La decisión de MSCI de no reclasificar a la Argentina como mercado emergente supuso toda una sorpresa para la mayoría de inversores locales que lo daba por descontado hasta la tarde del mismo día del anuncio.
Sin embargo, la mala noticia solo afecto la expectativa de rápidas ganancias que tenían algunos por la llegada de nuevos flujos que suponía la mejora de país fronterizo a emergente. Esto quedó demostrado con una caída de sólo -5% al día siguiente del anuncio.
Está claro que la decisión no afecta los planes de inversión de aquellos que apuestan a mediano y largo plazo porque saben que estos procesos no son lineales.
La historia reciente de Argentina muestra que la recuperación se inició el día después de las PASO de 2013, cuando el Frente Renovador liderado por Sergio Massa, se impuso en las urnas al Frente para la Victoria. La derrota frenó el proyecto de reforma constitucional que hubiera permitido a Cristina Fernández de Kirchner presentarse a un nuevo mandato e impedir un cambio en las políticas populistas que su gobierno venía aplicando desde noviembre de 2011.
El aumento en las probabilidades de un cambio político se reflejó en una ganancia acumulada en dólares del MSCI Argentina entre junio de 2013 y junio de este año de +193% frente a sólo +22% del MSCI Emergente en el mismo periodo.
El MSCI en su comunicado reconoció los méritos de la salida del cepo cambiario (2015), la resolución del conflicto con los Holdouts (2016) y el retorno al crecimiento aunque moderado (2017) y al compromiso en la lucha contra la inflación por parte de un BCRA.
Pero a la hora de tomar una decisión, pesó la agenda de temas pendientes que este gobierno parece haber pateado para adelante (2018) como son la reducción del déficit fiscal y la reforma del mercado de capitales. Otros aspecto clave entre los fundamentos del rechazo del MSCI son las dudas que el genera la continuidad de estas políticas economías si el resultado de las elecciones de octubre no fuera favorable al gobierno. De estas tres cuestiones depende que Argentina pueda volver a integrar el selecto grupo de países emergentes el próximo año cuando haya una nueva revisión.
Flujo y fundamentales
El impacto de la noticia en los mercados financieros de Argentina resultó, al final, mucho menor al esperado. La cotización del dólar apenas se vio afectada y los bonos se recuperaron inmediatamente.
Para el principal interesado, el mercado de acciones, la mala noticia tampoco revistió el carácter de tragedia que las elevadas valoraciones hacían suponer. Pensemos que durante gran parte del año, la mayoría de analistas justificaban la fuerte suba en el precio de la acciones por los flujos que la reclasificación a emergentes traerían al mercado local.
La fortaleza demostrada en estos días refuerza la idea de que en algunos sectores como la energía, los fundamentales son sólidos y existen oportunidades, más allá de los flujos que puedan venir. Creemos que en la Argentina de 2017 todavía hay valor para el inversor.
Columna de Cohen Funds escrita por Diego Falcone