Durante las últimas dos décadas, hemos podido ver una gran evolución en los podcasts, pasando de ser una herramienta de entretenimiento a un canal para acercarse a las audiencias como otros no pueden, lo que le ha permitido ganarse un importante hueco en nuestra sociedad. Tanto es así que esta semana hemos celebrado el Día Internacional del Podcast, una ocasión perfecta para reflexionar sobre cómo ha evolucionado este formato y se ha adaptado a las necesidades de nuestra sociedad actual, dando respuesta a las necesidades tanto de la población general, como de los profesionales más técnicos.
El consumo de podcasts está en auge, y este crecimiento se debe en gran medida a su versatilidad y facilidad de acceso. Cualquier persona con una historia que contar o conocimientos que compartir puede hacerlo sin prácticamente barreras. Esta democratización del contenido ha dado lugar a una diversidad sin precedentes en los temas y estilos disponibles, llegando incluso a encontrar su hueco en el ámbito de la educación, convirtiéndose en un gran aliado para la formación, especialmente en sectores tan especializados como el financiero.
Cuando hablamos de información financiera, la complejidad de los términos y conceptos puede resultar un obstáculo para muchas personas. Aquí es donde el podcast brilla. Su capacidad para presentar información técnica de manera comprensible y accesible, en un formato distendido y cercano, lo convierte en un recurso excepcional para la educación financiera, ya que permite explicar temas complejos de manera clara, facilitando el aprendizaje en un entorno cómodo, especialmente para las nuevas generaciones.
De este modo, podemos hacer que la educación financiera sea no solo más accesible, sino también más atractiva, preparando a las nuevas generaciones para que tomen decisiones financieras informadas y seguras, algo crucial en un mundo donde la planificación financiera y los conocimientos de este sector son cada vez más importantes. Sin embargo, ante la gran cantidad de podcasts que emergen diariamente, es necesario contrastar las fuentes que consumimos, centrándonos en aquellas que realmente están respaldadas por conocimientos certificados y con grandes carreras profesionales a sus espaldas.
En este sentido, un aspecto innovador que algunos podcasts han integrado es la posibilidad de complementar la escucha con actividades de formación, llegando a espectros de la población que van más allá de los jóvenes o la población en general. Por ejemplo, se han convertido en verdaderas fuentes de información técnica para profesionales, donde pueden encontrar auténticas masterclass sobre temas de gran relevancia para su actividad. Esto se convierte en un aspecto muy destacado que desde instituciones y empresas se debe aprovechar de cara a capacitar a asociados y trabajadores.
Los podcasts permiten que estos profesionales escuchen las formaciones a demanda. Esta capacidad de personalización en el aprendizaje permite a los oyentes elegir qué, cuándo y cómo aprender, adaptando la formación a su propio ritmo y estilo de vida. De este modo, las organizaciones pueden evaluar posteriormente su comprensión mediante tests o ejercicios prácticos, lo que ayuda a consolidar el conocimiento adquirido y permite incluso examinar para certificaciones oficiales. Esta combinación de aprendizaje auditivo y práctico promueve un entendimiento más profundo y duradero.
En un entorno financiero tan cambiante como el actual, los podcasts se erigen como una herramienta clave para mantenerse actualizado sobre las últimas tendencias y avances. Proporcionan formación continua que es no solo pertinente, sino también necesaria para aquellos que desean potenciar su conocimiento. Por ello, estoy convencida de que, en esta era de información sobrecargada, el podcast emerge como un faro de claridad y conexión.
De este modo, me gustaría que más gente se uniese a celebrar las oportunidades que nos ofrece este formato a los profesionales del sector financiero. Es una plataforma de formación con un futuro prometedor, capaz de transformar la manera en que abordamos el aprendizaje y la formación en sectores especializados. Desde el sector, debemos aprovechar esta oportunidad para seguir innovando, aprovechando los nuevos canales no solo para que la educación financiera sea una experiencia accesible, atractiva y eficaz para todos, sino para que los propios profesionales del sector encuentren en esta herramienta un aliado clave para su desarrollo y su formación continua.
Tribuna elaborada por Xavier Nicolás, presidente del Comité de Servicios a Asociados de EFPA España.