Se estima que la población mundial alcanzará los 9.000 millones de personas en 2050, lo que conducirá a una mayor demanda de comida, agua y energía. Un aumento significativo de las temperaturas globales haría peligrar la estabilidad financiera, elevaría la probabilidad de conflictos, causaría migraciones masivas y sería catastrófica para la biodiversidad y los sistemas alimentarios.
El apoyo generado para mitigar los efectos del cambio climático crece a nivel mundial. A partir del Acuerdo de París se establece un marco global para limitar el calentamiento global a menos de 2° C. Para alcanzar este ambicioso objetivo la Comisión Europea tiene previsto recortar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) como mínimo en un 55% de cara a 2030 y China se propone alcanzar la neutralidad en carbono para 2060.
En base a estos compromisos, la Agencia Internacional de la Energía (IEA) estima que la inversión en cambio climático supone una oportunidad de mercado de 29 billones de dólares, entre 2020 y 2050, para conseguir liderar la transición del sistema energético global hacia un mundo de bajas emisiones de dióxido de carbono.
Invirtiendo en esta temática, uno de los fondos de inversión con mejor comportamiento en lo que va de año es BNP Paribas Climate Impact, con una revalorización del 10,34% en su clase I de capitalización. En un año obtiene una rentabilidad del 64,30%.
Invierte en empresas de todo el mundo que contribuyen a la lucha contra el calentamiento global. Se concentra en invertir en soluciones diseñadas para mitigar y adaptarse al cambio climático. Se trata de empresas que nos permiten mitigar el cambio climático reduciendo nuestro impacto medioambiental, activas en áreas como la eficiencia agrícola y energética, las energías renovables y la reducción de metano. Son también empresas que nos permiten adaptarnos para superar los retos de un clima cambiante, activas en áreas como Infraestructura hídrica, energía de reserva, producción alimentaria y reforzamiento de redes eléctricas. Un enfoque que alinea la cartera con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.
La gestora BNP Paribas AM delega la gestión en Impax Asset Management Ltd, Impax cree que el cambio demográfico, la escasez de recursos, la infraestructura inadecuada y las limitaciones ambientales están impulsando una transición hacia una economía global más sostenible, proporcionando oportunidades para que un gestor activo especializado aporte valor a largo plazo. Creen que esto debería conducir a un rendimiento superior a largo plazo para las empresas bien posicionadas.
El fondo está cogestionado por Jon Forster y Bruce Jenkyn-Jones. Jon está especializado en energías nuevas, agua y servicios de tratamiento de residuos, analizando acciones de todo el mundo con un enfoque en industriales y servicios públicos. Incorporado a Impax en agosto de 2000, comenzó su carrera en empresas privadas y cotizadas. Tras su graduación, pasó cuatro años en Adquisiciones en HSBC Investment Bank. Posteriormente, pasó dos años como consultor para el inversor de capital riesgo Alchemy Partners, con especial énfasis en empresas de fabricación y gestión de recursos. Jon se licenció en Estudios de Gestión por la Universidad de Leeds.
El proceso inversor consta de cuatro fases principales: 1) Generación de ideas 2) Análisis fundamental y valoración 3) Construcción de la cartera y gestión del riesgo y 4) Autodisciplina y protección o custodia de la inversión. En la primera fase se aplica un filtro al universo en base a la exposición temática por ingresos. A continuación, utilizan la plataforma propietaria Viper de valoración y riesgo, en un proceso de 10 pasos que integra el análisis ESG para obtener un barómetro de valoración.
En la siguiente etapa se construye la cartera siguiendo un enfoque de baja rotación. La adición de nuevos nombres se apoya en GARP (Growth at a Reasonable Price) o crecimiento a precio razonable, límites de riesgo y superposición de temas macro y temáticos. La autodisciplina en la gestión de la cartera se apoya en el barómetro de valoración, las métricas de riesgo de la cartera, las perspectivas macro y los resultados de participación.
El resultado es una cartera de entre 50 y 60 nombres que incluye entre sus mayores posiciones acciones de Rayonier REIT Inc REIT (3,03%), PTC Inc (2,94%), Trimble Inc (2,81%), Hubbel Inc (2,72%) y American Water Works Inc (2,68%). Por país, las mayores ponderaciones corresponden a Estados Unidos (48,17%), Dinamarca (6,09%), Países Bajos (4,38%), Reino Unido (4,35%) y Japón (3,42%), mientras que por sector Tecnología de la Información (31,38%), Industrial (29,92%), Materiales (9,52%), Servicios públicos (8,61%) y Bienes de consumo básico (5,46%) representan los mayores pesos en la cartera del fondo.
Tomando como referencia el índice MSCI World Small Cap (EUR) NR, la evolución histórica del fondo por rentabilidad lo posiciona en el grupo de los mejores de su categoría, en el primer quintil, durante 2019, batiendo al índice de su categoría sectorial VDOS de Ecología en 2018. A tres años registra un dato de volatilidad del 24,14% y del 9,20% a un año, posicionándose en este último periodo el grupo de los menos volátiles de su categoría, en el quintil cinco. También a un año registra una ratio Sharpe de 7,52 y un tracking error, respecto al índice de su categoría, de 8,44%.
La inversión en la clase I de capitalización de BNP Paribas Climate Impact requiere una aportación mínima de 3 millones de euros, aplicando a sus partícipes una comisión fija de hasta el 1,10%. El fondo cuenta también con una clase Classic con una comisión fija del 2% y sin requerimiento de aportación mínima inicial. El patrimonio total del fondo es de 2.500 millones de euros.
Tribuna de opinión de Paula Mercado. directora de análisis de VDOS