La divergencia entre Estados Unidos y Europa es probable que continúe en 2015. Creemos firmemente que estas diferencias se deben a los distintos fundamentales de ambas economías, pero también a las dispares actuaciones realizadas en las políticas económicas y monetarias.
La falta de inversión en la zona euro es sorprendente e ilustra perfectamente el principal problema en Europa: la débil demanda interna. Los bancos de la zona euro se recapitalizaron, existe una abundante liquidez y los tipos de interés están en su nivel más bajo de la historia… Estas son las condiciones ideales para un boom crediticio, que simplemente no tiene lugar. El pesimismo, la inexistencia de una visión europea y la falta de una perspectiva económica brillante enfrían el estado de ánimo de los consumidores y los inversores.
Nosotros creemos que hay tres posibles respuestas a esta oscuridad Europea. La primera de ellas sería un fuerte estímulo fiscal que compensara la anémica demanda interna. Aunque esta solución sería eficaz, no parece plausible ya que no existe una institución que pueda llevar a cabo este propósito. En segundo lugar, una política monetaria aún más acomodaticia para compensar las fallas del sistema político, como es el QE lanzado recientemente. Por último, la última posibilidad sería salir del paso hasta que los dolorosos ajustes económicos y las reformas estructurales logren su efecto. Esta es una posibilidad arriesgada, ya que conduce al aumento del radicalismo político y al malestar social.
La combinación de una política monetaria laxa y una demanda interna deprimida lleva a una inflación baja o incluso deflación. Las consecuencias directas son tipos de interés muy bajos y vencimientos cortos. Además se produce una mayor convergencia de las tipos de los gobiernos europeos, ya que una mayor divergencia podría ser interpretada como un aumento del riesgo de ruptura de la zona euro. Por último, paradójicamente, esta situación podría ser positiva para la renta variable, ya que la mayor liquidez disponible sería invertida en bolsa debido a que los bonos están caros.
No obstante, existen algunos tímidos brotes verdes que podrían florecer este año. En primer lugar, las condiciones del mercado laboral mejoraron lentamente en 2014, se crearon puestos de trabajo y el desempleo disminuyó y esto suele ser un precursor de la recuperación del consumo. Obviamente, el descenso del precio del petróleo también podría tener un impacto positivo sobre el consumo. En segundo lugar, los flujos de crédito a las sociedades no financieras han mejorado muy modestamente en los últimos meses, lo que sugiere una recuperación de la inversión.
Por el contrario, en Estados Unidos el panorama económico es atractivo. La demanda interna, tanto la procedente del consumo privado, como de la inversión, se mantiene robusta. El mercado laboral tiene potencial para mejorar aún más, aumentando las posibilidades de gasto de los hogares. De hecho, esperamos que la economía estadounidense crezca casi cuatro veces más rápido (3,1%) que la de la zona euro (0,8%). La Reserva Federal ajustará su política monetaria en 2015 en línea con la evolución económica. En diciembre, Janet Yellen, presidenta de la Fed, señaló que su política se normalizará gradualmente, lo que en palabras sencillas significa que la primera subida de tipos se llevará a cabo este año, probablemente alrededor del verano, y habrá que tener cuidado con el aumento de los tipos.
En cualquier caso, la divergencia en los ciclos económicos y las políticas monetarias entre Estados Unidos y Europa debería aumentar, añadiendo más presión sobre la moneda única. El debilitamiento del euro es bienvenido en Europa, ya que hace más competitivas las exportaciones y reduce la presión deflacionaria, y un fortalecimiento del dólar estadounidense no daña la economía más grande del mundo, ya que está principalmente impulsada a nivel nacional. Mientras la evolución del tipo de cambio euro/dólar sea beneficiosa para la zona euro y EE.UU, es probable que se mantenga durante un tiempo.
Columna de opinión de Arnoldo Valsangiacomo, gestor del fondo Ethna-AKTIV.
Capital Strategies es distribuidor de Ethenea en España y Portugal.