que les gusta, basándose en sus búsquedas anteriores. Esto podría confirmar sus inclinaciones y reforzar sus ideas, en lugar de cuestionarlas.
Ante estos retos, puede resultar difícil para los inversores saber en quién confiar, dónde encontrar las soluciones que son adecuadas para ellos y cómo detectar las zonas de peligro. Más que nunca, necesitan asesores financieros profesionalesque tengan los conocimientos y experiencia en inversiones para prestarles un asesoramiento informado que pueda ayudarles a eliminar la confusión.
Así pues, ¿cómo pueden encontrar los inversores asesores de inversión de fiar? La antigüedad es un factor importante. Las firmas que llevan largo tiempo operando en el sector financiero han logrado capear muchos temporales económicos, políticos y sociales en el pasado. Creemos que acumular un patrimonio requiere un ecosistema que genere estrategias de inversión sólidas y orientadas a largo plazo. Ahora que afrontamos las pruebas del mundo de la “posverdad”, nuestra experiencia y nuestros conocimientos pueden ayudar a los inversores a encontrar la lupa adecuada con la que puedan analizar sus decisiones de inversión.
Invertir con éxito es una aptitud. Requiere disciplina y serenidad en tiempos de dificultades en los mercados. Los inversores pueden alcanzar este nivel de comodidad con la orientación de un especialista en inversiones que sepa cómo detectar oportunidades de inversión apropiadaspara los clientes. Esto es especialmente cierto en la actualidad. En Lombard Odier, por ejemplo, hemos resistido en momentos de gran agitación económica. La historia nos ha dado excelentes lecciones. Protegimos e incrementamos el patrimonio de nuestros clientes durante la depresión posterior al periodo napoleónico, las sacudidas financieras del siglo XIX en Estados Unidos, la Gran Depresión, las dos Guerras Mundiales, la burbuja puntocom de comienzos de la década de 2000 y la crisis de las hipotecas subprime de 2008, integrando de forma inteligente la dinámica social y económica del pasado y el presente. Nuestro compromiso con la reconsideración de las opiniones y las ideas, reforzado por unos sólidos controles, ha generado asesores de inversión que evolucionan con nuestra industria y con el mundo que nos rodea. Estos son los puntos fuertes que seguirán apuntalándonos mientras ayudamos a los inversores a superar la era de la “posverdad”.
Internet, con su capacidad de difundir ingentes cantidades de información a gran velocidad, ofrece enormes oportunidades a los inversores. Pero aprovecharlas requiere la capacidad de separar lo espurio de lo válido, y reaccionar con rapidez. La propia envergadura de esta tarea hace difícil que las personas la lleven a cabo. Así, las estrategias de inversión deben elaborarse cuidadosamente. Es por esto que transformar las perspectivas del mercado en un sólido rendimiento de cartera y una experiencia de cliente de primera clase es a la vez una ciencia y un arte.
A medida que la cuarta revolución industrial planea ya sobre todos nosotros, los inversores deben mantenerse atentos. El ritmo de los cambios probablemente se intensificará en los mercados interconectados globalmente de hoy día, creando potencialmente un entorno aún menos estable para los inversores desinformados. Es imperativo que no pierdan de vista hacia dónde se dirigen nuestras economías y sociedades y el uso de la tecnología disruptiva que está transformando nuestro mundo. Es por esta razón que tiene sentido recurrir a profesionales experimentados que monitorizan de cerca las tendencias económicas, políticas, sociales y tecnológicas, y que emplean un enfoque integral hacia la gestión de patrimonios que ofrece estabilidad a los clientes en este universo de complejidad.
Una orientación especializada y una total transparencia en las relaciones con los clientes son clave para el éxito de las inversiones y una genuina creación de valor. En Lombard Odier, creemos que nuestra inteligencia de inversión de diseño propio, nuestra innovadora tecnología y nuestro enfoque de guardianes hacia la gestión patrimonial continuarán protegiendo y construyendo fortunas.Y creemos que estos son los activos que nos ayudan a encarnar el banco que nuestros clientes necesitan en el presente y en el futuro.
Opinión de Stephane Monier, Jefe de Inversiones de Lombard Odier.