A pesar de las declaraciones del presidente AMLO, durante el primer trimestre de 2019 el comportamiento de los ingresos del sector público fue desfavorable, disminuyeron 1,2% en términos reales respecto a los registrados en el mismo periodo de 2018 y se quedaron 68.700 millones de pesos por debajo de lo que habían programado para los primeros tres meses de 2019.
Los ingresos petroleros fueron los causantes de la baja, disminuyeron en 24,7% en términos reales respecto a 2018 y representaron apenas el 67% de lo que tenían programado. Esta baja se debió básicamente al mercado interno. Si bien el valor en dólares de las exportaciones de petróleo durante el primer trimestre de 2019 fue 1% inferior a las de 2018, al expresarlas en moneda nacional resultan ligeramente mayores, como resultado de la depreciación del peso, y al descontarles la inflación disminuyeron 3,2%. Por lo tanto, los ingresos petroleros internos fueron los que se redujeron de manera sustancial. Eso fue causa de la reducción de las ventas de gasolina durante el trimestre que provocaron menos ingresos a Pemex. Las cifras actuales, no permiten demostrar que la lucha contra el robo de la gasolina se reflejó en mayores ingresos para Pemex o para el gobierno vía mayor recaudación de impuestos a la gasolina.
El trimestre fue muy malo para Pemex, sus ingresos, medidos en pesos, disminuyeron 40,5% en términos reales y representaron apenas el 47% de los que habían programado ingresar. Nuevamente se nota que la situación financiera de la paraestatal no es nada favorable. Será necesario revisar con detalle los ingresos del próximo trimestre para evaluar el impacto de la lucha contra el robo de hidrocarburos en los ingresos de Pemex y del gobierno.
Las cifras favorables se presentaron en la recaudación del ISR que aumentó 5,1% en términos reales y en el IVA, antes de las devoluciones, que creció 1,9%.
El gasto del sector público presupuestario disminuyó 6,1% en términos reales respecto a 2018 y se ubicó 86.500 millones de pesos por debajo de lo programado. La falta de conocimiento de cómo ejercer el presupuesto, el retraso en las adquisiciones del gobierno al centralizar las compras en la Secretaría de Hacienda así como la reasignación de recursos entre programas y entidades son la explicación de menores gastos a lo programado. La inversión del sector público disminuyó 13% respecto al año anterior, en buena medida porque se está privilegiando al gasto corriente a través de programas de transferencias de dinero a grupos seleccionados en lugar de invertir en infraestructura.
Como el menor gasto fue superior a los menores ingresos, el déficit del gobierno también se ubicó por debajo de lo programado, por lo que en efecto no se incrementó el endeudamiento del gobierno por arriba de lo autorizado. Sin embargo, si se libera el ejercicio del presupuesto y los ingresos petroleros no se recuperan, en los próximos trimestres se podrían presentar déficits por arriba de lo programado. Como siempre, si la situación de las finanzas no se mejora se continuarán con recortes de gasto, principalmente en el gasto de inversión que es el que genera crecimiento, por lo que lograr las metas de crecimiento económico que se propone la actual administración cada vez estarán más lejos de alcanzarse.
Columna de Francisco Padilla