La OCDE ha previsto un crecimiento mundial por encima del 5,1% para este año. Se espera que economías como la India y China crezcan mucho más rápido, al igual que en años anteriores. Lo cierto es que muchos países emergentes llevan años experimentando un gran crecimiento. Sus economías representan ahora cerca del 40 % de la producción económica mundial. En 1980, representaban apenas el 18 %. En cambio, siguen estando muy poco representados en los mercados de capitales, con una cuota de solo el 13 %.
En general, muchos mercados emergentes siguen luchando contra las consecuencias de la crisis sanitaria, aunque, recientemente se han observado claros signos de recuperación. Con el despliegue de las campañas de vacunación y a través de los paquetes de ayuda gubernamental, deberían volver a la senda del crecimiento a medio plazo. Aunque en el año del comienzo de la pandemia muchas bolsas de los mercados emergentes obtuvieron ganancias decentes, muchos países no estaban no estaban suficientemente preparados para la pandemia, de forma que este crecimiento no se tradujo automáticamente en un beneficio por parte de los accionistas.
El potencial de crecimiento en el mundo desarrollado se ha agotado para muchos grupos empresariales en el ámbito mundial y se enfocan cada vez más hacia los países emergentes, cuyo mercado interior están ganando importancia. Por otro lado, las empresas locales de los países emergentes están desarrollando nuevos tipos de modelos de negocio y exportan con éxito sus productos y servicios a las naciones industrializadas.
Vamos a centrarnos ahora en los casos concretos de China e India. Sin duda, China cumplirá un papel destacado en la senda del crecimiento mundial. Al ser el primer país afectado por la pandemia, la economía ha sido también la más rápida en recuperarse, gracias en parte a la eficaz gestión de la crisis sanitaria. Tras las elevadas tasas de crecimiento en el curso de la rápida recuperación, es probable que el ritmo de crecimiento vuelva a estabilizarse un poco en los próximos trimestres. A largo plazo, somos optimistas por el aumento de la productividad, el enfoque económico hacia el gran mercado interior y los recursos disponibles, tanto en términos de base de capital como de capital humano.
Desde la crisis financiera, el gobierno de China da más importancia a la calidad que a la cantidad del crecimiento económico. Esto significa que allí se invierte mucho dinero en formación. Las empresas chinas también han gastado más dinero en investigación y desarrollo que las empresas de la UE desde 2014. También se espera que el gasto supere al de las empresas estadounidenses con el equivalente a 616.000 millones de dólares.
El comercio electrónico, en particular, ha cobrado gran importancia en China desde la crisis financiera. Cuando las empresas se adaptan a los gustos de la gente, el potencial es enorme. Las ventas minoristas online representan ya más de una cuarta parte del total de las ventas minoristas chinas. Las plataformas de Alibaba gestionaron más de un billón de dólares de mercancías el año pasado. La competencia extranjera queda al margen, ninguna de las grandes empresas estadounidenses de Internet ha podido hacerse un hueco real en China.
En nuestra opinión, estos proveedores de plataformas de servicios digitales tienen un enorme potencial porque sus modelos de negocio son fácilmente escalables y pueden aumentar rápidamente su cuota de mercado. Las empresas de plataformas chinas han sido objeto de un mayor control por parte de los reguladores estatales en los últimos meses. Algunas de estas empresas han aumentado considerablemente sus cuotas de mercado durante la crisis del coronavirus y han alcanzado una posición dominante en el mercado.
El gobierno chino también sabe que depende de un sector tecnológico dinámico e innovador si el país quiere seguir siendo competitivo en el ámbito internacional. En este sentido, suponemos que el Gobierno no perjudicará gravemente los modelos de negocio de las empresas.
En lo que respecta a la India, el país sigue luchando contra los estragos del coronavirus. En este sentido, esperamos que el crecimiento económico muestre inicialmente signos de ralentización en los próximos trimestres, lo que posiblemente también podría conducir a un aumento de los impagos de préstamos. A largo plazo, sin embargo, la economía india sigue ofreciendo un gran potencial de crecimiento debido a su ventajosa estructura demográfica y a la todavía baja renta per cápita en comparación con otros mercados.
En la India, ya en abril un gran número de personas enfermó, incluso en las zonas rurales. El mercado bursátil indio en particular, así como la moneda, han demostrado ser sorprendentemente resistentes. El mercado parece estar viendo otra ola y ya anticipa la continuación de la recuperación económica una vez que las medidas de flexibilización vuelvan a entrar en vigor.
En definitiva, las fronteras entre las empresas de los países emergentes y las de las economías desarrolladas son cada vez más difusas. Los inversores no deberían ignorar las oportunidades que ofrecen las empresas que se benefician significativamente del crecimiento en los países emergentes, aunque no estén localizadas en uno de ellos o pertenezcan a un índice regional concreto.
Tribuna de Michael Altintzoglou, gestor de carteras de Flossbach von Storch.