El hecho de que, gracias a las políticas puestas en marcha por la administración Abe, las compañías japonesas estén apostando con fuerza por la rentabilidad es un factor de gran importancia para los inversores en renta variable japonesa. Es «la guinda del pastel» en la mejora del gobierno corporativo que durante mucho tiempo hemos destacado en nuestros análisis sobre Japón. De hecho, aunque el aumento del número de consejeros independientes y otras cuestiones de gobernanza son muy importantes a medio plazo para Japón, creemos que es de suma importancia que los inversores entiendan que el mensaje de la rentabilidad ha calado de verdad en las corporaciones japonesas durante la última década. Así lo demuestra la divergencia en los márgenes empresariales frente a la tendencia en el crecimiento del PIB. El primer gráfico revela que, a pesar de que el crecimiento del PIB se ha mantenido bastante apagado, los márgenes se han disparado.
Desde la era Koizumi, Japón ha emprendido importantes racionalizaciones en la mayoría de las industrias, que a menudo han visto como su número de competidores se ha reducido de siete a tres. Los frutos de esta reestructuración han madurado de forma más lenta que en el mundo occidental, ya que quedaban ocultos tras una serie de crisis (la caída deLehman, las turbulencias en China, la fortaleza del yen y por supuesto, el terremoto de 2011 y el accidente nuclear de Fukushima). Pero desde que se puso en marcha ‘Abenomics’, el contexto en Japón ha sido estable y no ha habido crisis domésticas, permitiendo así que los frutos maduraran.
Los datos del segundo trimestre de 2015 sobre los beneficios corporativos en general (no sólo de las sociedades cotizadas) publicados recientemente continúan con esta tendencia al alza, revelando que la media del margen de beneficios antes de impuestos de cuatro trimestres seguidos alcanzó un nuevo récord de 5,26%. Esperamos que los márgenes se amplíen aún más en los próximos trimestres, gracias a nuevas racionalizaciones industriales y reducción de costes. También vale la pena mencionar que los beneficios relacionados con las divisas no son el único factor de esta mejora, ya que el margen de beneficio de las industrias de servicios también registró un nuevo máximo histórico, como se muestra en el segundo gráfico.
Por supuesto, esta mejora de la tendencia de rentabilidad estructural se ha materializado plenamente para los inversores globales, pero sigue habiendo un número considerable de escépticos en Japón. Sin embargo, los márgenes empresariales del segundo trimestre han aumentado tanto que este grupo debería eliminar sus dudas y por lo tanto, existe una cantidad significativa de capital extranjero que todavía puede fluir hacia las bolsas japonesas.
Conclusiones:
- Los años de progreso en las reestructuraciones corporativas han quedado ocultados por las crisis globales y domésticas.
- La ‘guinda del pastel’ en la mejora en el gobierno corporativo: las compañías japonesas se preocupan ahora incluso más sobre los márgenes de beneficios.
- El dividendo pagado por las compañías que forman parte del índice japonés TOPIX está aumentando y esperamos que la cifra se doble en los cinco años que van de 2013 a 2018.
- Además de la rebaja del impuesto de sociedades puesta en marcha en abril, Abenomics está teniendo un efecto muy positivo en las ganancias debido a un yen más normalizado y una mayor desregulación, que deberían hacer subir gradualmente los márgenes empresariales.
- La pobre demografía está ligada al crecimiento del PIB, pero en los países con una fuerte automatización y eficientes capacidades pueden compensar completamente esto. Tal y como muestran los gráficos, incluso aunque el crecimiento del PIB nominal esté prácticamente plano, los beneficios empresariales pueden aumentar de forma pronunciada en Japón gracias al incremento de la productividad y a través de la internacionalización.
Columna de opinión de John Vail, estratega jefe de Nikko AM