Cuando se disfruta de una tableta de chocolate, pocos tienen en cuenta el origen de sus ingredientes o el impacto medioambiental y social de su producción. Los inversores debemos desempeñar un papel de supervisión para garantizar unas cadenas de suministro equitativas y apoyar una producción responsable de cacao.
Para conocer a fondo los orígenes del grano de cacao y las complejidades que acompañan su recorrido a lo largo de la cadena de valor del chocolate, viajamos a Costa de Marfil en un viaje de campo dirigido por la compañía suiza Barry Callebaut, uno de los mayores productores de chocolate del mundo. El objetivo de la misión era conocer de primera mano dónde residen los principales obstáculos para mejorar la sostenibilidad a largo plazo de la cadena de suministro del cacao, y dar fe de que la industria está tomando medidas concretas para garantizar que se abordan.
Exploramos las realidades de la producción de cacao en África Occidental, especialmente en Costa de Marfil, donde el cacao desempeña un papel económico vital.
La economía del cacao en Costa de Marfil: un sector difícil
Casi la mitad del suministro mundial de cacao se cultiva en Costa de Marfil. La economía no sólo depende en gran medida del cacao, que da empleo a unos seis millones de personas y representa el 30% del valor de las exportaciones del país en 2022, sino que también forma parte integrante de la cultura. Sin embargo, muchos cacaoteros apenas viven con niveles de subsistencia.
Observadores externos y la comunidad inversora han expresado su preocupación por el trabajo infantil en el sector del cacao al menos desde 2001, cuando se adoptó el Protocolo Harkin Engel para abordar la utilización de mano de obra infantil en el sector del cacao. Pero la pobreza ha obstaculizado los esfuerzos en curso para atajar el uso de mano de obra infantil en la producción de cacao. Más recientemente, el descenso de los rendimientos, debido en parte a la pérdida de árboles de sombra y a la menor pluviosidad, así como la falta de mano de obra para garantizar el mantenimiento adecuado de los cacaotales, están agravando la situación de los agricultores. Para complicar las cosas, Costa de Marfil ha sufrido una guerra civil y agitación política en los últimos 20 años. A ello se suman los estrictos controles gubernamentales sobre la producción de cacao, que dificultan abordar cuestiones como la diversificación de cultivos e ingresos.
Cuestiones sistémicas y el camino hacia la sostenibilidad
Mejorar los rendimientos para mejorar los medios de subsistencia. Uno de los principales problemas que afectan al sector es que el rendimiento del cacao en el país se ha reducido en las dos últimas décadas, pasando de un máximo de 700 kilogramos por hectárea a 520 kilogramos.
El cambio climático. A la tendencia a la disminución de los rendimientos contribuye el hecho de que los cultivos de cacao son muy sensibles al cambio climático. Costa de Marfil está sufriendo la desertificación del norte, lo que unido a la deforestación para despejar tierras para cultivos agrícolas, está reduciendo la tierra disponible para cultivar cacao. Si no se toman medidas para mejorar el rendimiento, por ejemplo cultivando variedades de cacao más resistentes, los productores de África Occidental corren el riesgo de que los compradores de cacao simplemente cambien de proveedor. Ecuador y Brasil, por ejemplo, ofrecen las condiciones de cultivo adecuadas.
Trabajo infantil. El trabajo infantil ha sido y sigue siendo un problema muy arraigado en la cadena de valor mundial del chocolate. En Costa de Marfil, la práctica es ilegal y está oficialmente desalentada. Campañas de carteles en las cooperativas de cacao y las instalaciones de procesamiento advierten de los peligros de la producción de cacao y recuerdan a todo el mundo las tareas que no deben realizar los niños, como manejar machetes, cargas pesadas y productos agroquímicos tóxicos. Pero la realidad es otra.
La magnitud del problema es significativa. En 2020, el Departamento de Trabajo de Estados Unidos calculó que 1,56 millones de niños trabajaban en la industria sólo en Costa de Marfil y Ghana. muchos de ellos procedentes de países vecinos como Benín, Burkina Faso, Malí y Togo, en condiciones que el gobierno estadounidense califica de trabajo forzoso.
Para empeorar las cosas, la cuota de los cacaoteros en el valor del producto final ha caído de alrededor del 50% hace cuatro décadas a menos del 2% del total del mercado mundial del cacao, que asciende a 140.000 millones de dólares. Sin embargo, la pobreza es la principal razón por la que los agricultores suelen recurrir a niños para trabajar en los campos.
Impulsar un cambio positivo: un esfuerzo de múltiples partes interesadas
Barry Callebaut y varios de sus clientes fabricantes de chocolate están trabajando en numerosos proyectos piloto para abordar algunos de estos problemas. Su objetivo es mejorar el rendimiento mediante mejores técnicas de riego, fertilización y diversificación de cultivos, ofreciendo a los agricultores participantes la plantación de árboles de sombra, como nogales africanos, aguacates, anacardos y akpi. Al proporcionar a los agricultores ayuda directa sobre el terreno, por ejemplo realizando la laboriosa y a veces peligrosa tarea de podar los árboles de cacao, la compañía ha dado un giro hacia un apoyo práctico que también pretende reducir el uso de mano de obra infantil.
La industria chocolatera también ha respondido creando sus propios programas de certificación, como el programa de certificación de sostenibilidad «Forever Chocolate» de Barry Callebaut. Se ha fijado cuatro objetivos: sacar de la pobreza a 500.000 agricultores, eliminar el trabajo infantil de su cadena de suministro para 2025, utilizar ingredientes totalmente sostenibles para 2030 y ser neutro en emisiones de carbono para 2050.
Nuestro papel como inversores
Safra Sarasin Sustainable Asset Management utiliza su influencia inversora con las compañías participadas a través de actividades de stewardship. El equipo de Stewardship cree que los mejores resultados en el engagement se derivan de influir en los equipos de gestión corporativa, lo que requiere relaciones a largo plazo con las compañías. Mantenemos un diálogo permanente sobre la certificación del cacao, el trabajo infantil y la deforestación para supervisar los progresos de los programas de sostenibilidad en los países productores de cacao.
La estrategia de compromiso de J. Safra Sarasin Sustainable Asset Management se centra en el seguimiento de los progresos a lo largo de varios años, revisando hitos definidos para medir las mejoras. La coherencia en el engagement es fundamental para garantizar que los esfuerzos sean sostenibles y eficaces a largo plazo. Las prácticas coherentes también son fundamentales para impulsar un cambio positivo, permitiéndonos supervisar eficazmente la evolución y adaptar las estrategias según sea necesario, al tiempo que tomamos decisiones informadas para apoyar el objetivo general de crecimiento sostenible de la industria del cacao.
Tribuna escrita por Mariano Guerenstein, Managing Director of Institutional Clients and Wholesales