Aunque hay oferta de alternativas que permiten a las Afores diversificar sus carteras, se podría hablar de varias causas por las que esto no se ve en las cifras. Un primer punto es que el crecimiento de los activos en administración es mayor a la oferta; otro es que las características de cada clase de activo que se emite no son lo que buscan las Afores; también se podría explicar diciendo que el proceso de selección es estricto; hay prudencia, ocasionada por el entorno volátil o simplemente no hay interés por diversificarse en algunos casos particulares y así lo muestran las cifras presentadas en el marco de la primera convención de las Afores MX.
En la presentación de CONSAR, se dieron –entre otras cosas–, los números de oferta y demanda de las Afores para participar en deuda de largo plazo, acciones, Fibras (REITs mexicanos) y CKDs (capital privado listado en bolsa). De 2013 a junio de 2016 se colocaron 1.206.691 millones de pesos de emisiones locales que correspondieron -en orden de importancia- a: 495 emisiones de deuda privada a mediano y largo plazo con un valor de 900.787 millones de pesos; 29 ofertas públicas de acciones por un importe de 170.744 millones de pesos; 12 Fibras con 107.652 millones de pesos y 37 colocaciones de CKDs por 27.509 millones de pesos.
La participación de las Afores en estas colocaciones primarias en el mercado local fue de 329.627 millones de pesos lo que representa el 27% del monto colocado. En este periodo, las carteras de inversión de las Afores pasaron de 1.903.227 millones de pesos a 2,691,942 (+41%), lo que es un incremento de 788,715 millones de pesos. Lo anterior significa que de lo que crecieron las Afores en el periodo solo el 65% se colocó en nuevas emisiones.
Con excepción de los CKDs donde la participación fue del 86%, en los demás rubros la presencia de las Afores es baja ya que en deuda de largo plazo fue del 28%, en Fibras el 27% y en acciones apenas llegó al 12%. En el caso de los CKDs por el horizonte de largo plazo es claro que el principal participante e inversionista son las Afores lo que provoca que si no hay por lo menos un par de Afores que participen, resulta muy difícil que se de la emisión.
En el caso de la oferta de deuda de largo plazo la poca participación de las Afores (28%) se explica por las propias características de les emisiones. De acuerdo con un boletín de Banorte IXE, en los primeros siete meses de 2016, el 63% de lo colocado fue a tasa variable (TIIE28 y CETE182), mientras que el 30% tuvo como referencia la tasa Fija y el restante 7% a tasa fija real (Udis). Dadas las características de largo plazo de las Afores participan en mayor proporción en las emisiones de tasa fija (nominal y real) de largo plazo.
En cuanto a las Fibras se refiere que las Afores tienen casi 50.000 millones de pesos, que representan el 2% de los activos en administración. Si se considera que la oferta total de Fibras es de casi 260.000 millones de pesos, las Afores por su límite normativo podrían tener hasta 253.000 millones de pesos que equivale al 93% de la emisión total.
Un punto a considerar es que entre dos Fibras se concentra el 70% de la oferta total (FUNO es el 50% y DANHOS el 20%); entre 10.000 y 40.000 millones de pesos hay 3 Fibras y con menos de 10.000 millones de pesos está la mitad de las Fibras (5). Dada esta situación las Afores han actuado con prudencia en las inversiones en esta clase de activos, quizás también fundamentada por la fase de desarrollo en la que está esta clase de activos que tiene cinco años en México.
En lo que se refiere a los IPO´s de acciones sucede algo muy similar que en las Fibras con la diferencia que en los últimos tres años y medio la oferta y el monto de acciones ha sido sustancialmente mayor en ambos casos.
El otro tema que surge de este panorama es el tema de la liquidez, donde en montos importantes se hace complicado negociar volumen en el mercado secundario. Ante esta limitante de diversificar en el mercado local se hace necesario revisar el límite de valores extranjeros que esta acotado al 20% de los activos en administración, sin embargo el tema requiere la disposición de las autoridades financieras y la autorización del congreso.
Columna de Arturo Hanono