El sector tecnológico se mantiene entre los de mejor comportamiento en el año. La fortaleza de los balances de estas empresas podría apoyar fusiones y adquisiciones, u otras actividades que reforzaran sus beneficios. Además, hay que considerar que las compañías, en general, han reducido su inversión en mejoras tecnológicas durante los últimos años; una situación que no se puede mantener por mucho tiempo si quieren continuar siendo competitivas en el entorno global, por lo que se estima que ha llegado el momento de que actualicen su equipamiento tecnológico.
De esta positiva evolución en el año se hacen eco los fondos de inversión de la categoría VDOS TMT, que invierten en empresas cuya actividad principal se focaliza en la producción y distribución de semiconductores, software, hardware, comunicaciones, medios de comunicación, telecomunicaciones y otros servicios de tecnologías de la información. El índice de esta categoría se revaloriza un 24,34% desde enero.
De este grupo de fondos, con calificación cinco estrellas de VDOS, el más rentable durante el año es Polar Capital Global Technology, con una revalorización del 35,25% en su clase I de distribución en euros. Su objetivo es obtener una apreciación del capital a largo plazo, invirtiendo en una cartera globalmente diversificada de empresas del sector tecnológico.
El gestor sigue un estilo de inversión de crecimiento, invirtiendo en empresas de diferentes capitalizaciones de mercado, seleccionando compañías en base a un proceso de análisis fundamental bottom-up. Es claramente un estilo de gestión activa, gestionándose el riesgo a través de una cartera diversificada de inversiones de crecimiento, focalizándose en beneficiarse de los líderes de la próxima generación. Este es un aspecto diferenciador del fondo, respecto a otros fondos tecnológicos globales. Típicamente, entre un 30% y un 65% de la cartera está invertido en compañías de pequeño y mediano tamaño.
El gestor principal del fondo desde el 1 de enero de 2008 es Nick Evans, quien trabaja muy de cerca con Ben Rogoff, cogestor del fondo. Con anterioridad Nick Evans fue director de Tecnología en AXA Framlington durante seis años y director de Tecnología e Inversiones Paneuropeas en Hill Samuel Asset Management (posteriormente fusionada con Scottish Widows). Nick Evans es licenciado en Económicas con honores por la Hull University.
La filosofía de inversión del equipo de Tecnología de Polar Capital se basa en selección bottom-up de compañías dentro de un marco temático. La experiencia les ha enseñado que el crecimiento de beneficios y de flujos de caja son los principales impulsores del comportamiento de un valor. Como consecuencia, tienen una orientación hacia inversiones de crecimiento, generando un sesgo hacia empresas de pequeño y mediano tamaño. Sin embargo, su estilo multi capitalización permite al fondo invertir de forma selectiva en compañías de gran capitalización, lo que les permite sacar partido al secular potencial de crecimiento de los beneficiarios más establecidos del nuevo ciclo, al mismo tiempo que les permite responder con flexibilidad a mercados o condiciones económicas cambiantes.
El proceso inversor se apoya en análisis fundamental, por lo que resulta más apropiado focalizarse en el comportamiento de un periodo de entre tres y cinco años. El objetivo del equipo es alcanzar entre un 3% y un 7% de rentabilidad anual por encima del índice de referencia en un periodo de cinco años. La evolución puede ser volátil en periodos cortos, cuando las condiciones económicas o de mercado puedan tener un impacto significativo superior al de los fundamentales de las compañías o a sus resultados.
El riesgo y la volatilidad se gestionan por medio de la diversificación de la cartera de compañías de crecimiento. La cartera tiene una estructura relativamente plana, incluyendo entre 60 y 85 valores con posiciones que oscilan entre el 0,7% y el 3,5%, cuando está invertida totalmente, asegurándose de que el riesgo especifico de cada título esté bien controlado. Como un control de riesgo adicional, las posiciones positivas en valores individuales tienden a no exceder un 3% respecto al índice de referencia, el Dow Jones World Technology.
El marco temático incorpora los posibles desarrollos tecnológicos, y los cambios en el comportamiento de los usuarios ayudan a identificar las áreas de crecimiento sostenible. El equipo considera también las expectativas macroeconómicas y el posible impacto de la inversión en tecnologías de la información, tanto para consumidores como para empresas y gobiernos.
La combinación de estos factores ayuda a estimar el tamaño total del mercado disponible, la penetración actual y las ratios de adopción futuras. El objetivo es identificar los puntos de inflexión en la curva en ‘S’ de penetración, caracterizados típicamente por una aceleración de la demanda y por una mejora de los beneficios. Los temas centrales cambian raramente, pero la exposición agregada varía, dependiendo tanto de los fundamentales bottom-up como de las valoraciones relativas.
El marco temático, combinado con el análisis de la curva en ‘S’ de penetración, lleva a la identificación de grupos de valores que son los ganadores (o perdedores) posibles de los temas centrales de inversión. Las ideas se generan también a partir de una variedad de otras fuentes, incluyendo reuniones con el equipo directivo de las compañías.
El análisis propietario es clave en el proceso de inversión. Sin embargo, debido a la extensa experiencia del equipo en el sector tecnológico, el equipo ha construido una potente red de especialistas externos incluyendo brokers, analistas y contactos en la industria. El equipo utiliza también análisis y modelos de estos contactos y los utiliza para generación de ideas.
El equipo gestor cuenta con una base de datos llamada Tamale, utilizada para almacenar las notas de reuniones y conferencias, incluyendo las reuniones con los equipos directivos, los analistas financieros y los expertos en el sector. Esta base de datos se ha adaptado para integrar las notas del equipo sobre los valores, incorporando un fichero excel utilizado por los analistas para definir los objetivos de precios, el fundamento de inversión, la justificación del precio objetivo y un resumen de los resultados recientes, junto con toda la demás información recogida durante el proceso de análisis.
La cartera final incluye entre sus mayores posiciones acciones de Apple (8,2%), Alphabet (matriz de Google, con un 6,3%), Microsoft (4,5%), Facebook (4,1%) y Samsung Electronics (3,6%). Por sector, hardware, almacenamiento y periféricos (12%), aplicaciones de software (11,2%), software de sistemas (10,7%), semiconductores (8,5%), equipamiento de semiconductores (7,6%), software de entretenimiento (4,8%) y componentes electrónicos (4,1%) representan los mayores porcentajes.
Por rentabilidad, el fondo se posiciona entre los mejores de su categoría, en el primer quintil, durante 2015, 2016 y 2017, batiendo al índice de su categoría durante 2013. A tres años, su dato de volatilidad es del 17,89%, reduciéndose al 10,15% en el último año. En este último periodo, su Sharpe es de 3,60 y su tracking error, respecto al índice de su categoría, del 3,1%. La suscripción de la clase instituctional de distribución en euros de Polar Capital Global Technology requiere una aportación mínima de un millón de dólares (aproximadamente 847.644 euros), aplicando una comisión fija del 1% y de depósito de hasta un 0,03%. Aplica asimismo una comisión variable del 10% sobre resultados positivos entre el fondo y su índice de referencia. El fondo cuenta también con una clase R para inversores individuales.
El equipo estima que los anuncios de los bancos centrales de reducción de estímulos y el nivel actual de inflación continúan apoyando las valoraciones actuales de la renta variable. Concretamente, en el sector tecnológico, el ritmo acelerado de disrupción que está ocurriendo en muchos sectores está siendo alentado por tecnologías transformadoras como la tecnología en la nube, los teléfonos inteligentes, la Internet de las cosas y la inteligencia artificial. Mientras que la disrupción generada por Amazon en el sector de distribución está bien documentada, muchas otras industrias están también cambiando y nuevos ganadores están emergiendo.
La inteligencia artificial podría acelerar aún más este proceso, impulsado por una miríada de mejoras en hardware, entre 2008 y 2016, y una gran cantidad de datos que pueden utilizarse para entrenar las redes neuronales. Esto podría abrir un gran número de oportunidades nuevas para la reinvención de tecnología, particularmente allí donde las máquinas demuestran ser capaces de automatizar tareas llevadas a cabo con anterioridad por humanos.
Así pues, la confianza en el largo plazo se basa no en el entorno macro, sino en la tesis de un nuevo ciclo que el equipo gestor enunció hace casi una década, basándose en la creencia de que Internet reordenaría el paisaje tecnológico. Si la tesis del equipo gestor es correcta, debería proporcionar un viento de cola durante muchos años para su enfoque central de crecimiento activo, en un momento en que los índices del sector tecnológico podrían retroceder como consecuencia de la madurez de los teléfonos inteligentes y la exposición a tecnologías tradicionales.
Continúan sintiendo preferencia por ocho sectores centrales que incluyen comercio electrónico y pagos digitales, marketing y publicidad digital, seguridad física y ciberseguridad, tecnología en la nube e inteligencia artificial, software como un servicio, contenido digital y juegos, robótica y automatización y la creciente complejidad de los semiconductores.
Por su excelente evolución por rentabilidad, especialmente en el último periodo de tres años, el fondo obtiene la calificación cinco estrellas de VDOS.
Paula Mercado, directora de Análisis VDOS Stochastics y quefondos.com