Creo que 2022 es, de hecho, el año de los datos, y 2023 podría ser el año de los lanzamientos de nuevos productos. Por tanto, 2022 fue un año emocionante para la biotecnología porque obtuvimos varias cosas. Por un lado, comenzamos a obtener datos clínicos relevantes en nuevas enfermedades en las que vimos datos excelentes. Entre ellos se encontraban desde la AMD seca, que es una de las principales causas de ceguera en los ancianos, hasta la enfermedad de Alzheimer, donde obtuvimos datos positivos que fueron inequívocos por primera vez al constatar que podríamos retrasar la evolución de la enfermedad en los pacientes. También vimos nuevos datos sobre obesidad, donde alcanzamos, diría, nuevos máximos de pérdida de peso de hasta un 20 % o más para pacientes con esta enfermedad. Asimismo, vimos nuevas vacunas que podrían mejorar el nivel de atención para la neumonía, que es una de las principales causas de muerte en los niños y también afecta a los ancianos.
Ahora que tenemos estos datos positivos y muchas empresas están solicitando la aprobación de medicamentos, el 2023 podría ser el año en el que realmente obtengamos estos nuevos permisos y lanzamientos por primera vez. De hecho, la FDA [Administración de Alimentos y Medicamentos] tiene 75 nuevos medicamentos potenciales que están pendientes de aprobación en 2023. Así pues, este año podría ser uno de los más importantes para las aprobaciones de nuevos medicamentos y lanzamientos de nuevos productos que hemos visto en muchísimos años.
Algo que vimos el año pasado fue que, en mi opinión, como acabábamos de pasar 18 meses de ciclo bursátil bajista en biotecnología, muchas de las valoraciones en ese sector estaban muy depreciadas. Y luego, cuando una empresa presentó datos clínicos positivos y los inversores pudieron apreciar el potencial de mercado de esos medicamentos, vimos reacciones bursátiles muy sustanciales. Al estar tan mermadas las valoraciones y ser tan alta la innovación, eso creó una relación riesgo/remuneración muy atractiva. De hecho, todavía tenemos unas 200 empresas que cotizan por debajo de los niveles de tesorería que figuran en sus balances. Por tanto, si algunas de ellas pueden desarrollar una innovación real, nuevos productos emocionantes y datos interesantes, creemos que esa relación riesgo/remuneración continúa siendo muy positiva.
Tribuna de Andy Acker, gestor de cartera de Janus Henderson Investors.