No podemos obviar que el futuro del sector bancario pasa por la competencia tecnológica. Con la llegada de jugadores del sector de las telecomunicaciones o incluso de grandes grupos tecnológicos estadounidenses, los bancos tienen un reto mucho más importante en cuanto a flexibilidad e innovación. El hecho de que los nuevos actores estén aprovechando los crecientes costos regulatorios de los bancos tradicionales para explotar nichos de mercado acelerará la transformación tecnológica del sector. De hecho, hoy en día ya es indispensable que los bancos ofrezcan a sus clientes servicios basados en innovaciones tecnológicas.
Durante mucho tiempo el asesoramiento y los servicios de profesionales en el campo de la gestión de activos sólo estaban disponible para quienes tenían una fortuna y esto no ha variado mucho. Hay que convencer a los inversores de que la gestión de forma digital no sólo es posible, sino que su democratización cambiará drásticamente la gestión de activos.
Los bancos tienen mucho que aprender de las industrias financieras extranjeras, pero aún más de las empresas de TI, como Facebook y su liderazgo en la gestión de datos. Con la adopción de la nueva Directiva de la UE de Servicios de Pago 2 (DSP 2), estas compañías sólo necesitan una licencia bancaria o comparable antes de unirse a este mercado con un nuevo modelo de negocio. Las barreras de entrada de nuevos actores se han hecho realmente más bajas, además de que los reguladores están disminuyendo los requisitos para las empresas fintech.
Pero el cliente se puede beneficiar de las asociaciones que se forman entre bancos y fintech pues, mientras los bancos proporcionan un amplio acceso a mercados de capitales y liquidez, también pueden delegar otras actividades en empresas fintech para mejorar su eficiencia. Los bancos no pueden resolver sus problemas quedándose en su rincón, tienen que abrir los ojos al nuevo sistema cooperativo. Por ejemplo, las funciones de back office, administrativas, quedarán aún más atrás y serán llevadas a cabo sólo por un pequeño número de empresas a gran escala.
Los datos son la clave
Estoy convencido de que el futuro modelo de negocio de los bancos radica en los datos, y sólo en los datos, con el banco minorista como punto de entrada. Por ello, será necesario ser capaz de manejar grandes volúmenes de datos, con una infraestructura eficiente.
El consumidor ya tiene todo lo que necesita y, por lo tanto, la respuesta radica en compartir la experiencia, la red de comercio. El futuro está en la arquitectura abierta, que permite a los bancos responder a las necesidades de los clientes de una manera sencilla, transparente y de bajo costo.
En este sentido, la plataforma Saxo Select ofrece herramientas profesionales a clientes privados y su éxito descansa en dos pilares inseparables: la preservación y crecimiento de la riqueza, por un lado, y la fijación de precios competitivos, por el otro. Al combinar el know-how de BlackRock, la compañía de gestión de activos más grande del mundo, con nuestra experiencia en tecnología, utilizamos la digitalización para ofrecer a los clientes un fácil acceso a las soluciones de inversión de nuestros socios, permitiéndoles mantener el control.
Además, Saxo Bank acaba de lanzar su nuevo portal. Este portal proporcionará documentación técnica, guías de referencia, códigos y herramientas interactivas que, en combinación, respaldan la iniciativa Open Banking de Saxo.
La estrategia de Banca Abierta de Saxo se basa en la premisa de que en el futuro una gama cada vez más amplia de asociaciones y colaboraciones será el factor transformador de la industria financiera. Como parte de esta visión, Saxo ha puesto a disposición de un amplio ecosistema de desarrolladores de terceros, proveedores de software y socios, su infraestructura de negociación de activos, lo que les permite conectar sus empresas directamente al motor de operaciones de Saxo.
Patrick Hunger es CEO Saxo Bank Suiza.