En el primer semestre de 2019 vimos otro intento abortivo de rally por parte de la renta variable estilo value. Después de un recorrido particularmente duro en 2018, podría decirse que un ajuste era extremadamente probable.
Pero este intento se evaporó rápidamente, dejando a la renta variable de calidad y con sesgo growth liderar el ascenso, tal y como ha sucedido en la mayor parte del actual ciclo. Entonces, ¿por qué ha sido la inversión value tan decepcionante desde la crisis financiera global; ¿y es posible que esta situación cambie?
Este ha sido claramente un ciclo de inversión inusual. Aunque el crecimiento global se ha mantenido en terreno positivo, ha demostrado ser relativamente anémico. Aún más, los bancos centrales han persistido con sus políticas monetarias de tasas de interés en niveles cercanos a cero o en cero, junto con episodios de flexibilización cuantitativa.
La correlación entre el menor rendimiento de la inversión value y la curva de rendimientos de los bonos estadounidenses ha sido muy pronunciada. Los factores clásicos de valoración como precio por valor contable han tenido un desempeño particularmente pobre, presumiblemente debido a que el crecimiento del sector servicios y a la creciente importancia de los activos intangibles, así como el hecho de que todo el mundo “cuenta con el modelo”.
De hecho, algo que normalmente no se tiene en cuenta es el hecho de que parte del menor rendimiento de la inversión value durante este ciclo puede atribuirse a su (paradójicamente) relativamente cara valoración al principio del ciclo.
En un momento en el que las acciones de gran capitalización con sesgo growth cotizaban en descuento en términos de ratio precio beneficio en relación con el resto de las acciones de gran capitalización value, medidas por el índice Russell 1000 value. Los inversores podrían acceder a un mayor crecimiento, y a menudo una mayor calidad, sin tener que pagar por ello. Esta oportunidad relativa de valoración ha ampliamente desaparecido. Pero incluso ahora, las diferencias en las valoraciones a nivel agregado siguen sin ser excesivas.
A nivel fundamental, el nivel del diferencial del ratio de rendimiento sobre capital invertido (ROIC) entre las acciones baratas y las caras, en términos de rendimiento de los beneficios, se ha deteriorado significativamente en los últimos 10 años. En parte, esto podría atribuirse a la disrupción que ha prevalecido particularmente en el ciclo actual, minando muchos modelos de negocio establecidos y llevando a descalificaciones en los ratings en consecuencia.
El deterioro relativo del rendimiento del ROIC niega la base primaria de la reversión a la media en términos de los múltiplos de valoración que han apuntalado el desempeño de la inversión value.
Una “tarta” con un crecimiento menor parece haber quedado repartida favoreciendo a las empresas disruptivas, como Amazon- y empresas con unos modelos de capital más ligeros y con una persistencia en sus beneficios. Sin embargo, simplemente la observación de los índices convencionales esconde el hecho de que algunas metodologías value son más eficaces que otras.
Mientras que el enfoque tradicional de precio en libros ha sufrido su peor periodo con diez años con un menor rendimiento, las acciones con menor ratio precio beneficio se han mantenido, por lo general, mucho mejor, incluso en el mercado estadounidense donde las acciones de calidad con sesgo growth son relativamente abundantes. Sin embargo, estas acciones no fueron inmunes a los pobres resultados publicados en 2015 y particularmente pobres de 2018.
En el largo plazo, el estilo value sigue liderando, por lo que no debe ser simplemente despedido sobre la premisa de haber fallado en un único ciclo y los argumentos estructurales para creer que el estilo value está muerto están sobreactuados a nuestro modo de ver.
Mantenemos nuestra fe en la recuperación del rendimiento como una fuente de oportunidades de rendimientos atractivos y asimétricos. Dicho esto, creemos que las condiciones cíclicas continuarán siendo desafiantes para el estilo value, particularmente teniendo en cuenta que el valor en la inversión value es abrumador en las acciones cíclicas. Siendo altamente selectivos y enfocándonos en la sostenibilidad de los activos subyacentes, estamos preparados para permanecer absolutamente críticos.
Columna de Philip Saunders, co-responsable de la división de Multi-Asset Growth en Investec Asset Management