El tiempo ha demostrado que tener en cuenta la forma de la curva de tipos de los bonos puede ser valioso para los inversores de renta fija a la hora de pensar su presupuesto de riesgo. Históricamente, los mercados de crédito han tenido un desempeño diferente dependiendo de la pendiente de la curva de tipos.
Como se ilustra en el gráfico, los bonos corporativos, que han seguido a curvas de interés abruptas -en este caso definidas como más de 200 puntos básicos entre los rendimientos de los bonos del Tesoro a dos y diez años- han producido posteriormente un exceso positivo en el rendimiento en promedio. Pero, el crédito ha ofrecido muy poco exceso de rendimiento tras una curva aplanada, así como que el exceso de rendimiento se retrasa significativamente después de periodos en los que la curva ha estado invertida.
Una curva relativamente invertida, tal y como la que se puede observar en la actualidad, a menudo a ha anunciado una desaceleración económica o algo peor. En MFS creemos, como mínimo, que implica una continuación en la volatilidad para los activos de riesgo. Pero si bien esta señal es significativa, no debería hacer que los inversores corran hacia la puerta de salida.
En la actualidad, nuestra postura defensiva en las carteras de renta fija se basa en nuestras preocupaciones por los fundamentales de las empresas. A través de la información recabada por nuestra plataforma de research global, nos preocupa el excesivo apalancamiento corporativo y los insostenibles márgenes. La forma de la curva de rendimiento de hoy en una medida adicional basada en el mercado que coincide con nuestra visión cautelosa.
Columna de Robert M. Almeida, estratega de inversión global, y Soami Kohly, gestor de carteras de renta fija, en MFS Investment Management.