La cura del cáncer podría estar más cerca de lo que pensamos. De hecho, creo que algunos cánceres podrán curarse con terapia celular de aquí a 2030. Se desarrollarán pruebas nuevas y fiables que permitirán la detección temprana de la formación y localización de cánceres. El diagnóstico temprano podría acabar erradicando al cáncer como principal causa de muerte.
La enorme reducción de costes y los avances científicos han contribuido al espectacular crecimiento de la investigación. Asistimos a un resurgimiento del I+D, y las compañías están realizando grandes inversiones para encontrar tratamientos propios contra el cáncer y otras enfermedades. Las terapias derivadas de las pruebas genéticas tienen el potencial de prolongar la vida humana y generar miles de millones de dólares en beneficios a aquellas compañías que las desarrollen.
No me sorprendería que cada vez aumentara más el número de avances farmacéuticos procedentes de fuera de Estados Unidos. De hecho, creo que para el año 2030 muchos fármacos de éxito mundial van a proceder de China. El país cuenta con la mayor población de pacientes de cáncer del mundo, y resulta mucho más sencillo incluir a estos pacientes en ensayos clínicos. Creo que en un plazo de cinco a diez años comenzará a producir nuevos fármacos y a venderlos a un precio diez veces más bajo que las compañías estadounidenses.
Comentario de Cheryl Frank, gestora de renta variable en Capital Group.