La renta variable europea se negocia con unas valoraciones en mínimos de cinco años debido a los temores sobre el crecimiento y a unas salidas de capitales en niveles históricos. No obstante, lo que no aparece en las noticias macroeconómicas es que en Europa están domiciliadas algunas de las empresas más destacadas del mundo.
Es cierto que el crecimiento ha desacelerado, pero no se ha desplomado. En nuestra opinión, la incertidumbre y nerviosismo del mercado representan una oportunidad para adquirir las mejores empresas que la mayoría ven con harapos más que con trajes de baile.
Los motores de la demanda interna europea siguen respaldando un crecimiento del PIB del 1,5% aproximadamente en la zona euro en 2019. Factores como el descenso del desempleo (en mínimos de seis años), el aumento de las rentas reales, una buena confianza de los consumidores y unas condiciones financieras muy laxas apuntan todos a una estabilización. Los últimos datos del índice PMI y de confianza de los consumidores (marzo de 2019) indican un repunte a partir de los mínimos de finales de 2018. Puede que el crecimiento se haya desacelerado, pero no se ha desplomado.
Incluso después del repunte en lo que llevamos de año, los inversores pueden acceder a acciones europeas con unas valoraciones en mínimos de cinco años tras el retroceso del mercado de 2018. Las valoraciones de la renta variable europea son especialmente atractivas en comparación con la estadounidense, según ratios como el de precio/valor contable. La renta variable estadounidense se negocia actualmente con una relación P/VC superior en 1,3 a la europea (3,0 veces comparado con 1,7).
Aunque el PER de las carteras de renta variable europea ha disminuido considerablemente, el potencial de beneficios de las empresas en cartera ha aumentado más que el del índice de referencia de las estrategias, el Stoxx Europe 600, o por lo menos está en línea.
Pese a los temores de que los márgenes de beneficios y que otras variables fundamentales de las empresas se vieran bajo presión, las estimaciones de los beneficios del próximo año, que integran los resultados del cuarto trimestre y de todo el año 2018, vuelven a mostrar una tendencia alcista. Podría decirse que el pesimismo internacional hacia la renta variable europea representa una excelente oportunidad de compra a contracorriente; los temores sobre el crecimiento han llevado a un descuento que no está justificado. Lo que no aparece en las noticias macroeconómicas es que en Europa están domiciliadas algunas de las empresas más destacadas del mundo. Aunque tal vez no despierten entusiasmo como Amazon o Apple, algunas empresas de nuestras carteras, como Louis Vuitton Moët Hennessy, ASML y Prudential, son empresas de clase mundial por méritos propios.
Los sectores de la energía, la automoción y el hardware son algunos de los que levantan un mayor interés, cuyas valoraciones implican que nos encontramos ante una leve recesión. Ahora bien, la economía estadounidense está mostrando un buen comportamiento, la zona euro continúa su expansión (aunque más lentamente que a principios de 2018) y China está aplicando estímulos.
No puede negarse que existe incertidumbre y nerviosismo en el mercado. Sin embargo, creemos que el enfoque selectivo para elegir valores de los gestores de SYZ AM es óptimo en estas condiciones. Esto significa que pueden adquirirse las mejores empresas cuando el resto del mundo las ve con harapos, mientras que nuestros gestores saben que estos se transformarán en trajes de baile.
Tribuna de Juliana Auger, especialista en inversión de SYZ AM.