Andrés Manuel López Obrador escribió que su modelo económico es semejante al que se aplicó durante la época del “Desarrollo Estabilizador”. Por tal motivo, vale la pena analizar las características de dicho modelo.
El eje central del Desarrollo Estabilizador era lograr el crecimiento de la economía a través de la industrialización. Para industrializar al país se siguió la lógica de sustituir importaciones fabricando los bienes en México, por lo tanto, se prohibía la importación de un bien para que se manufacturara aquí. Primero se sustituyó la importación de bienes de consumo, luego bienes intermedios y al final bienes de capital. La industria automotriz es un buen ejemplo de dichas etapas, se prohibió la importación de coches. Inicialmente se importaban todas las partes y se armaban en México, posteriormente se empezaron a hacer algunas de sus componentes (bienes intermedios) y se terminó fabricando hasta las máquinas que producían motores y partes.
Prohibir las importaciones implicaba proteger a la industria de la competencia externa y por lo tanto no tenía que preocuparse por la calidad de los productos, el mercado estaba cautivo. A la industria tampoco le interesaba ser competitiva y salir a vender al extranjero, el tamaño del mercado nacional era suficientemente grande, sin competidores y no podía exigir calidad. Ello provocó que el crecimiento de la industria se enfocara en el mercado interno y se olvidara por completo del mercado externo y no se interesara en exportar. Quien generaba los dólares era la agricultura.
Para que la industria pudiera importar los bienes intermedios o de capital que requería para su expansión, se mantuvo fijo el tipo de cambio, como una manera de darle certidumbre a los costos de las importaciones. Asimismo, para fomentar el proceso de industrialización la autoridad instrumentó una política crediticia que imponía a los bancos comerciales que porcentaje de sus préstamos tenían necesariamente que otorgar a determinadas actividades, cuanto crédito tenían que poner en cada uno de los “cajones”.
Para controlar la inflación el gobierno fue muy cuidadoso con el gasto público, realmente su déficit era sumamente pequeño, lo cual contribuyó de manera sustancial a la estabilidad de precios, pero utilizaba otras herramientas más como el control de precios. Los precios de una buena cantidad de bienes tenían que ser autorizados por el gobierno, como es el caso del transporte público actualmente.
En las circunstancias actuales de México, que tiene 12 tratados de libre comercio que cubre a 44 países (el segundo país con más tratados en el mundo), que sectores de la manufactura están claramente orientados a la exportación, que las cadenas de suministro son globalizadas, con tipo de cambio flexible y donde los controles de precio son casi inexistentes, no hay manera de instrumentar un modelo económico semejante al del Desarrollo Estabilizador. Los contextos nacionales e internacionales son totalmente diferentes. El modelo del Desarrollo Estabilizador se pudo dar en un entorno de economías cerradas, de tipo de cambio fijo y con limitadas operaciones financieras internacionales. Actualmente las condiciones son totalmente diferentes, se tiene que diseñar una política económica aplicable a la realidad actual.
Columna de Francisco Padilla Catalán