Los mercados financieros europeos están preparándose para someterse a una remodelación completa de su sistema organizativo. En enero de 2018, MiFID II entrará en vigor oficialmente, redefiniendo la estructura general de toda la industria con la aplicación de una nueva legislación cuya intención es regular y mejorar los servicios financieros y de inversión para las entidades financieras y el inversor final.
MiFID II: Objetivos y Oportunidades
La Directiva de Mercados de Instrumentos Financieros (MiFID) actúa en los mercados financieros europeos por medio de leyes enfocadas a aumentar la supervisión, la eficiencia, la transparencia de mercado e información, y la protección del inversor. La regulación MiFID II es una versión revisada y más exigente del marco de referencia original, vigente desde noviembre de 2007 y diseñada para mejorar cada uno de estos aspectos que trataba la regulación anterior a la vez que crea un entorno seguro y sistemático para toda actividad financiera.
A pesar de las muchas implicaciones que supondrá este cambio, muchos perciben esta novedad como una oportunidad para tranquilizar a los inversores y ganarse su confianza de nuevo, permitiendo así a las entidades financieras promocionar determinados productos de nicho mientras sigue desarrollándose la propia industria.
MiFID II: Anticipación, impacto y preparación
El impacto de la nueva regulación tendrá implicaciones en diferentes áreas, buscando un mercado más seguro, más transparente y más equilibrado. Como consecuencia, el impacto se extenderá hacia los mercados financieros globales, afectando particularmente a aquellas organizaciones en contacto directo con los mercados europeos.
Ante este cambio inminente, todas las entidades y las diferentes firmas vinculadas a los mercados financieros deberán adaptarse a esta nueva legislación, teniendo en consideración el impacto que tendrá también en los diversos niveles de su organización.
Inicialmente, las áreas que se verán más afectadas pueden clasificarse en tres categorías genéricas, cubriendo un amplio conjunto de parámetros que pueden aplicarse a todos aquellos que están involucrados en la industria financiera. Esto incluye, pero no se limita a, bancos de inversión, gestores de activos, comercios de mercancías, agentes de bolsa y distribuidores financieros.
1. Impacto en el modelo de negocio
En general, los efectos que tendrán lugar en los modelos de negocio de las entidades de centrarán principalmente en los métodos de cobro de las entidades por prestación de servicios de inversión. Esta regulación afirma que los servicios de inversión proporcionados deben cobrarse, mientras que recibir incentivos de terceros queda limitado o prohibido.
2. Impactos operacionales y organizacionales
Apuntando hacia una mejora funcional y una optimización de la transparencia, la regulación requiere que las entidades faciliten información completa para llevar a cabo una gestión estructurada y proporcionar un control global tanto en lo referente a procedimientos como a documentación.
3. Impactos tecnológicos
MiFID II exige a las instituciones financieras que evolucionen a través de la implementación de soluciones tecnológicas avanzadas. La nueva legislación les requiere integrar soluciones informáticas de asesoramiento financiero en todas las áreas de su arquitectura organizacional por medio de la adaptación de los sistemas existentes y el desarrollo de tecnología innovadora como soporte ante los demás impactos y requerimientos de los distintos organismos reguladores de cada país.
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Tribuna de Jaime Bolivar, director general de TechRules