Dado que el telón de fondo provocado por la guerra comercial entre Estados Unidos y China acapara titulares en 2019, desde la división de renta variable asiática (excluyendo Japón) de Janus Henderson Investors creemos que es importante dar un paso atrás y observar en qué punto se encuentra Asia desde una perspectiva a largo plazo.
En primer lugar, reconozcamos los vientos en contra en el corto plazo. Las políticas comerciales del presidente Trump están teniendo indudablemente un efecto negativo sobre los fundamentales de la región, ya sea en forma de empresas que difieren de las decisiones de gastos del capital, de aquellas que asignan gastos a un esfuerzo de reubicación en lugar de asignarlos al crecimiento, o bien de un sentimiento del consumidor mucho más débil. China se ha visto afectada en un momento en el que el crecimiento está desacelerando debido a los esfuerzos de desapalancamiento del gobierno. Como resultado, las economías de la región que son algo más abiertas al comercio, como Corea del Sur y Singapur, han registrado un crecimiento económico menor. El crecimiento de los beneficios sigue siendo mediocre en Asia y las expectativas en esta etapa son de muy poco crecimiento en los beneficios de 2019.
Pero ¿continuará esta tendencia en el futuro? La región de Asia Pacífico excluyendo Japón ya representa el 27% del PIB global, según los datos a cierre de 2018, una cifra superior al 10% que representaba a principios del 2000, con el cambio de siglo (gráfico 1). Este crecimiento estuvo impulsado por un crecimiento económico superior por parte de países como China, India e Indonesia y parece que continuará en los próximos años.
¿Cómo se han comportado las acciones asiáticas en el largo plazo?
El mercado de renta variable estadounidense ha experimentado un mercado alcista sin precedentes, generando un rendimiento anualizado del 14,7% en 10 años, medidos hasta el cierre de 2019. La región de Asia Pacífico excluyendo Japón ha obtenido unos rendimientos positivos del 8,3% anual en el mismo periodo. Es fácil ver por qué Asia y los mercados emergentes en general se han visto desfavorecidos, dados los rendimientos superiores disponibles en Estados Unidos que se han visto impulsados por las ganancias corporativas pero que también comparten recompras de acciones y una nueva calificación en los múltiplos del mercado desde la crisis financiera global.
El relativo bajo rendimiento de Asia significa que la región ofrece un descuento razonable desde una perspectiva de valoración. Pero los inversores deberían preguntarse: ¿están justificadas estas valoraciones dados los fundamentales corporativos históricos y el rendimiento superior a largo plazo de la región (gráfico 2)? Es importante señalar que los rendimientos destacados están expresados en términos de dólares, lo que probablemente enmascare unos rendimientos subyacentes de la renta variable superiores conforme las divisas asiáticas se han debilitado frente al dólar en los últimos años.
¿Cómo han evolucionado los fundamentales corporativos asiáticos en el largo plazo?
Mientras que el crecimiento de los beneficios corporativos en Asia sigue siendo moderado, el panorama en el largo plazo es mucho más positivo. Esto se debe a que el crecimiento de las ganancias de Asia ha superado tanto al de la renta variable global como al de la estadounidense (índices MSCI World y S&P 500) en los últimos 20 años, medidos hasta el 30 de junio de 2019 (gráfico 3, los rendimientos pasados no son una guía del rendimiento futuro). Dado el hecho de que los factores que impulsan el crecimiento a largo plazo en Asia siguen intactos, que hay un crecimiento más elevado del PIB, una creciente clase media y una vigente transición desde unas etapas más bajas de desarrollo económico, en Janus Henderson creemos que es razonable esperar un crecimiento competitivo en los beneficios de las empresas asiáticas en los próximos años.
Asia también mantiene su posición relativa frente a otras regiones en términos de crecimiento compuesto en base al valor contable de sus empresas en el mismo periodo (gráfico 4).
Pero ¿invertir en Asia no implica un riesgo mayor?
Ciertamente, es verdad que se ha visto una mayor volatilidad en la renta variable asiática (excluyendo Japón) en los últimos 20 años, pero se ha visto compensada hasta cierto punto por unos mayores rendimientos (gráfico 5).
La inversión en Asia y en los mercados emergentes en general suele estar asociada con un mayor riesgo político y económico que los mercados desarrollados en general, pero esto también proporciona oportunidades para comprar negocios de calidad a unos precios atractivos. Las preocupaciones siguen pesando sobre el estado de la economía China y su dependencia histórica en la deuda para respaldar el crecimiento, pero este ha sido el caso a lo largo de este siglo. La economía, en términos generales, ha continuado avanzado mientras muchas empresas han producido unos saludables rendimientos financieros y en los precios de las acciones.
Más recientemente, ha habido un incremento en las preocupaciones sobre el endeudamiento de muchas empresas en India. Mientras esto está justificado hasta cierto punto, también ha habido algunas historias de éxito fantásticas a través de varios sectores en la India y a través de empresas a nivel individual. Merece la pena señalar que en términos de política monetaria en la región de Asia Pacífico (ex. Japón), existe un amplio margen para reducir las tasas de interés si fuera necesario estimular el crecimiento económico, en contraste con muchas de las otras economías desarrolladas en la actualidad.
Aquellas economías asiáticas con déficit presupuestarios se han visto bajo presión para aumentar las tasas en los últimos años para defender sus divisas frente a un dólar estadounidense fuerte, pero ya hay señales de que esto está cambiando con las expectativas de unas menores tasas de interés en Estados Unidos o al menos, con una pausa en la subida en las tasas de interés.
Por último, pero no menos importante, los beneficios de la diversificación
Las necesidades y los objetivos de los inversores varían y una asignación en renta variable asiática (excluyendo Japón) puede que no sea para todo el mundo, pero añadir exposición a Asia dentro de una cartera equilibrada puede potencialmente ofrecer beneficios tanto desde un punto de vista del riesgo como del rendimiento (gráfico 6).
En conclusión, mientras que es razonable esperar más noticias negativas en relación a la guerra comercial entre Estados Unidos y China y el impacto en el crecimiento a corto plazo de la región es incierto, tenemos confianza en que los factores que impulsan el crecimiento en el largo plazo mantendrán a la región de Asia (excluyendo Japón) como una región relevante para los inversores durante el resto de este siglo.
Columna de Andrew Gillan, responsable de renta variable japonesa y co-gestor de la estrategia Asian Growth en Janus Henderson Investors.