A medida que miramos hacia la recesión mundial y la crisis financiera por el espejo retrovisor, las empresas han sido más proactivas en el uso de sus balances de manera que mejore el valor para los accionistas. Pero creemos que pueden hacer mucho más.
Tras el desplome del mercado y la falta de liquidez después de 2008, las empresas se han vuelto muy conservadoras a la hora de capear el temporal, resguardándose y creando reservas de liquidez masivas en sus balances. A mediados de 2013, las empresas estadounidenses tenían en cash alrededor del 11% de sus activos totales (véase el gráfico), el nivel más alto de las últimas tres décadas, generando prácticamente nada. Es más, la gran caída en los tipos de interés, ha hecho que financiarse sea mucho más barato.
Cuando las compañías no ponen a trabajar sus balances saneados de manera productiva, el accionista se pone nervioso.
Afortunadamente, esta tendencia ha cambiado. Con los costes de endeudamiento aún muy bajos y las condiciones de negocio estables y con vistas a mejorar, los equipos de gestión son mas receptivos a la utilización de deuda para recomprar acciones, incrementar los dividendos y realizar adquisiciones.
Cada una de esta acciones puede impulsar el valor del accionista. La recompra de acciones reduce el número total de acciones en circulación, proporcionando un impulso en el beneficio por acción, ayudando a que crezca más rápidamente en los próximos años, en igualdad de condiciones. El pago de dividendos supone un ingreso atractivo para el inversor, y las adquisiciones – si se hacen bien – pueden crear nuevas vías de crecimiento para el negocio.
Pero hay más que hacer. Cada vez es más difícil encontrar compañías que ignoren las bajas tasas de interés y con elevados saldos de caja, pero aún vemos firmas haciendo exactamente eso, incluso aquellas buenas que representan inversiones atractivas.
Pueden hacerlo mejor para sus accionistas.
Usemos Qualcomm como el ejemplo. El gigante de las telecomunicaciones es un negocio bien administrado, pero la estrategia de gestión de la empresa para devolver capital a los accionistas ha sido bastante decepcionante. La firma, con base en San Diego, cuenta con un saldo neto de liquidez equivalente a unos 18 dólares por acción. Sin pedir prestado un centavo, QUALCOMM podría recomprar el 9% de sus acciones en circulación. Mediante la emisión de deuda relativamente barato, podría mantener dinero en cash y lograr el mismo objetivo.
Creemos que recomprar acciones beneficiaría tanto a las acciones como al valor del accionista. La compañía informó de la recompra de 1.500 millones de dólares en acciones propias para el segundo trimestre. Pero dado que estas compras se hicieron para compensar el ejercicio de stock options de la firma, el número medio de acciones en circulación en realidad aumentó en comparación con el mismo trimestre de 2012, y, lo que es más, con el primer trimestre de 2013.
Por tanto, desde la perspectiva del accionista externo, no fueron recompradas acciones. A pesar de que el beneficio de Qualcomm se ha disparado en los últimos años, el precio de sus acciones ha languidecido. De hecho, en términos de P/E, está cotizando con descuento con el índice S&P 500, a pesar de las previsiones de fuerte crecimiento.
Apple tomó una ruta diferente, pero sólo después de mucho convencimiento. Durante mucho tiempo se resistió a comprar acciones propias, dando las mismas justificaciones que hemos oído de Qualcomm y otra compañías. Esto incluye la necesidad de reservas suficientes para hacer inversiones operacionales y adquisiciones en una industria que evoluciona rápidamente. Reconocemos la necesidad de mantener algo de liquidez, pero Apple eventualmente cedió y tomo prestado contra sus reservas de liquidez para recomprar un número sustancial de acciones.
En nuestra opinión, reducir sensiblemente la base accionarial de la compañía recomprando acciones, conllevará probablemente un mayor beneficio por acción en el futuro. Y dado que la liquidez de las empresas genera menos que la rentabilidad por dividendo, se podría ahorrar dinero. Tanto si una compañías utiliza liquidez, emite deuda relativamente barata o una combinación de ambas para incrementar el valor del accionista, pensamos que los inversores recibirán la noticia con agrado.
Kurt Feuerman el director de Inversiones de las carteras Select US Equity en AllianceBernstein.